martes, 18 de diciembre de 2018

Parentesco de broma: la unión hace la burla.

 “La broma es la hermana pequeña de la verdad”. Proverbio congoleño.

Habitual en el occidente del continente africano, la "parenté a plaisanterie" o “parentesco (relación) de broma” da permiso a los miembros de una misma familia y a los miembros de ciertas etnias, a criticarse, burlarse e incluso insultarse entre ellos, sin ninguna consecuencia. Entre los bambaras de Malí se conoce como senenkunya; en Burkina Faso, los mossis hablan de rakiré; en Costa de Marfil de toukpé; gamu o kal entre los wolof de Senegal, en Senegal, entre los bantúes se llama utani, y entre los fulani dendiragal. 

Estos intercambios o duelos verbales, permisivos y lúdicos, afianzan los vínculos y resuelve conflictos entre grupos e individuos. Esta tradición desempeña un papel importante en el mantenimiento del orden pacífico en algunas sociedades, calmando las tensiones sociales y frustraciones que se pueden dar por la proximidad e intereses opuestos entre etnias o entre clanes familiares, a través de la risa. Y es que la burla no se dirige a la persona en sí, sino al individuo como miembro de un grupo, y son siempre recíprocos.

En estos intercambios no se les permite ofenderse por nada de lo que diga su compañero, y tampoco pueden dañar al otro de ninguna manera.  
La profesora Paquita Reche cuenta la anécdota que su amiga de etnia samo le relató sobre su infancia:

"Siendo muy pequeña se peleó con otra niña que era mosi. No recordaba la causa de la pelea, pero nunca olvidó que, de los insultos pasaron a los tirones de pelos, patadas y arañazos, hasta hacerse sangre. Su abuelo y el de la chica tuvieron que ofrecer un sacrificio de reparación, porque los parientes jocosos pueden insultarse. Pero entre ellos no puede haber sangre. Esto me hizo comprender que el parentesco jocoso era más que un juego o una diversión curiosa".

Los temas de las bromas son múltiples: hábitos alimenticios, mitos y leyendas,
hitos históricos... los chistes también cambian según la actividad económica que practican (comercio, agrícola, ganadera...), o su afiliación religiosa. También se hacen bromas sobre el lugar de un grupo dentro del sistema de castas. Paradójicamente, esta estandarización de los estereotipos permite la tolerancia entre grupos. Los estereotipos étnicos se convierten en objeto de una burla amistosa que cierra la brecha entre las personas, como una verdadera catarsis social. Es más, si el aliado de burla pide un favor, nunca hay que negarse.

"El otro día, hubo un oficial de policía que me detuvo con mi auto, pero él es Sidibé" le contó un informante a la antropóloga Rachel A. Jones. "Tomó mi identificación. La miró y dijo: 
- "Mírame, viejo bastardo. ¿Sabes que estás dando vueltas con un faro quemado? 
Le dije:
- Pero, pequeño bastardo, ¿qué me dices? No es verdad. 
Salí, pero descubrí que tenía un faro apagado. Yo, no lo sabía, pero el oficial de policía, él es Peulh (Fulani). Yo dije: 
- Ah, dame el costo de la bombilla, la bombilla que está quemada. Eres tú quien la vio. Debes pagarme el precio de la bombilla.
Voila, yo soy Kanté. Él es mi primo, pero es joven.

Él dijo: 
- ¡Eh! Si lo hubiera sabido, no te habría silbado.
 
El oficial de policía le dio dinero, mucho más que el precio de una bombilla nueva. Por lo tanto, debido al enlace de broma entre numu o herreros, que incluye kantés y fulanis, el informante consiguió que, gracias a su edad y destreza, obtuviese ganancia económica en lugar de una multa. A la inversa, si el oficial de policía hubiese detenido a otra persona más joven o menos adepto a la broma que este informante, la situación podría haber sido muy diferente.

Por eso, estas relaciones ficticias son capaces de poner fin a los conflictos graves. Hay documentado un caso en el que un grupo rebelde en el sur de Senegal liberó rehenes del grupo Diola porque el conductor rogó por sus vidas con éxito en nombre de la relación de broma Serer-Diola.
Otro caso fue el conflicto fronterizo entre Malí y Burkina Faso. Moussa Traoré era el presidente maliense y Sangoulé Lamizana su homólogo en el país vecino. Para resolver esta crisis el presidente de Guinea, Sékou Touré, que hacía de mediador, los recibió y, una vez reunidos, dispuso a su griot, Kouyaté, para que cantara antes de empezar la ceremonia. El griot mostró en su canción que ambos presidentes estaban vinculados por el parentesco de broma, y antes de que terminara de cantar ambos se levantaron, se saludaron y reconciliaron.

