miércoles, 26 de enero de 2011

Para raros, nosotros: Cannibal Tour.

"No hay nada tan extraño, en una tierra extraña, más que el extraño que viene a visitarla"

La película "Cannibal Tour" sigue a un grupo de ecoturistas europeos y estadounidenses mientras viajan de pueblo en pueblo a lo largo del río Sepik en Papúa Nueva Guinea, quienes pagan para ver antiguas ceremonias sagradas y toman fotografías de cada aspecto de la vida "primitiva". Con un poco de insistencia, los turistas sin querer revelan el etnocentrismo dominante en las cámaras de O'Rourke.

Con la cámara al hombro, O´Rourke persigue a “sus actores” por la selva interrogándoles sobre el pasado y sobre el futuro:
  • El “turista–viajero del parque temático mundial” pretende descubrir —¿o quizás construir?— la autenticidad de la vida salvaje y primitiva: el caníbal es algo exótico y original.
  • Los “nativos–ex primitivos” quieren ganar dinero con los turistas vendiéndoles el fantasma del paraíso perdido, para poder comprar pantalones y camisetas.
La película está construida de tal manera que incita a la reflexión sobre el rol que el occidental cumple como turista y el rol que el nativo cumple como primitivo. El turista (que regatea por la artesanía) trata de capturar con su cámara a los nativos primitivos y paisajes exóticos más auténticos. Su mirada esta saturada de toda la literatura y películas de viajes y aventuras que son el paradigma en que enmarca su conocimiento del medio natural, salvaje y del hombre primitivo. Todo este despliegue de tecnología del turista le aleja del sujeto al que quiere conocer. Establece una barrera con la realidad a la que se quiere acceder. Esta barrera tecnológica también lo protege del otro, actúa en ambas direcciones.

También se sugiere en las entrevistas el futuro incierto, la procedencia de los blancos (no se sabe de dónde vienen) y del dinero— ¿por qué no podemos regatear en las tiendas cuando compramos y en cambio ellos regatean constantemente?—. Así, la reflexión que surge de la visión y el discurso del nativo deriva hacia otros temas: el colonialismo, la aculturación, la globalización, la independencia política y económica (una foto por dos dólares). 

El documental entero:


Un fragmento:



La sensación del tanque: Sahara libre!



La sensación del tanque, es un poema de su abuela que describe la sensación de subirse a un tanque marroquí capturado, imaginando lo que ha sucedido dentro de éste.

La canción es de Aziza Brahim. El compromiso con su historia, con su país y con su pueblo, subraya, lo tiene desde pequeña “porque mi abuela me lo inculcó con sus poesías y a través de sus cantos y de sus ideas revolucionarias. Es lo que hago por todos los países por los que voy. Intento que la gente se involucre con la causa de mi pueblo”. 

“A ver si podemos vivir todos es paz en este mundo porque todos cabemos en él. No sé cuál es el problema”, dice Aziza.

Un pueblo sin piernas pero que camina: Latinoamérica.

Soy,
Soy lo que dejaron,
soy toda la sobra de lo que se robaron.
Un pueblo escondido en la cima,
mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima.
Soy una fábrica de humo,
mano de obra campesina para tu consumo
Frente de frio en el medio del verano,
el amor en los tiempos del cólera, mi hermano.
El sol que nace y el día que muere,
con los mejores atardeceres.
Soy el desarrollo en carne viva,
un discurso político sin saliva.
Las caras más bonitas que he conocido,
soy la fotografía de un desaparecido.
Soy la sangre dentro de tus venas,
soy un pedazo de tierra que vale la pena.
soy una canasta con frijoles ,
soy Maradona contra Inglaterra anotándote dos goles.
Soy lo que sostiene mi bandera,
la espina dorsal del planeta es mi cordillera.
Soy lo que me enseño mi padre,
el que no quiere a su patria no quiere a su madre.
Soy América latina,
un pueblo sin piernas pero que camina.

