miércoles, 30 de marzo de 2011

La grieta que deja pasar a la luz: la liminaridad.


"La mayoría vivimos así; vivimos según un plan preestablecido. Pasamos la juventud educándonos. Luego buscamos un trabajo, conocemos a alguien, nos casamos y tenemos hijos. Compramos una casa, procuramos que nuestro negocio tenga éxito, intentamos realizar sueños, como tener una casa de campo o un segundo automóvil. Nos vamos de vacaciones con nuestras amistades. Hacemos proyectos para la jubilación. Los mayores dilemas que algunos de nosotros hemos de enfrentar son dónde pasar las próximas vacaciones o a quién invitar por Navidad. Nuestra vida es monótona, mezquina y repetitiva, desperdiciada en la persecución de lo banal, porque al parecer no conocemos nada mejor."
afirma Sogyal Rimpoché, y continúa:
"Nuestra única finalidad en la vida pronto se convierte en conservarlo todo tan seguro y a salvo como sea posible. Cuando se produce algún cambio, buscamos el remedio más rápido, alguna solución ingeniosa y provisional. Y así, a la deriva, va pasando nuestra vida hasta que una enfermedad grave u otra calamidad nos saca de nuestro estupor" 

"La pereza occidental es muy distinta. Consiste en abarrotar nuestra vida de actividades compulsivas a fin de que no quede tiempo para afrontar los verdaderas problemas. Si contemplamos nuestra vida veremos claramente cuántas tareas sin importancia, a las que llamamos «responsabilidades», se acumulan para llenarla. Un maestro las compara a «hacer la limpieza de la casa en sueños». Nos decimos que queremos dedicar tiempo a las cosas importantes de la vida, pero nunca tenemos tiempo. El mero hecho de levantarnos por la mañana supone una multitud de tareas: abrir la ventana, hacer la cama, ducharse, limpiarse los dientes, dar de comer al perro o al gato, fregar los platos de la noche anterior, descubrir que te has quedado sin azúcar o café, salir a comprarlo, preparar el desayuno... Es una lista interminable. Luego hay que buscar la ropa, elegirla, plancharla, volverla a guardar. ¿Y el cabello? ¿Y el maquillaje? Desvalidos, vemos cómo se nos llenan los días de llamadas telefónicas y proyectos triviales, de responsabilidades y responsabilidades... ¿O no deberíamos llamarlas «irresponsabilidades»? Parece que nuestra vida nos vive, que posee su propio impulso imprevisible, que se nos lleva; en último término, nos parece que no tenemos elección ni control sobre ella. Naturalmente, esto a veces nos hace sentir mal, tenemos pesadillas y despertamos sudorosos, preguntándonos: «¿Qué estoy haciendo de mi vida?». Pero nuestros temores sólo duran hasta la hora del desayuno; aparece el maletín y volvemos a estar donde empezamos"


Ese momento en el que pensamos "¿qué estoy haciendo con mi vida?" es lo que los/las antropólogos/as llamamos liminaridad o fase liminal. Se trata del período entre uno y otro estado, el limbo durante el cual las personas han abandonado un lugar o estado, pero todavía no han entrado o no se han unido al siguiente. Éste es un espacio liminal, un umbral, un espacio libre donde no sucede nada y que genera incertidumbre, vacío, angustia, ansiedad y hasta silencio.

"Las cosmologías son reconfortantes, nos tranquilizan en la vida. Para ello, intentan aniquilar el acontecimiento (lo que puede obstaculizar la buena marcha de la vida individual o colectiva). Claro está, no pueden evitar que de cuando en cuando haya muertes, epidemias, sequías, guerras. Pero en este caso (...) lo conjuramos, nos tranquilizamos, aplicamos el principio de precaución y, si de todas formas se produce es necesario encontrar a los culpables, y no tanto para castigarlos (aunque se exige también eso en ocasiones) cuanto para restablecer el orden quebrantado".(...) para desplegar toda la cadena de causas que explican su aparición y mostrar al mismo tiempo que está controlado, que no volverá a producirse, o en todo caso no en las mismas condiciones" explica el antropólogo Marc Augé.
 
Esto que podría ser interpretado como algo negativo, un espejismo o un comportamiento inmaduro, es en realidad algo positivo. 


La fase liminal es un espacio que posibilita el cambio, donde tenemos la posibilidad de que suceda todo. El sujeto es libre y esta abierto a todas las posibilidades y para ello se necesita la capacidad humana de invención y anticipación. El hombre goza de fantasía e imaginación y de una capacidad innovadora para crear perspectivas y ficciones (de ahí la importancia del arte, de la ficción, de los cuentos...)   

La transición de un estado a otro en la vida comunitaria se realiza a través de lo que se llama "ritos de paso". Estos ritos presentan tres fases: separación, liminaridad y agregación. En la primera, las personas abandonan el grupo y comienzan a pasar de un lugar o status a otro, en la tercera fase, se reintegran a la sociedad,y la mayoría de ellos se centran en la etapa liminar. A pesar de las diferentes pautas de cada cultura, en todas existe un componente de muerte y resurreción del yo individual: “lo que yo soy antes del ritual muere para dar paso a un nuevo ser después o durante el mismo” Algunas tribus de África envolvían al candidato en pieles, como representación del vientre materno, como si volviera a nacer.

Pero no se debe confundir la transgresión y el renacer espiritual con la transgresión material, que es con lo que nos intenta saciar la sociedad capitalista, y donde ya todo se vuelve producto, incluso las nuevas experiencias:

"Los días en que la agricultura dominaba la economía hace tiempo que pasaron.
Los de la industria casi han acabado. La vida económica no está ya dirigida primordialmente a la producción. ¿A qué está dirigida entonces? A la distracción." afirma e filósofo John Gray. "El capitalismo contemporáneo es prodigiosamente productivo, pero el imperativo que lo mueve no es la productividad. Es mantener a raya el aburrimiento. Donde la prosperidad es la regla, la principal amenaza es la falta de deseo. Con las apetencias tan rápidamente saciadas, la economía pronto viene a depender de la manufactura de necesidades cada vez más exóticas. Lo nuevo no es que la prosperidad dependa de estimular la demanda. Es que no pueda continuar sin inventar nuevos vicios. El motor de la economía es un imperativo de perpetua novedad, y su salud ha llegado a depender de la manufactura de la transgresión. El espectro que nos persigue es la superabundancia –no sólo de bienes físicos, sino de experiencias que han palidecido. Las nuevas experiencias se quedan obsoletas antes incluso que los nuevos productos"

 El verdadero cambio en nuestra fase liminal es más profundo, más simbólico,  muy alejado de las perfecciones que nos quieren vender, y para eso hay que mirar para adentro. 