En Burkina Faso no existe ningún pueblo que no esté ligado a uno o varios grupos étnicos. De esta manera se crea una amplia red social, y "el pariente de mi pariente es mi pariente". Pero hay varias versiones de los orígenes del “parenté à plaisanterie”, dependiendo de las etnias. Entre los Mossi y los Samos, por ejemplo, este tipo de relación comenzó para resolver conflictos de guerra. Y entre los Bobos y los Peuls, para solucionar conflictos derivados de diferentes tipos de vida, sedentarismo de los primeros y nomadismo ganadero de los segundos. Los ­peúles y los yargas, dos etnias que viajan constantemente, unos por ser pastores nómadas y otros comerciantes, terminaron siendo aliados de bromas por esta característica en común.

El habla y las palabras son profundamente respetadas, y el conocimiento histórico-cultural, las redes sociales y las reglas culturales en el uso del lenguaje son la base de todas estas interacciones. Los bromistas intentan así superarse, a menudo para la diversión de los espectadores, a través de juegos verbales donde no caben las grosería, ganando prestigio social.

El “parentesco a broma” no conoce ningún tipo de límite en su práctica y puede realizarse sin consecuencias hasta en los entierros, donde los parientes pueden burlarse del difunto imitándolo o fingiendo llorar por su muerte. Pero en este caso, se trata de una puesta en escena que sólo los amigos más próximos e íntimos del difunto pueden realizar y sirve para desviar la idea de la muerte, banalizarla en cierto modo y recuerda los lazos que unen a ambas etnias. En algunas etnias, hay miembros de este parentesco de broma que entran en la tumba antes de que se introduzca al fallecido, lo que impide que se le entierre hasta que se le pague la suma que pide.

"Burkina Faso es un país que se siente orgulloso de conocer, después de casi 60 años de independencia, la estabilidad social y la ausencia de conflictos étnicos a gran escala como ocurre en otros países subsaharianos. El mérito se torna mayor cuando se tiene en cuenta la enorme diversidad cultural de este país, con 61 comunidades diferentes. Prácticamente todos están unidos entre sí por los lazos de este parentesco, lo que hace que no sea extraño escuchar a menudo a los burkineses en las calles bromeando y riéndose al decirse cosas como “La próxima vez os ponéis detrás, si estáis delante de los gulmances”; “Pues tú eres un alcohólico”, a lo que el otro responde “Y tú mi esclavo”; o bien esta interacción: “¡Ladrones, farsantes!”. Y, como respuesta, “¡Vosotros también!”. Y carcajadas.
En realidad, no hay ningún ladrón. Son dos miembros de etnias diferentes que, unidas través de la parenté a plaisanterie, se intercambian frases relacionadas con los aspectos de los que la tradición permite mofarse." cuenta María Rodríguez en la revista "Mundo Negro". 

Bobo esclavo, ¿quieres leche para empapar tu oruga?
Peul esclavo, ¿te ofrezco la cerveza de mijo para mojar tu carne?
Y cita a Albert Ouédraogo, profesor titular de Literatura Oral Africana en la Universidad de Uagadugú, que define estas interacciones como "guerra a través de las palabras” y explica: “El parentesco en broma permite a gente de diferentes edades, clases sociales y estatus bromearse cuando, por regla general, las bromas se hacen entre amigos de la misma edad y clase social”, eso sí, es necesario que el parentesco de broma se utilice antes del conflicto para prevenirlo o después para reconciliar, pero no funciona durante el mismo. En ese momento no se razona”. 
Ríe, y recuerda que una vez un cadáver desapareció. “Se lo había llevado uno de los parientes de broma con el coche. Ya no había que llorar porque no había muerto y había que pagarle para que mostrara dónde se encontraba el difunto”.
"El parentesco de broma muestra que la vida continúa”, zanja.