Tú no puedes comprar al viento.
Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
Tú no puedes comprar el calor.
Tú no puedes comprar las nubes.
Tú no puedes comprar los colores.
Tú no puedes comprar mi alegría.
Tú no puedes comprar mis dolores.

Tengo los lagos, tengo los ríos.
Tengo mis dientes pa` cuando me sonrío.
La nieve que maquilla mis montañas.
Tengo el sol que me seca  y la lluvia que me baña.
Un desierto embriagado con bellos de un trago de pulque.
Para cantar con los coyotes, todo lo que necesito.
Tengo mis pulmones respirando azul clarito.
La altura que sofoca.
Soy las muelas de mi boca mascando coca.
El otoño con sus hojas desmalladas.
Los versos escritos bajo la noche estrellada.
Una viña repleta de uvas.
Un cañaveral bajo el sol en cuba.
Soy el mar Caribe que vigila las casitas,
Haciendo rituales de agua bendita.
El viento que peina mi cabello.
Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello.
El jugo de mi lucha no es artificial,
Porque el abono de mi tierra es natural.

Você não pode comprar o vento
Você não pode comprar o sol
Você não pode comprar chuva
Você não pode comprar o calor
Você não pode comprar as nuvens
Você não pode comprar as cores
Você não pode comprar minha felicidade
Você não pode comprar minha tristeza

Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
(Vamos dibujando el camino,
vamos caminando)
No puedes comprar mi vida.
MI TIERRA NO SE VENDE.

Trabajo en bruto pero con orgullo,
Aquí se comparte, lo mío es tuyo.
Este pueblo no se ahoga con marullos,
Y si se derrumba yo lo reconstruyo.
Tampoco pestañeo cuando te miro,
Para q te acuerdes de mi apellido.
La operación cóndor invadiendo mi nido,
¡Perdono pero nunca olvido!

(Vamos caminando)
Aquí se respira lucha.
(Vamos caminando)
Yo canto porque se escucha.

Aquí estamos de pie
¡Que viva Latinoamérica!

No puedes comprar mi vida.
 

 
 

Chistes antropo-ilógicos!

Un nativo americano, educado en la ciudad, vuelve a la remota reserva tras la muerte de su padre y es nombrado, como él, líder de la tribu. Inmediatamente, le consultan si el invierno va a ser frío. Pero al habérsele olvidado la sabiduría indígena, mira el cielo, incapaz de saber qué va a suceder. Aún así, pronostica sin atisbo de duda de que el invierno va a ser frío y que deben recoger mucha leña para sobrellevarlo. Unos días después, preocupado, llama al servicio meteorológico con su móvil:
- ¿Me puede informar si el invierno va a ser frío?
- Aparentemente, el invierno va a ser frío - le contestan.
Satisfecho, vuelve con su tribu y ordena que junten más leña aún, para estar preparados. Una semana después vuelve a llamar al servicio meteorológico:
- ¿Me puede informar si el invierno será muy frío?
- Será un invierno muy frío - le volvieron a contestar.
El nuevo líder, preocupado, vuelve con su tribu y ordena que junten mucha más leña, porque será un invierno muy frío.
A las dos semanas, al ver que el sol seguía brillando fuerte, el jefe llama nuevamente al servicio meteorológico:
- ¿Ustedes están seguros que el próximo invierno va a ser muy frío?
- Si señor -dice el meteorólogo- será uno de los inviernos más frío que se hayan visto.
- ¿Y cómo pueden estar tan seguros?
- Y... porque los indios están recogiendo leña como locos.
 