"Pero en un mundo dedicado a la distracción" recuerda Rimpoché, "el silencio y la quietud nos aterrorizan, y nos protegemos de ellos por medio del ruido y las ocupaciones frenéticas. Contemplar la naturaleza de nuestra mente es lo último que nos atreveríamos a hacer. Algunas veces pienso que no queremos plantearnos realmente ninguna pregunta acerca de quiénes somos, por miedo a descubrir que existe otra realidad distinta a ésta. A veces, aunque la puerta de la celda esté abierta de par en par, el preso no quiere escapar.

No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
O en lo que aún no ha pasado.
Tañe las campanas que aún pueden repicar,
Olvídate de tu ofrecimiento perfecto;
Todo tiene una grieta:
Así es como entra la luz. 

 Leonard Cohen, "Un buscador de la verdad"




Mottainai  (勿体無い) es una expresión japonesa que se refiere a no desperdiciar aquello que es valioso, y el sentimiento de arrepentimiento cuando se desaprovecha algo. Recientemente se utiliza para referirse a los recursos y el medio ambiente.

La filosofía del mottainai se encuentra dentro del sintoísmo y el budismo japoneses. El sintoísmo, la religión originaria de Japón, cree que en la naturaleza se encuentran diferentes espíritus llamados kami que deben ser adorados. Preservar objetos por más de 100 años hará que estos adquieran un espíritu y se conviertan en un tsukumogami. Incluso el ningyō kuyō es una ceremonia en la que se hacen ritos fúnebres para muñecas que ya no se quieren conservar pero tampoco se quieren desechar. Así pues, dentro del sintoísmo no solo se venera a la naturaleza, sino a los objetos antiguos, que se conservan y se heredan de generación en generación.

El ahorro de materiales no solo proviene de la religión, sino que también se justifica por fines pragmáticos. En la era de la posguerra, Japón se encontraba en una situación de miseria.

La palabra kintsukuroi (金繕い) es una forma de arte que consiste en reparar cerámica. A pesar de que en occidente la cerámica que se rompe se considera un desecho, o incluso la cerámica que se repara se considera fea, en Japón tiene un valor especial. El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado, luego, con polvo de oro, se llama Kintsugi.

Este arte de reparar cerámica data del siglo XVI. Se cuenta que, en una ceremonia de té, alguien dejó caer por accidente el bello tazón de un terrateniente, y se rompió en cinco piezas. Uno de los invitados, para que no se enfadara, improvisó un poema en el que hablaba del nombre de quien dio el tazón y el singular estilo de este por las cinco piezas que componían el objeto, provocando las risas de los demás invitados.

Ciertamente, la prueba de la fragilidad de estos objetos y de su capacidad de recuperarse son lo que los hace bellos.

Lo que la psicología occidental llama "resiliencia": La capacidad de los seres vivos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas.


Fuentes:
 El libro tibetano de la vida y la muerte- Sogyal Rimpoché.
 ¿Por qué vivimos? Marc Augé.
 Perros de Paja- John Gray.
http://conoce-japon.com/curiosidades-2/mottainai/
http://conoce-japon.com/arte/kintsukuroi/






jueves, 24 de marzo de 2011

La sociedad tribal: Libia

En antropología, la sociedad trival es un tema más que conocido, así que vista la controversia del concepto en las noticias sobre el conflicto en Libia, quizás sea de interés desempolvar los apuntes... Parece que la hegemonía de los modelos políticos de los estados modernos no ha hecho desaparecer esta forma de organización.Otro ejemplo más de la importancia de la antropología ;) 

 Las tribus son grupos de familias y de descendencia (linajes) asociados a territorios controlados por los miembros de esos grupos y por sus formas políticas de organización basadas en grupos de linajes conocidos como clanes, y en algunos casos, confederaciones tribales.

Y en el caso de Libia, de donde vienen?

La vastedad de su paisaje desértico atrajo a miles de personas a ubicarse en varias coordenadas. Por su inmenso territorio y numerosos caravanserais (o khans) atravesaban las luengas caravanas repletas de mercancías, de un lado al otro del norte de África, una ruta que en varios puntos conecta a esa región con Europa y con la entrada al Oriente Medio. En algún momento ha sido tierra ocupada por los bereberes, los tuaregs, los siaans, los tebous y deseada por los egipcios y los romanos. Fue también el oscuro objeto del deseo de los turcos, bajo el Imperio Otomano, quienes impusieron, ley, orden y religión (la orden de los Sanusi), bajo el amparo del Islam. La vida comercial florecía en el siglo XIX, pues la región oeste y su centro urbano, Tripolitania, se convirtió en el corazón del comercio trans-Sahariano, hasta el punto que muchos pueblos abandonaron el modo de vida pastoral-nómada para integrar la agricultura y el comercio a sus formas de actividad económica.
Todo iba de maravillas hasta que se dio la revuelta de los jóvenes turcos en 1908 (movimiento reformista y nacionalista en contra del sultán Abdul Hamid II), seguida de la guerra entre Italia y el Imperio Otomano. El territorio fue escenario de luchas entre los pueblos del norte de África, los turcos, los italianos, los franceses y los ingleses, por el control de tan importante bastión geopolítico. La ocupación italiana de Cirenaica (al este del territorio) fue devastadora. El fascismo hizo mella y destruyó la economía agrícola y comercial. Muchos pueblos regresaron a sus raíces nómadas, y quien sabe, si a su relación tribal con el territorio. Esta parte de la historia terminó con la intervención de las Naciones Unidas dirigida a otorgar a este territorio, Libia, su independencia en 1951 y la imposición de un rey: Idris. Libia era entonces el país más pobre del mundo, con un alto porcentaje de analfabetismo.