Fuentes:
http://mundonegro.es/la-broma-un-arma-contra-el-conflicto/
http://es.knowledger.de/0811033/LasDocenas
Recommended Citation
Jones, Rachel A., ""You Eat Beans!": Kin-based Joking Relationships, Obligations, and Identity in Urban Mali" (2007). Anthropology
Honors Projects. Paper 2.
http://digitalcommons.macalester.edu/anth_honors/2

martes, 4 de diciembre de 2018

Mimmo cabezota: Riace, pueblo modelo de acogida.


"Para evitar que la ira social se dirija hacia los responsables de la quiebra económica, hacen todo lo posible para dirigirla hacia los inmigrantes, señalándolos como los responsables del desempleo, de la violencia, de la crisis de nuestra civilización. Fomentan el odio recíproco entre nuestros marginados y los que provienen de otras tierras. La guerra eterna entre los pobres." 
Peppino Lavorato, discurso en el Auditorio del liceo Científico de Rosarno, 2010.

"Mi madre, hija de un emigrante, ella me transmitió la obsesión de no cerrar la puerta. 'No te preocupes por cerrar la puerta', repetía con frecuencia. Y siempre traía gente nueva a casa, gracias a la actividad política, y venían de todas partes y ella nunca se quejaba. Por el contrario, los recibía, los ayudaba. Y me dejó ese legado." 
Dominico Lucano, alcalde de Riace (sur de Italia).

La calabresa Tiziana Barillà ha recogido la historia de este alcalde y la ha plasmado en "Utopía de la normalidad. Riace, el modelo de acogida de Domenico Lucano". Riace, una pequeña localidad costera calabresa de menos de unos 1.500 habitantes que se ha convertido en un referente en la defensa de los derechos humanos por su proyecto de acogida de migrantes.

"Entre seres humanos, establecer relaciones debe ser espontáneo, sin incomodidades. Sí, es cierto, la relación humana siempre es un riesgo, nunca se sabe lo que puede nacer: antipatía, simpatía... Pero, ¿qué sentido tiene la vida si no te arriesgas por crear vínculos? Sería como encerrarse cada uno en una jaula." Lucano habla así sobre la voluntad de llevar una dimensión de vida abierta, respetuosa y colectiva.

En su campaña electoral, en 2004, ya anunciaba que: "Muchos de mis colegas gobiernan con ordenanzas contra las personas, contra el terrorismo, contra los gitanos. Hay muchas organizaciones políticas que basadas en el odio racial y el desprecio por la humanidad que adoptan políticas destructivas. Yo no quiero escuchar la palabra "contra".

"Nuestro territorio está atravesando un peligroso declive demográfico, hay pocos nacimientos y cada vez más personas se van (...) No debemos construir más en los solares edificables sino crear oportunidades para la socialización. Recuperar esos espacios, la escuela que esta cerrada, el deseo de quedarse (...) Debemos recuperar la dimensión de lo que significa la comunidad, el bien común". 
Ya entonces rechazaba los programas sobre "desarrollo de territorio", que impulsaban la construcción de rascacielos y obras públicas que no servían de nada a la gente del pueblo. Su ideal era recuperar los edificios abandonados y recuperar la dimensión de lo que significa la comunidad, el bien común, lo colectivo, lo público. Para eso tampoco era necesario gastar cantidades ingentes de dinero, sino recuperar los recursos de los que ya se disponía (como de la capa acuífera, que gracias a un pozo, el agua es ahora un bien común en todo el pueblo); y recuperar la economía controlada tanto por mafias locales como de "las sombras de la antimafia funcional solo para justificar un vacío político desalentador", y especialmente, escapar de la especulación inmobiliaria
El truco: "El impulso militante es la lente que me permite ver con claridad para no caer en la trampa", explica Lucano. El migrante, las personas con escasos recursos económicos, son seres humanos y no negocios. Los 35€ que recibían del Estado para el hospedaje de cada inmigrante, no lo utilizaban de manera asistencial, sino en crear empleo y becas de trabajo. Y por las calles de Riace, no hay policías que criminalizen la zona. "¿Cómo se puede hablar de acogida cuando los inmigrantes están custodiados por policías y carabinieros? En Riace, no los necesitamos." "La verdadera utopía revolucionaria es la de la normalidad".