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Cuando la NASA se estaba preparando para el 'Proyecto Apolo', los astronautas hicieron su entrenamiento en una reserva indígena Navajo.
Un día, un anciano Navajo y su nieto estaban cuidando el rebaño en el campo y se encontraron con la tripulación espacial. El anciano, que sólo hablaba Navajo, le preguntó a su nieto qué hacían esos hombres con grandes trajes y escaleras allí.
Un miembro de la tripulación dijo que estaban entrenando para su viaje a la luna.
El anciano estaba emocionado y le dijo a su nieto que le preguntara si podía enviar un mensaje a la luna. Los astronautas aceptaron la solicitud del anciano y le trajeron una grabadora.
Después de que el anciano grabara su mensaje, escueto pero rotundo, los astronautas pidieron a su nieto que lo tradujera. El nieto se negó. La gente de la NASA llevó la grabación (la cinta de audio) a la reserva, donde el resto de la tribu escuchó el mensaje y se rió. La tribu también se negó a traducir el mensaje del anciano a la luna.
Finalmente, el equipo de la NASA llamó a un traductor oficial del gobierno.
La traducción del mensaje del anciano era la siguiente: ′′Luna, ten cuidado con estos mocasines, van a venir a robar tus tierras tal como hicieron con las nuestras.!!"
 
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Esto son dos mercenarios en los días del Salvaje Oeste, y les dice un coronel:
- Soldados, el ejército necesita vuestra ayuda. Id al territorio de los indios, y por cada cabellera de Sioux que consigais traer de vuelta al fuerte, os daremos 100 dolares de oro.
Total, que los dos cazarecompensas se van al territorio de los indios y hacen un campamento. De madrugada, uno de ellos oye el chasquido de una ramita, se despierta, y ve que alrededor del campamento hay 100 sioux con pinturas de guerra; entonces le pega un codazo al otro mercenario y le dice:
- Sam!! Sam, despierta, somos ricos!
 
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Era un tipo rico que estaba viajando. De repente se encuentra perdido, y ve a una mujer nativa, a la cual le pregunta:
- Oiga señora, ¿Cómo se llama esta callecita?
Y la nativa le dice:
- No sé.
- Ah, ¿Cómo se llama este pueblito?
Y la nativa le repite:
- No sé.
- Mmm, ¿Y cómo salgo de aquí?- le pregunta el turista.
Y la mujer le vuelve a contestar:
- No sé.
Bueno, que usted no sabe nada, es usted una india ignorante.
 - Yo no soy la que anda perdida.
 
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Dos vaqueros están cabalgando cuando se encuentran con un nativo Mojave acostado boca abajo con la oreja en el suelo. Un vaquero le dice al otro: “Estos Mojaves son increíbles. Pueden escuchar cosas que están a millas de distancia y en cualquier dirección ".

El nativo mira hacia arriba y dice: “Vagón cubierto, a unas dos millas de distancia. Tienen dos caballos, uno marrón y otro blanco. Un hombre, dos niños, todas sus pertenencias en la parte trasera del vagón".

Ambos vaqueros están atónitos. "¿Cómo diablos haces eso?" El Mojave responde: "Me atropelló hace aproximadamente media hora".

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Se cuenta que un indio salió de la reserva para pedir un préstamo en un banco. En la ventanilla le explicaron que debía tener alguna propiedad para responder en caso de que no pudiera finalmente devolver el préstamo en el plazo. Al indio le pareció muy lógico y dijo que tenía una manada de cientos de caballos.
-¡Perfecto! - dijo el banquero y acordaron un precio por cabeza y el número de caballos que respondería en caso de impago.
Llegado el día acordado, el indio se presentó con una cantidad mucho mayor. Le habían ido bien los negocios y una vez hecho el pago el banquero le ofreció la posibilidad de guardarle su dinero y le explicó que cuando necesitara algo, podía ir en cualquier momento a recogerlo. Al indio le pareció muy lógico y empezó a contar las monedas de plata sobre el mostrador. Pero cuando el banquero hizo ademán de recogerlas, el indio puso sus manos sobre el dinero y dijo:
- Supongo que ustedes también tendrán caballos. 


"Una de las mejores formas de entender a las personas es saber qué les hace reír. La risa abarca los límites del alma. En el humor, la vida se redefine y se acepta. La ironía y la sátira proporcionan conocimientos mucho más agudos sobre la psique y los valores colectivos de un grupo, que años de investigación—Vine Deloria Jr., en Custer Died for Your Sins.

Una palabra enorme: la libertad.