Idris montó su quiosco, y creó una burocracia estatal basada en las familias afines a la suya, es decir, a su tribu. Por medio del nepotismo y el reclutamiento y matrimonio entre miembros de esas familias y tribus, Idris desarrolló un sistema cerrado de gobierno que se enriqueció con la corrupción, los favores, y las prebendas, en un país que empezaba a ser próspero gracias al petróleo que recién habían descubierto. Libia tenía un estado, basado en la fuerza de unas tribus dominantes y con el auxilio de algunos grupos tribales solidarios. El resto de las tribus estaba al margen del poder, y de los beneficios económicos del nuevo estado. El descontento era evidente y en ocasiones se enfrentaron al poder.
En 1969 Idris enfrentó la peor crisis política de su reinado, cuando Mu’ammar al-Gadafi dio un golpe de estado con los militares y depuso a Idris. 

Gadafi, con una orientación socialista, fue un importante pensador sobre las tribus y su rol en la formación de los estados y sociedades socialistas. Desde una perspectiva marxista, comenzó a explicar la importancia de la tribu, como la esencia del comunismo, y de cómo debían ser integrados al nuevo sistema político civil. Gadafi, como Idris, antes que él, y como los turcos, tuvieron serias dificultades en absorber e integrar a las tribus.

En su famoso Libro Verde Gaddafi señala: “Desde el momento en que la tribu es una familia en sentido amplio, ofrece a sus miembros los mismos y amplios beneficios materiales y ventajas sociales que la familia proporciona a sus integrantes; pues la tribu es una familia de otro orden. Pero debemos poner de relieve que -en el contexto de la tribu- un individuo puede permitirse un comportamiento zafio, que no tendría en el seno de su propia familia. Sin embargo, a causa de la dimensión menor de la familia, no hay una supervisión inmediata (del comportamiento personal), mientras que en la tribu todos sus miembros se sienten siempre bajo supervisión de los demás. Tras estas consideraciones, (está claro que) es la tribu quien conforma las pautas de comportamiento de sus integrantes, desarrollando un tipo de educación social más noble que la de cualquier institución educativa. La tribu es la escuela social en la que todos crecen absorbiendo los altos ideales que terminan estableciendo el modelo de comportamiento vital. La tribu es un “paraguas” social natural para la propia seguridad. En virtud de las tradiciones sociales tribales, la tribu provee protección colectiva en forma de ajuste, venganza y defensa; es decir, en forma de protección social. La sangre es el primer factor de formación de la tribu, pero no es el único. La adscripción es también un factor de formación tribal. Con el paso del tiempo, las diferencias en los factores de adscripción y sangre se diluyen, dejando a la tribu como una unidad física y social única, que permanece -pese a todo- como unidad originaria por (sus vínculos de) sangre”. Según esa idea, la concepción marxista de clase está siempre solapada por una pertenencia tribal inevitable.

Para ello ideó las asambleas tribales (Yamahiriah), que decidían sobre los asuntos públicos, excepto sobre aquellos relacionados a la milicia y a los ingresos del petróleo, las dos áreas de control del gobierno de Gadafi. 

Hanspeter Mattes, del Instituto Alemán de Estudios Globales, experto en Libia, es preciso: “La llegada al poder de Muammar Gaddafi en 1969 devino en una alianza de la tribu del propio Gaddafi (los Qadhadhifa) con los Warfalla y los Maqarha, que obtuvieron puestos clave en las fuerzas armadas, la policía y los servicios de inteligencia. De este modo se aseguraron su control. (...) los Warfalla se han opuesto al duro tratamiento dado por Gaddafi a sus opositores. Así se han distanciado de la tribu de Gaddafi. La tribu Warfalla puede permitírselo porque son poderosos. Para las tribus más pequeñas esa opción era más difícil”. Libia, recuerda Mattes, carece de constitución alguna desde 1977, así que no hay marco legal de referencia y todo acuerdo nuevo tiene que basarse en las estructuras verdaderamente existentes: las tribus.

En base a esto, el analista libio Mahamoud al Nakou dice en The Guardian (domingo 27 de febrero) “La táctica de Gaddafi ha sido jugar la carta tribal. En un par de sus últimos discursos, prometió a varias tribus riquezas y tierras, bajo el viejo principio de divide y vencerás. No faltan los comentaristas que cometen el error de creer que Libia es una sociedad tribal. No lo es. Sólo necesitamos mirar hacia esta revolución en la que nadie enarbola la separación o se aparta de esa juventud libia que lidera al pueblo en su marcha hacia una Libia libre”.Se refiere a los rebeldes que atraviesan las grietas de lo tribal, ya que su educación en Europa y Estados Unidos los aleja del esquema tradicional de las tribus libias.
Desde luego la renta per cápita en Libia es la más alta entre los países árabes afectados por la reciente ola de revueltas, con excepción de Bahrein, ¿pero cuál ha sido y es el reparto efectivo?

Así que no hay que equivocarse con las salidas surrealistas de Gddafi o su reciente provocación con el paraguas: no ha perdido la cabeza. No va dirigido a nosotros, sino al orgullo tradicional libio. La revuelta social , los intereses de las compañías petrolíferas, la intromisión de las potencias extranjeras, no desaparecen; pero en el escenario libio tienen necesariamente que atravesar el filtro tribal. Las ideologías se desarrollan en función de su arraigo en uno u otro clan. Los jefes tribales tienen una influencia cierta en atizar la guerra civil o negociar un acuerdo de paz. Su posición política real, en su calidad de jefes de clan, no se evapora porque a nuestra mentalidad “europea” le cueste ver la realidad a través de ese prisma. 



Extraido de:


El fin de la cultura capitalista: Jose Luis Sampedro.

"Esta cultura capitalista de cinco siglos ha agotado ya sus posibilidades"

José Luis Sampedro. Escritor y Economista. Cree que el mundo está en la era del desconcierto y que va hacia otro modelo. La única salida es la educación y el pensamiento.

 

 ¿Cómo está viendo la tragedia de Japón?


Desde luego como una catástrofe espantosa y como una amenaza extraordinaria. Si sucediera una explosión estilo Chernóbil, alcanzando a Tokio la radiactividad, sería horrible. Lo que ha ocurrido en Fukushima es el resultado de un exceso de confianza en el ser humano. Soy de los que hace años pensábamos que el desarrollo sostenible es mentira, que lo que llevamos adelante es insostenible. 