Lucano lo tiene claro, los migrantes viven en condiciones de esclavitud, los campos del sur de Italia son las tierras de trabajo de los brazos fuertes de la inmigración a los que se les quiere dejar en un estado perpetuo de ilegalidad para este mercado negro de explotación, otorgándoles una nueva identidad: "sin papeles". Por eso, el problema no se soluciona a través de políticas de seguridad a través de dispositivos policiales, ni exacerbando las leyes, sino ampliando y garantizando políticas de protección y acogida. Más intervención y justicia social, menos especulación, más recursos, más convivencia, menos segregación, más igualdad y nada de racismo. Cuando las personas tienen acceso al bienestar social, los niveles de delincuencia bajan.

Riace, en el sur de Italia, fue parte de Re.Co.Sol, la red de municipios solidarios, acogiendo a más de 6000 migrantes etíopes, somalíes, kurdos, afganos, nigerianos... y así hasta 26 países diferentes, hasta que la mitad de sus vecinos fueron los que no habían nacido en Calabria. "En resumen, somos mitad y mitad, y esto es hermoso". Así, el pueblo pasó de la resignación de la muerte civil a la repoblación. "Pocos creían que un pueblo semidesierto podría volver a vivir, que los talleres de tejido o de cerámica podrían volver a abrir de verdad, que se podrían organizar guarderías y escuelas multilingües. En Riace, hablamos calabrés, pero también kurdo y tigriña. Y palestino, y amerindio... Hemos elegido que hablara el corazón en lugar de los miedos", asevera Lucano.
"Esta es la relación de la dimensión humana normal. Hemos llegado a un punto en que parece que hubiera un 'síndrome de estorbo entre los seres humanos'. Tú llegas y me estorbas, como si el territorio y el cielo pudieran pertenecernos solo a nosotros. En cambio, este estorbo que proviene de los seres humanos es hermoso, y debemos convencernos de que vale la pena porque abre horizontes y permite comprender mejor a los demás, y también a nosotros mismos." 
Además, los vecinos tienen la posibilidad de cuestionar todo lo que los medios dicen, comparándolo con su vida real, con sus vínculos emocionales dentro de la comunidad. "Se crean formas de hermandad, participación e intercambio. Y al final, se convierte en algo normal. Y quien llega encuentra, por fin, una dimensión humana" dentro del tejido social.

"Somos nosotros los occidentales que, con nuestro estilo de vida, tenemos la verdadera responsabilidad del éxodo de miles y miles de personas que emprenden estos viajes. Desestabilizamos grandes áreas con guerras y, debido a la búsqueda de beneficios económicos, las condenamos a la miseria. Quienes huyen de su país intentan escapar de la guerra o de la pobreza."

Pero "es más fácil gritar, vehiculando odio y desprecio como hace Matteo Salvini (líder del partido italiano Liga Norte y ministro del Interior del Gobierno italiano). Las guerras entre los pobres, las histerias xenófobas y el sensacionalismo atraen a la audiencia, mientras que los casos de buenas políticas de inmigración interesan menos. (...) Es más fácil difundir un discurso racista que construir puentes sociales y mestizajes culturales".

No son pocos los italianos que han sucumbido al mensaje de "primero, los italianos", los muros, las expulsiones, los centros de detención... y los obstáculos de leyes y reglamentos que niegan el acceso al bienestar de aquellos que llegan buscando la paz. "Sí, la llegada de estas personas altera equilibrios", asegura Lucano. Pero no se refiere solo a la convivencia, sino sobre todo a la carrera de obstáculos burocráticos a la que se ven sometidos por, entre otras cosas, no echar a la calle a los refugiados cuando se termina el proyecto, ("mientras haya casas, cualquiera puede venir"), o utilizar moneda local, el remedio que ha ideado para compensar las demoras del ministerio (de seis o siete meses) sin recurrir a los bancos. Gracias a estos billetes, que después se convierten en euros, los comerciantes del pueblo pueden vender a crédito a los inmigrantes, concediéndoles poder adquisitivo sin relaciones de dependencia y sin intereses. "¿Se puede saber por qué el refugiado tiene que pagar intereses a un banco si hemos encontrado una solución alternativa?" Y sin embargo, para el Estado es ilegal la creación de esta moneda local, pero no los "cupones de comida" que organismos públicos y grandes empresas privadas dan a sus empleados, que es el mismo procedimiento.

