jueves, 14 de diciembre de 2023

Mujeres pastoras de Suecia y Pakistán: el kulning y el bulbulik.

"He llegado a lo más alto, pero cuando miro hacia atrás me doy cuenta de lo lejos que estoy. Oh madre, cada vez que te recuerdo siete lluvias caen en mi cara. El verano se acabó. Desearía ser una pastora sana y fuerte."


Bulbulik. Así se llaman los versos cantados por las mujeres wakhi. Significa "canto de ruiseñor".

 

Las mujeres pastoras wakhi orientaban a las ovejas, cabras y yaks para que no se saliesen de los caminos altos, escarpados y estrechos. Hay peligro de deslizamientos. Estamos en Pamir, a 5.000 metros de altura. Es la cordillera Karakoram del noreste de Pakistán. 

Dejaron a los hombres en casa, al cuidado del pueblo y la agricultura, para caminar entre tres y cinco días hacia el valle de Shimshal. Llevan hasta 20 kg cada una de provisiones, y en el borde del desfiladero del río Shimshal hay una caída empinada sin ninguna baranda de seguridad. 

No fue hasta 2003 que se terminó la carretera del valle. En el pasado tuvieron que enfrentarse no solo a situaciones climáticas adversas, sino también al resto de seres que vivían de esas montañas, como lobos o leopardos.

Ya en el valle, cuidan de sus animales, esquilan, hacen yogur, mantequilla y otros productos lácteos, también con la lana, para luego hacer trueque con ellos.

Cruzan pasarelas de madera, casas de barro y paredes de roca, desfiladeros con caminos angostos... Alguien o "alguienes" construyeron y mantuvieron todo eso. No fue nadie más que el mismo pueblo.

"Nomus" es, en idioma wakhi, el sistema mediante el cual hogares o individuos patrocinan un proyecto de desarrollo comunitario: la construcción de una vía, un puente o un edificio, al que le ponen el nombre de un familiar para honrar su memoria. (Namus es una palabra árabe que significa reputación, fama, honor.)

Allí arriba, en el valle, pasan las mujeres los meses de verano. La madera no existe a esa altitud y es necesario adaptarse al humo que emana de la estufa, que es esencial para cocinar y calentarse después de que el viento sopla del glaciar. El clima es caprichoso y las cuatro estaciones pueden ocurrir en el mismo día. La vida social se reduce a la escasa interacción con las otras pocas pastoras capaces de subir y trabajar duro todos esos meses.


“Nacimos en el trabajo y la responsabilidad. Y nos ha seguido toda la vida. Está en nuestra sangre".

Esta mujer es sueca. Se llama Karin Saros, y a la edad de trece años, fue enviada a trabajar por primera vez en una "fäbod" o granja de verano, para pastorear el ganado de la familia y producir productos lácteos sostenibles para el próximo invierno. De esta forma, las mujeres del pueblo pasaban todos los veranos sin la compañía de los hombres.

Ella habla no solo de los trabajos y responsabilidades, sino también de los sentimientos de libertad que esa vida independiente trajo a las mujeres. El fäbod significaba trabajo duro, pero Karin encontró consuelo al dejar atrás una vida hogareña pero profundamente controlada por el patriarca de su familia. En el fäbod, ella misma podía decidir cómo organizar los trabajos del día y, a medida que pasaba el tiempo, aprendió a usar su voz para llamar al ganado. Habla con reverencia de las llamadas de pastoreo de la cultura nórdica del fäbod, conocida como "kulning"



Las culturas de pastoreo existen en todo el mundo, pero en estos casos, la pastora no es unicamente la mujer del pastor. Mantenía su rebaño a salvo de los depredadores, ordeñaba, producía productos lácteos y también de la lana que esquilaba. Cuidaba del hogar y las infraestructuras. La muerte de un animal provocaría escasez, y un mal paso de ella o de sus animales, o un simple error en la producción de mantequilla, queso y productos de suero, podría llevar a su familia a morir de hambre en invierno. 



La canción palestina, llamada Ya Tala'ayn ElJibal (Los que escalan las montañas) solían cantarla las mujeres cuando visitaban a los prisioneros durante el mandato británico (1918 - 1948)

"Oye tú, que subes a la montaña,

entre la noche y el amanecer, alma mía."

Con estos versos comenzaban un mensaje escondido en la canción, añadiendo "lelele" entre palabras para complicarlo.

La canción española llamada Panadera, la entonaban las panaderas, en zonas rurales de Castilla para amenizar los trabajos monótonos como el amasado o la molienda. El ritmo y los movimientos de las manos hacen referencia al proceso de hornear el pan.

"Esa panaderilla tiene tres nombres
Jugadora, Borracha y Amiga de hombres
Ay, qué panadera
Dime, panaderilla, cómo va el trato
La harina va subiendo y el pan barato
Esa panaderilla me ofrece un bollo
Por no verle la cara se lo perdono."

Interpretada por Terez Sliman y Sofía Adriana Portugal.

@MinaWorldMusic


Fuentes:

https://folklife.si.edu/magazine/kulning-swedish-herding-calls

https://mountainvoices-org.translate.goog/pa_glossary.html?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sc

 https://institute.aljazeera.net/en/story/nar-begum-shimshal?fbclid=IwAR2fE1zdqo8HImwr8mr6jqikxojY3sXi5vgKyt-7XybSyP28VBoWERzvZHI

https://www.bbc.com/mundo/articles/cy62ll578qzo

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