¿Por qué seguimos adelante?

Porque los dirigentes están inspirados en dos ideas: una, la potencia extraordinaria de la técnica. La técnica ha logrado resultados tan fabulosos, que parecería que podría conseguir lo que quisiera. Y se piensa que ocurra lo que ocurra la técnica lo resolverá y que si se agota el petróleo, la técnica sacará, como pensaba Franco, oro del granito del Escorial. La otra idea es que la religión nos dice que los humanos tenemos un alma inmortal, que, como dice la Iglesia católica, el hombre es casi divino porque Dios lo hizo a su imagen y semejanza. Animado por esa esperanza inmaterial y por una técnica se cree que se puede hacer lo que quiere.

¿Nos hemos creído más de lo que somos?

Nos creemos dioses y hacemos lo que no podemos hacer, y que si fuésemos racionales no necesitaríamos hacer. Desde los tiempos de Grecia la humanidad ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, pero no hemos aprendido a vivir en paz, a convivir, a no matar al vecino. Las palabras favoritas de esta cultura son productividad, innovación y competitividad. Somos muy poderosos en técnica y muy ignorantes y faltos de sabiduría. El exceso de ciencia no está compensado por la manera de usarla. 

¿El progreso nos ha dejado sin control?

Progreso es una palabra que implica un fin, un objetivo, como en un viaje. ¡Pero aquí no saben dónde van! No sólo no saben dónde van, lo malo es que ni siquiera saben dónde quieren ir. Sarkozy, Berlusconi y otros que prefiero no nombrar en castellano y en inglés no saben lo que quieren. Vivir en paz es un objetivo, pero para eso deben educarnos y estamos haciendo todo lo contrario. 

¿Ante esta catástrofe nos haremos más humanos?

Ojalá sirviera al menos para eso, pero me temo que no, porque estamos muy mal dirigidos. Además, se nos enseña muy mal. La solución a largo plazo de todo es la educación, la preparación de los seres humanos. Ahí sí tendríamos que hacer progreso y desarrollo. Lo primero es que la gente razone y piense por su cuenta. Nos están educando al revés, nos educan para producir y consumir. Nadie nos prepara para ser más humanos, para ser mejores. Dicen que no hay alternativa a este desarrollo, cómo que no: ser mejores en vez de tener más cosas. La alternativa es educar para ser mejores.

Creo que eso no aparece en ningún plan de estudio.

Verá, la mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo. Ojalá nos hiciera más humanos esta catástrofe, para sabernos miembros de la naturaleza y no dioses.

¿Están preparadas las universidades a ello?

Esto que se acaba de implantar, la universidad con salsa boloñesa, es la muerte de la universidad. La universidad era un templo de sabiduría. Esto que hacen ahora es una escuela politécnica. Han dado la universidad a los financieros y los financieros lo que quieren es ganar dinero. Eso implica que lo que se enseña es saber hacer cosas, pero no saber cómo son las cosas.

Hemos pasado a hablar de la cultura como producto, legitimada por su aportación al PIB. Otras virtudes como la verdad o la belleza han dejado de ser importantes. ¿Qué le parece?

A eso se responde de una manera: el PIB no es la medida del bienestar.

¿Por qué han cambiado las reivindicaciones y ahora se prioriza la defensa de la libertad al fin de las injusticias?

Siempre que se use la palabra libertad hay que pensar para quién. La libertad para el pobre quiere decir que no me opriman. Pero la libertad para el rico es que me dejen las manos libres, que yo haré lo que me dé la gana y entonces explotaré a quien haga falta. Cuando me hablan de libertad recuerdo siempre el lema de la revolución francesa. Le voy a contar algo que explicaba en clase hace años: la libertad vuela como las cometas. Vuela porque está atada. Usted coja una cometa y láncela, no vuela. Pero átela una cuerda y entonces resistirá al viento y subirá. Cuál es la cuerda de la cometa de la libertad: la igualdad y la fraternidad. Es decir, la libertad responsable frente a los demás.

¿Por qué no interesan las injusticias?

Porque se han degradado los valores. Al declarar que todo es mercancía, que todo es dinero, que el PIB y la cultura son dinero... ¿Qué es la corrupción generalizada? Simplemente que hay hombres en venta y otros dispuestos a comprarlos. ¿Hay mayor degradación que esto? Hoy no se respeta nada: hay altos cargos jactándose de ser imputados y pensando que la gente cree que es un tío grande porque no lo para nadie. ¿Cómo puede ser un político imputado un ciudadano modelo?

José Saramago decía que el capitalismo nos había adocenado.

Claro, y qué razón tenía. La democracia no es el gobierno del pueblo en ningún sitio. ¿Qué se vota? Lo que nos hacen que votemos. En la infancia, llega un cura y mete en la cabeza dogmas. Eso empieza a condicionar el pensamiento y el pensamiento debe ser libre, más que la libertad de expresión. Si con la libertad de expresión lo que expresa es lo que le dicen que diga, no interesa. Lo que importa es lo que pensamos.

¿Necesitamos una revolución más que nunca?

Lo que necesitamos es reeducarnos. Puede que catástrofes como la nuclear induzcan a pensar que lo que estamos haciendo no está bien. Se censura a los jóvenes porque no tienen sentido político. No es que pasen, es que quieren otra cosa. Mire usted, que cambiaremos es seguro. Otro mundo es seguro, la Historia es cambio. Ahora mismo pasamos por un momento que yo llamo de barbarie porque se han degradado todos esos valores que comentamos. Es una etapa de desconcierto hacia otro modelo distinto. Esta cultura capitalista de cinco siglos ha agotado ya sus posibilidades.

¿Tiene claras cuáles son las conclusiones de esta crisis?

Le contestaría con una sola palabra: entropía. Todo lo que nace muere. Cuando nacemos empezamos a morir. Yo llevo 94 años viviendo, es decir, 94 años muriéndome. Es un proceso vital. Todos los imperios anteriores entraron en decadencia. ¿Qué duró el imperio español, cuánto el auge francés, qué queda del imperio británico, cuánto ha durado el imperio norteamericano? Ya se ha acabado: EEUU no domina como en 1945. Tiene un Ejército más fuerte, pero no es el amo del mundo. Ahora tiene en frente a China, Brasil y Rusia.