"Aquellos de nosotros que queremos cambiar el mundo contamos con los anticuerpos necesarios para evitar ser corrompidos por las instituciones, por los poderosos vinculados a las mafias que en estas zonas intentan dirigirlo todo. Por supuesto, sabemos que estamos solos y, a veces, también nos sentimos abatidos, pero luego nos damos cuenta de que somos muchos los que queremos construir experiencias positivas y a contracorriente, hay muchas personas con estos ideales que se buscan y se conocen, y esto significa que vale la pena seguir luchando"

Desde octubre de 2017, Lucano está siendo investigado por "prevaricación, soborno y fraude con agravantes". Ya hace dos años que no se conceden las subvenciones relacionadas con los proyectos extraordinarios de acogida. Pero esto empieza dos años antes de que Salvini asumiera el Ministerio del Interior, "este proceso de criminalización empezó por parte de un gobierno de centro izquierda y, específicamente, por un ministro del Interior con un pasado de militancia comunista y calabrés, Marco Minniti”, sostiene Tiziana Barillà. En un año, Mimmo Lucano ya no será alcalde de Riace, porque ha completado el ciclo de un máximo de tres mandatos consecutivos previstos por la ley italiana. En estos momentos, se encuentra exiliado en una localidad a 10 kilómetros, ya que fue detenido acusado de favorecer la inmigración irregular y tiene prohibida la entrada a Riace. Salvini también ha ordenado el cierre de todos los proyectos y la redistribución de los solicitantes de asilo del pueblo.

“En los últimos 20 años, el modelo Riace no ha cambiado significativamente, lo que ha cambiado es el marco normativo-jurídico y político nacional y europeo" explica Barillá. El ‘decreto Salvini’ es un proyecto de ley que dificulta las condiciones para las personas solicitantes de asilo y contempla que “en caso de peligro social”, puedan ser expulsados. Muchos inmigrantes en regla pasarán a ser irregulares. El decreto producirá efectos devastadores en miles de seres humanos, a menudo en condiciones de absoluta fragilidad, pero también tendrá un impacto negativo muy fuerte en los municipios y en las regiones. Excluir a los solicitantes de asilo y echar a la calle a miles de personas sin derechos y fuera de un sistema de servicios sociales y de salud no solo es inmoral, sino un factor grave. El decreto de seguridad generará caos, marginación, y un estado de emergencia permanente. 
 "Acostumbrada a empujar para no rechazar" reza el cartel de Rosina y Rosetta, las burras encargadas de la recogida selectiva de desechos de Riace. En su lugar, existirían los vehículos motorizados pequeños y caros, y los recolectores necesitarían un carnet especial. Complicaciones, gastos. La asinoterapia, reintroducción de burros en las economías rurales y cascos antiguos, es mucho más amable y efectiva.
 


"Volveremos a ver calzones con remiendos
rojos crepúsculos sobre barrios vacíos de coches
llenos de gente pobre que habrá regresado de Turín o de Alemania
Los viejos se apropiarán de sus poyetes como de sillones de senador
y los niños sabrán que la sopa es escasa y qué significa un pedazo de pan
Y el atardecer será más negro que el fin del mundo y de noche
oiremos los grillos
o los truenos
y quizás algún joven de entre los pocos vueltos al nido sacará una mandolina
El aire tendrá sabor a trapos mojados
todo será lejano
trenes y correos pasarán de tanto en tanto como en un sueño
Y ciudades grandes como mundos estarán llenas de gente que va a pie con la ropa gris
y en los ojos una demanda que no es de dinero sino solo de amor solamente de amor
Las pequeñas fábricas sobre la hermosura de un prado verde en la curva de un río
en el corazón de un viejo bosque de robles
se vendrán abajo un poco cada tarde
muro a muro
plancha a plancha
Y los antiguos edificios
serán como montañas de piedra
solitarios y cerrados como en otro tiempo
Y el atardecer será más negro que el fin del mundo
y de noche oiremos los grillos y los truenos
Y los bandidos tendrán el rostro de otros tiempos
el cabello corto sobre la nuca
y los ojos de sus madres llenos del negro de las noches de luna
e irán armados solo con cuchillos
La pezuña del caballo tocará la tierra ligera como una mariposa
y recordará lo que fue el silencio el mundo
y lo que será.
Pero basta con esta película neorrealista.
Hemos abjurado de todo lo que representa.
Rehacer esa experiencia solo vale la pena
si luchamos por un mundo de verdad comunista".

Pier Pasolini.