Libertad es una palabra enorme. Por ejemplo, cuando terminan las clases, se dice que una está en libertad, una pasea, una juega, una no tiene por qué estudiar. Se dice que un país es libre cuando una mujer cualquiera o un hombre cualquiera hace lo que se le antoja. Pero hasta los países libres tienen cosas muy prohibidas. Por ejemplo matar. Eso sí, se pueden matar mosquitos y cucarachas, y también vacas para hacer churrascos. Por ejemplo está prohibido robar, aunque no es grave que una se quede con algún vuelto cuando Graciela, que es mi mami, me encarga alguna compra. Por ejemplo está prohibido llegar tarde a la escuela, aunque en ese caso hay que hacer una cartilla mejor dicho la tiene que hacer Graciela, justificando por qué. Así dice la maestra; justificado.
      Libertad quiere decir muchas cosas. Por ejemplo, si una no está presa, se dice que está en libertad. Pero mi papá está preso y sin embargo está en Libertad, porque así se llama la cárcel donde está hace ya muchos años. A eso el tío Rolando lo llama qué sarcasmo. Un día le conté a mi amiga Angélica que la cárcel en que está mi papi se llama Libertad y que el tío Rolando había dicho que era un sarcasmo y a mi amiga Angélica le gustó tanto la palabra que cuando su padrino le regaló un perrito le puso de nombre Sarcasmo. Mi papá es un preso, pero no porque haya matado o robado o llegado tarde a la escuela. Graciela dice que papá está en libertad, o sea está preso, por sus ideas. Parece que mi papá era famoso por sus ideas. Yo también a veces tengo ideas, pero todavía no soy famosa. Por eso no estoy en Libertad, o sea que no estoy presa.
      Si yo estuviera presa, me gustaría que dos de mis muñecas, la Toti y la Mónica, fueran también presas políticas. Porque a mi me gusta dormirme abrazada por lo menos a la Toti. A la Mónica no tanto, porque es muy gruñona. Yo nunca le pego, sobre todo para darle ese buen ejemplo a Graciela.
      Ella me ha pegado pocas veces, pero cuando lo hace yo quisiera tener muchísima libertad. Cuando me pega o me rezonga yo le digo Ella, porque a ella no le gusta que la llame así. Es claro que tengo que estar muy alunada para llamarle Ella. Si por ejemplo viene mi abuelo y me pregunta dónde está tu madre, y yo le contesto Ella está en la cocina, ya todo l mundo sabe que estoy alunada, porque si no estoy alunada digo solamente Graciela está en la cocina. Mi abuelo siempre dice que yo salí la más alunada de la familia y eso a mí me deja muy contenta. A Graciela tampoco le gusta demasiado que yo la llame Graciela, pero yo la llamo así porque es un nombre lindo. Sólo cuando la quiero muchísimo, cuando la adoro y la beso y la estrujo y ella me dice ay chiquilina no me estrujes así, entonces sí la llamo mamá o mami, y Graciela se conmueve y se pone muy tiernita y me acaricia el pelo, y eso no sería así ni sería bueno si yo le dijera mamá o mami por cualquier pavada. O sea que la libertad es una palabra enorme. Graciela dice que ser un preso político como mi papá no es ninguna vergüenza. Que casi es un orgullo. ¿Por qué casi? Es orgullo o es vergüenza. ¿Le gustaría que yo dijera que es casi vergüenza? Yo estoy orgullosa, no casi orgullosa, de mi papá, porque tuvo muchísimas ideas, tantas y tantísimas que lo metieron preso por ellas. Yo creo que ahora mi papá seguirá teniendo ideas, tremendas ideas, pero es casi seguro que no se las dice a nadie, porque si las dice, cuando salga de Libertad para vivir en libertad, lo pueden meter otra vez en Libertad. ¿Ven como es enorme?
Mario Benedetti.


Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. Didoskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso "por tener ideas ideológicas", recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos y el dibujo pasa. Didoskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:

¿Son naranjas? ¿qué frutos son?

La niña lo hace callar:

Ssshhhhh

Y en secreto le explica:

Bobo ¿no ves que son los ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.

Eduardo Galeano (1976) del libro "Días y noches de amor y de guerra".