¿Qué perspectivas hay?

El matemático Poincaré decía: "El caos es un orden que no conocemos". Pues ahora estamos en un orden que no conocemos. ¿Y qué perspectivas hay? Pues el próximo orden. ¿Cómo será? No lo sé. Tengo mis ideas, pero no lo sé.

Maravilloso.

¿El orden?

No, usted.

Extraido de:  http://www.publico.es

domingo, 20 de marzo de 2011

Caleidoscopio de géneros y sexos: berdaches y más.

"Nosotros, a diferencia de la sociedad blanca, no desperdiciamos gente. Cada persona tiene un don". 
Joe Medicine Crow, indio Crow.



"El capitalismo y el patriarcado de nuestra cultura occidental actual nos deja un esquema de género y prácticas y normas culturales muy estrechas. En nuestra sociedad que se autoproclama "moderna y liberal", sólo hay dos géneros, éstos son inviolables y están determinados por los genitales."
Marvin Harris, antropólogo. 

 "No clasificamos porque hay cosas que clasificar, sino que al clasificar escogemos (o incluso inventamos) elementos para hacerlo" escribe Jean Pouillon en "Appartenance et identité".

El término «sexo» se reserva para la descripción de la diferencia biológica y no determina necesariamente los comportamientos.

El término «género» designa lo que en cada sociedad se atribuye a cada uno de los sexos; es decir, lo que como construcción social se considera masculino o femenino.

Ésto que parece tan fácil de comprender se torna más complejo cuando a los dos términos se les impregna de cultura, que es lo que mejor sabemos hacer los humanos.

Al leer "sexo" o "género" nos viene a la cabeza "hombre/mujer" y "masculino/femenino". La verdad es que existen muchos más tipos de género que lo que nos parece "normal" en nuestra sociedad. ¡Incluso mucho más tipos de sexo.! (Por eso, términos como "tercer género" se tornan inútiles en otras culturas en las que no existe este binarismo)
 

Existen los cromosomas XX y XY. Esta claro que para sobrevivir, tenemos que
tener un cromosoma X por lo menos, que es el que otorga la mujer, porque sólo tiene X. Es el hombre el que otorga al feto su cromosoma X o Y, que es lo que decide el sexo del feto (aún cuando a las mujeres les repudian en muchas culturas por tener niñas y no niños)
Pero no sólo existen estos dos casos. Se puede ser XXY, "intersexual". También X sólo, o XYY ("super hombre"), o XXX ("super mujer")
Y no sólo estos es viable: una sola persona puede tener en distintos órganos lo que se llama "cromosomas en mosaico", un sistema con un esquema y otros sistema con otro esquema. Hay puestos intermedios desde el punto de vista cromosómico.

Ni siquiera la testosterona o los estrógenos marcan nada. Todas las personas tenemos de los dos, y cambian a lo largo de la vida.

¿Y como la cultura enfrenta todo este mosaico? Pues con un caleidoscópico método cultural.

En la "sociedad occidental" tenemos una estrechez de miras sobre este tema. Tanto es así que hasta avanzada la década de los 50, en EEUU, a las niñas que nacían con el clítoris demasiado grande, se le cortaba para "feminizarla". Los médicos entregaban a la familia, a través de la intervención quirúrgica, castrando, un hombre o mujer "normalizando". No aceptaban los casos intermedios, y se fabricaba la dualidad física sin ni siquiera pedir permiso.

Un caso extremo fue el de la mejor vallista española, María Patillo, que en 1988, los médicos del Comité Olímpico Internacional (COI), tras hacerle unas pruebas, le comunicaron que no era una mujer, sino un hombre. Puede que pareciera una mujer, pero los exámenes revelaron que tenía un cromosoma "Y". En consecuencia, se le prohibió competir en los Juegos Olímpicos.
Las autoridades deportivas españolas le propusieron simular una lesión, pero ella lo rechazó, y el asunto llegó a oídos de la prensa europea. La vida de Patiño se arruinó. La despojaron de sus títulos y de su licencia federativa para competir. Su novio la dejó. La echaron de la residencia atlética nacional y se le revocó la beca. La prensa nacional se divirtió mucho a su costa. Como declaró después, «Se me borró del mapa, como si los doce años que había dedicado al deporte nunca hubieran existido». Su caso, se supo después, era una condición congénita llamada "insensibilidad a los andrógenos"; lo que significaba que, aunque tuviera un cromosoma "Y", sus células no reconocían esta hormona masculinizante. Decidió plantar cara al COI, contó con el apoyo de Alison Carlson, ex tenista y bióloga de la universidad de Stanford, contraria al control de sexo, y juntas emprendieron una batalla legal, que ganaron. Ahora es profesora en Ciencias de la Educación y del Deporte, y miembro de la Comisión de Bioética del COI.

Es decir, no es que haya dos modelos de género porque haya dos sexos. No sólo existen dos sexos. Hemos fabricado dos modelos de género y por consiguiente obligamos a las personas a tener un sexo u el otro y adecuarse en un modelo o en otro. Las conductas de género están configuradas por lo biológico, y lo biológico lo adecuamos en una dualidad cerrada hombre-mujer. Al final, lo social influye sobre lo físico.

Un ejemplo son los y las transexuales, hay una presión social para transformarl@s en una mujer o en un hombre para "normalizarlos" a través de la cirugía estética (lo primero que le preguntamos es "si se ha operado"). Este colectivo muchas veces asegura que a veces no es necesario operarse, que eso depende del deseo de cada individuo. Otro ejemplo es el de la homosexualidad institucionalizada, como la define Mary McIntosh. Cuando conocemos un caso de homosexualidad de alguien que está casado/a con una persona del sexo opuesto, tendemos a juzgarle y pensar que simplemente estaba mintiendo, como si la homosexualidad fuera un rol permanente. El acto de revelarse como homosexual puede anular una vida entera de heterosexualidad.

¿Y qué ocurre en otras culturas?

Los navajos reconocen tres sexos físicos: hermafroditas, varones, y mujeres, y al menos tres status de género: varones, mujeres y nadle o 'Nádleehí' (que significa "uno que se transformó"). A los nadle se les asigna esta posición sobre la base de sus genitales ambigüos, y sus parejas sexuales podían ser con mujeres u hombres. También existen falsos nadle, al que se reconoce como nadle, pero cuyos genitales no son hermafrodíticos. Así, la homosexualidad, que se define como rela­ciones entre personas del mismo sexo, no se permite. Si el del nadle es un status de tercer sexo, enton­ces el término homosexual carece de sentido.

Lo mismo ocurre con los hijra de la India. Los hijra son un "tercer género" reconocido, formado idealmente por varones hermafroditas impotentes que se someten a una emasculación quirúrgica ritualizada por la que se extirpan los genitales. Puede ser semejante a la del nadle en el sentido de que también proporciona oportunidades a los no hermafroditas. 

La forma local del mahu polinesio era un status de tercer género. Aun cuando el mahu realiza actividades laborales que se consideran tradicionalmente trabajos de mujeres, en Tahití ya no se visten de mujer. Aunque se considera que los mahu son «naturales», no tienen porqué ocupar el status de mahu durante toda su vida. Además, una persona puede tener aspecto de mahu sin serlo (como aquí diríamos que tiene "gestos femeninos"), y las relaciones sexuales con hombres se consideran una con­secuencia opcional.

Fa'afafine (también pronunciado faafafine, fafafige o fafafine) es el tercer sexo en la cultura de Samoa. La palabra fa'afafine incluye el prefijo causal fa'a que significa ¨en la forma de¨, y la palabra fafine que significa ¨mujer¨. Esta palabra está relacionada con otras lenguas polinésicas como el tongano que usa las palabras fakafefine o fakaleiti, o 'akava'ine en las Islas Cook.

Los guevedoce ("huevo a los doce" (años)) en República Dominicana, son al nacer genitalmente ambigüos producto de las relaciones sexuales entre parien­tes próximos. Se los crian como muchachas hasta la pubertad, cuando se produce una radical virilización debido a una deficiencia en una enzima, su identidad de género cambia, su conducta se hace masculina, y toman mujeres como objeto sexual. En la localidad de Salinas afecta hasta el 1% de los chicos nacidos en este lugar. El mismo fenómeno es conocido como kwolu-aatmwol entre los sambia de Papúa Nueva Guinea. (Hay una película argentina sobre este caso: XXY).

Entre los chukchee, habitantes de la costa ártica, existían unas prácticas de chamanismo, mediante las cuales se dice que hombres y mujeres podían cambiar de sexo. Había varios niveles de transformación; en el primer nivel, la persona que había de convertirse en mujer se arreglaba el pelo en forma femenina. En el segundo, se vestían con ropas femeninas. Finalmente el cuerpo se transformaba, según ellas, si no en su apariencia externa, sí al menos en sus facultades y fuerza física. Él se convertía en mujer con apariencia de hombre. Al cabo de cierto tiempo tomaba esposo. La esposa se hacía cargo de la casa. Según la leyenda, algunas llegaban a adquirir órganos de mujer

Desde la década de los noventa Mika es uno de los whakawahine más queridos en Aotearoa Nueva Zelanda, cuyos espectáculos fusionan el cabaret y elementos de la cultura māori. Su labor artística ha ayudado a una mejor comprensión de la homosexualidad por parte de la comunidad de los Tangata Whenua. Las coreografías de Mika fusionan elementos māori y polinesios junto a tradiciones de baile europeas en lo que el mismo califica como Urban Māori Dance Style. Su intención es trasmitir al público que la cultura māori no es una cultura muerta.

 
Los xanith omaníes es una opción de tercer género. El xanith no se traviste, sino que se ciñe la túnica masculina como las mujeres se ciñen su vestido. Este status de género tiene un componente económico en términos de prostitución homosexual, como un género salvavidas para hombres que pasan por una mala racha económica. Un xanith puede despojarse de su status y puede recuperar su posición de varón, incluidos el matrimonio y la familia y no padecerá estigmas negativos al reasumir su posición de varón. 

Entre los indios norteamericanos, cuando el hombre no reforzaba su estatus de género con las esenciales actividades masculinas de la caza y de la guerra y se contradecía por las tareas femeninas, la nueva identidad que surgía era la de «medio hombre, medio mujer» del niizh manidoowag/dos espíritus (en lengua ojibwa). Dentro de los Lakota está el 'Winkté' (nombre que se da a los hombres que tienen la costumbre de comportarse como mujeres), mientras que los Cheyenne tienen al Hemaneh ("mitad hombre, mitad mujer). En este caso, los genitales no son las insignias fundamen­tales del género,  sino su interés y libre elección que potenciará de mejor manera su desarrollo personal.  

Will Roscoe ha dedicado los últimos años al estudio de la diversidad de roles e identidades de género entre los amerindios. Se han documentado personas dos espíritus, en más de 130 tribus amerindias, en cada región del continente y en cada tipo de cultura nativa. En un estudio reciente escribe: “La evidencia de la multiplicidad genérica en Norteamérica refuerza la teoría del constructivismo social, que sostiene que los roles de género, las sexualidades y las identidades no son naturales, esenciales ni universales, si no que se construyen a través de discursos y procesos sociales”.
 
We’wha fue un nativo americano de la tribu Zuñi, de Nuevo México. Ella fue la más famosa Lhamana.
 

La antropóloga Matilda Coxe Stevenson, en 1886, consiguió que We'wha conociera al presidente Grover Cleveland. Su caso fue descrito en el libro “The Zuñi Man-Woman” de Will Roscoe de 1991.

El primer paso de un "doble espíritu" se daba durante la infancia. En el ritual de los indios papago, si los padres notaban que su hijo no estaba demasiado interesado en los juegos de niños o en las actividades de hombres, organizaban una ceremonia para determinar cómo debían criarlo. Hacían una cerca, en cuyo centro colocaban un arco (instrumento de hombres) y una cesta (de mujeres). Se decía al niño que se metiese en el cercado y que sacase algo y, cuando entraba, se prendía fuego a la cerca. "Miraban lo que llevaba consigo al salir, y si era la cesta, se asumía que era un berdache"

El ritual de los indios mojaves era diferente: se preparaba un círculo de cantantes y se llevaba al niño al centro del círculo. Si el niño estaba llamado a seguir el camino de los dobles espíritus, empezaba a bailar como una mujer. Los mojaves decían "No puede evitarlo". Tras la cuarta canción, se proclamaba al chico persona de doble espíritu y, desde ese momento, se le criaba adecuadamente, conforme a esa condición. ¿Qué significaba "adecuadamente"? Se trataba de enseñar al muchacho a hacer los trabajos de las mujeres así como aquellos reservados a los hombres. También debía pasar tiempo con los sanadores o chamanes, que también solían ser dobles espíritus. Por encima de todo, su niñez estaba marcada por la aceptación y la comprensión. "Tibasa" significa “mitad mujer” en hopi-navajo; "mixu’ga", literalmente “instruido por la luna” en lengua Omaha; "panaro" que se traduce como “dos sexos”, etc.

Los pokot de Kenya reconocen la existencia de dos sexos, hombres y mujeres, y de un tercer género denominado “sererr”, que no es considerado propia del macho ni de la hembra debido a su desarrollo genital incompleto. «Un sererr no puede ser una persona de verdad. Para ser un verdadero pokot hay que ser muy hábil en el sexo. O se hace bien el sexo o no se puede tener buena opinión de sí mismo y nadie pensará bien de uno.»

Los piegan septentrionales forman una cultura dispar con un acentuado rol sexual en el que los hombres son agresivos mientras que las mujeres son sumisas. Las "corazones de hombre" son mujeres «macho» caracterizadas por agresión, independencia, audacia y descaro, y sexualidad, todos ellos rasgos asociados a la conducta de rol masculino.

Entre los isleños de las Marquesas, se ha descrito a la vehine mako o mujer tiburón. La mujer tiburón se caracteriza por una sexualidad agresiva y vigorosa. El rasgo definidor de la vehine mako es que toma la iniciativa en la relación sexual heterosexual, actividad relegada al ámbito masculino/de los hom­bres.

En Filipinas hay una serie de identidades sexuales/«géneros» que incluyen bakla (tagalo), bayot (cebuano), agi (ilongo), bantut (tausug), binabae, bading... Las mujeres son llamadas lakin-on o tomboy. Las  vírgenes juradas en los balkanes son las mujeres que trabajan y visten como hombres y emplean espacios reservados para los hombres, pero no se casan. En Etiopía meridional: ashtime de la cultura maale. En Kenia: mashoga de las áreas que hablan suahelí de la costa keniana, particularmente en Mombasa. En República Democrática del Congo: mangaiko entre los mbo. En la población zapoteca, en Oaxaca, México, se les llama muxes ('mushes') a los varones travestidos que asumen roles femeninos en la comunidad.

En Indonesia, en pueblos como los Bugi de Sulawesi, tienen hasta cinco géneros legales cumpliendo diversas funciones en la sociedad: Makkunrai (mujer femenina), oroani (hombre masculino), calalai (hombre femenino), calabai (mujer masculina), bissu (sacerdotes transgénero). 

"Imagínese que alguien está aquí, en el final de una línea y que son, como podrías llamarlo, XX, y luego viajas a lo largo de esta línea hasta llegar al otro extremo, y eso es XY. Pero a lo largo de esta línea hay todo tipo de personas con todo tipo de diferentes maquillajes y caracteres" le explicó un hombre a la investigadora Sharyn Graham Davies.

En Malasia, a las personas intersexuales se les denomina "Mak Nyah"  (chico-chica). Algunos eruditos musulmanes (y que no aparecen en el Corán) han escrito acerca de la división de género en el Islam como: hombres, mujeres, hermafroditas (khunsa), mukhannis y mukhannas. Mukhannis son varones biológicos que se identifican como mujeres y quieren un cambio de su sexo biológico. Mukhannas son varones biológicos que (desean) asumir un rol de género femenino, pero no un cambio de su sexo biológico (Teh).

Más casos:  http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2013/02/las-mujeres-que-no-amaban-los-hombres.html

Todos estos ejemplos resaltan nuestra perspectiva biocéntrica occidental, cuando el sexo (los genitales, los cromosomas, el funcionamiento endocrino, y las estrategias reproductivas) son antecedentes de la conducta de género. 
En nuestra sociedad, el género, las conductas culturales, las normas de lo que debería ser y lo que no... son una característica adscrita en base al sexo y la biología. No cabe otro género y menos otro sexo. Aunque en realidad, como hemos visto, no existen unicamente dos sexos, por lo que en realidad es un "generocentrismo" ocultado: constreñimos dos sexos en dos géneros que hemos construído.

Oyeronke Oyewumi critica la imposición de un sistema de género colonial sobre su sociedad yoruba, en la que la edad es un organizador social mucho más significativo que el sexo. Los pronombres de la cultura yoruba no indican el sexo, sino si el aludido es mayor o menor que el hablante.

Así mismo, pone en relieve que el capitalismo y el patriarcado de nuestra cultura occidental actual nos deja un esquema de género y prácticas y normas culturales muy estrechas, donde los significados que asignamos a pequeñas insignias como los adornos o los músculos definen ya de facto el género e incluso el sexo. Parece ser que en nuestra sociedad que se autoproclama "moderna y liberal", los grandes cambios en lo social, lo económico, y lo político son estrechamente limitados en tres ideas inamovibles: sólo hay dos géneros, éstos son inviolables y están determinados por los genitales. 


 

Cuando Gauguin llegó a Tahití, por primera vez, en junio de 1891, llevaba una cabellera que le barría los hombros y un coqueto tocado. Los indígenas de Papeete, sorprendidos, lo creyeron un mahu, término prohibido por los colonos y los misioneros.

Fuentes:
"Cuerpos sexuados" Anne Fausto-Sterling.
http://indiancountrytodaymedianetwork.com/2016/01/23/two-spirits-one-heart-five-genders
https://www.youtube.com/watch?v=Z6RmnfC6F0Q
http://www.antropokrisis.es/contextoculturalypracticasdegenero.html
La transversalidad de género. Contexto cultural y prácticas de género. Anne Bolin.
Marvin Harris "Nuestra especie" 
Antropología del género: culturas, mitos y estereotipos sexuales. Aurelia Martín Casares.
https://islasdelpacifico.wordpress.com/2010/03/11/mika/ 
http://www.spiritofchange.org/mind-spirit/What-We-Can-Learn-From-An-Indonesian-Ethnicity-That-Recognizes-Five-Genders/

lunes, 14 de marzo de 2011

Cuidando la vida: la homosexualidad.

"Lo que nos dicen los casos etnográficos es que es precisamente la variedad de comportamientos sexuales la que predomina. Es solo el etnocentrismo y la penosa amplitud de miras de nuestra sociedad la que impide ver en este tipo de comportamientos algo totalmente natural y hasta común en la especie humana."
Marvin Harris, antropólogo.







Los Azande de Sudán meridional tenían un ejército permanente formado por guerreros y jóvenes aprendices. Los guerreros vivían durante el periodo de formación en el campamento militar donde tenían relaciones con sus aprendices por la noche (la relación preferida consistía en introducir el pene entre los muslos del muchacho joven). Al madurar, estos guerreros abandonaban el campamento, pagaban el precio de una novia y dejaban a sus muchachos-novias para casarse y tener hijos con su esposa, a la vez que los aprendices tomaban otro muchacho joven al que enseñaban las artes bélicas y con los que tenían relaciones sexuales.
En las tierras altas de Papúa Nueva Guinea las relaciones homosexuales de chicos jóvenes también forman parte de un complejo y prolongado rito de paso que convierte a los niños en varones y fornidos guerreros. Existe la creencia en esta sociedad de que es el semen el que hace de los hombres precisamente eso, hombres, y cuanto más se posea, mejor guerrero y más varonil será. Y la mejor forma de obtener este preciado elemento es tragando el de otros hombres y guerreros de mayor categoría a través de una felación. Además, como ejemplo del valor que le dan al semen en esta sociedad, los hombres se cuidan mucho de limitar sus relaciones matrimoniales para no “malgastar” o dar demasiado semen a su mujer, ya que, según se cree, esta podría adoptar los caracteres propios de los hombres. 

Muchos antropólogos discrepan sobre si describir este hecho como "homosexual" Se trata de varones adolescentes que tienen contactos genitales con varones mayores, como parte de un proceso de desarrollo. Aquí, este contacto orogenital no significa una condición permanente o categoría especial del ser. Lo que define la expresión sexual en esas culturas no es tanto el sexo del partenaire como su edad o posición.
Según explica el propio Platón, los griegos pensaban que las relaciones sexuales con las mujeres llevaba únicamente a la reproducción, mientras que hacerlo entre hombres conducía a la procreación de la vida espiritual. Por este motivo, raro era el filósofo griego que no tenía un joven aprendiz al que enseñaba conocimientos teóricos...y otros de tipo más mundano. Las relaciones sexuales en Grecia no se dividían en torno al sexo biológico de los individuos que lo practicaban, sino que se organizaban en torno a una serie de comportamientos sociales, relacionados con la edad, el prestigio social y el género.
Otro caso de relaciones homosexuales femeninas se registró durante los últimos años del siglo XIX y principios del XX en China. Allí, en los campos de explotación de la seda, trabajaban 100.000 mujeres, en su gran mayoría solteras. Estas mujeres decidieron crear hermandades formadas por ellas mismas con el fin de darse apoyo tanto económico como sentimental, llegando a formar matrimonios lésbicos de dos o incluso tres mujeres. Se llamaban la Sociedad de la Orqu'idea de Oro.
Otro contexto en el que se mantienen relaciones lésbicas parecen ser las sociedades donde existe el matrimonio poligínico. En muchas sociedades de este tipo situadas en África como los nupe, haussa, azande o los nyakusa, se han documentado numerosos casos donde las coesposas de un mismo marido mantienen relaciones lésbicas entre ellas. Se conoce el caso de la sociedad Dahomey, situada en África occidental, donde las mujeres «se casan» con mujeres. Esto es posible porque una mujer, que por lo general ya está casada con un hombre, paga el precio de la novia, y se convierte, así, en un «marido femenino». Funda una familia propia permitiendo que sus «esposas» queden embarazadas mediante relaciones con varones asignados. La prole de estas uniones está bajo el control del «padre femenino» en lugar del de los genitores biológicos. También entre los Nandi, una sociedad pastoril y agrícola de Kenia, alrededor del 3% de los matrimonios lo son entre mujeres.

La palabra de los inuit para las lesbianas se traduce en "dos cosas suaves que rozan entre sí" y la palabra para los hombres homosexuales significa "dos cosas duras que rozan entre sí."

La película "Fuego" de la directora Deepa Mehta hace pensar en las muchas relaciones lésbicas prohibidas y silenciadas por el sistema patriarcal:



Por lo tanto, lo que nos dicen los casos etnográficos es que es precisamente la variedad de comportamientos sexuales la que predomina. De hecho podría decirse que es sólo con la llegada de la sociedad occidental que la conducta sexual adopta un significado tan restrictivo y categórico. Y es solo el etnocentrismo y la penosa amplitud de miras de nuestra sociedad la que impide ver en este tipo de comportamientos algo totalmente natural y hasta común en la especie humana.
El ser humano ha hecho de las relaciones sexuales algo diferente a la mera reproducción biológica. Nuestra cultura, sin embargo, define un rol permanente para los que entablan relaciones homosexuales (homosexualidad institucionalizada, lo llama Mary McIntosh)

Considérese, por ejemplo, las mujeres casadas que descubrieron, a menudo a partir de los cuarenta, que eran lesbianas. Aunque hayan tenido vidas sexuales activas y satisfactorias con sus maridos y hayan formado una familia, deberían haber sabido que eran lesbianas desde el nacimiento. Tendemos a juzgarles y pensamos que simplemente estaban mintiendo, como si la homosexualidad fuera un rol permanente. El acto de revelarse como homosexual puede anular una vida entera de heterosexualidad, y o se es inherentemente homosexual o heterosexual. 

Según Rosa Catalá, experta en temas de género: "Son las mismas funciones de cuidado y de preservación, asegurando de esta forma que la vida continúe con sentido. Los homínidos no solo somos reproductores, de forma imprescindible somos también productores y cuidadores de vida"


¿Y quienes son realmente los que tienen que salir del armario?
 Los perros del conquistador Balboa atacan a indios "sodomitas" en Panamá

Casos etnográficos de Marvin Harris “Nuestra Especie”. 
http://www.newnownext.com/a-new-documentary-explores-the-hidden-history-of-gay-inuits/03/2016/