lunes, 28 de abril de 2014

Antropología de la vejez: el destino de Sidarta.

Ralf Nau
"Es totalmente falso y cruelmente arbitrario poner todo el juego y el aprendizaje en la infancia, todo el trabajo en la mediana edad, y todos los pesares en la vejez." Margaret Mead.

“La vejez es particularmente difícil de asumir porque la habíamos considerado siempre como una especie extraña: yo, yo me convertí en otra, mientras que sigo siendo la misma” Simone de Beauvoir.

Simone de Beauvoir, en su libro "La vejez" cuenta:

"Cuando Buda era todavía el príncipe Sidarta, encerrado por su padre en un magnífico palacio, se escapó varias veces para pasearse en coche por los alrededores. En su primera salida encontró a un hombre achacoso, desdentado, todo lleno de arrugas, canoso, encorvado, apoyado en un bastón, balbuceante y tembloroso. Ante su asombro, el cochero le explicó lo que es un viejo:

-"Que desgracia - exclamó el príncipe -, que los seres débiles e ignorantes, embriagados por el orgullo propio de la juventud, no vean la vejez. Volvamos rápido a casa. De qué sirven los juegos y las alegrías si soy la morada de la futura vejez"

Lategana Michele
Buda reconoció en un anciano su propio destino porque, nacido para salvar a los hombres, quiso asumir su condición total. En eso se diferenciaba de ellos, que eluden los aspectos que les desagradan. Y en particular la vejez. 
Norteamérica ha tachado de su vocabulario la palabra muerte: se habla del ser querido que se fue; asimismo evita toda referencia a la edad avanzada. En Francia, actualmente, es también un tema prohibido. Cuando al final de la fuerza de las cosas infringí ese tabú, ¡qué indignación provoqué! Admitir que yo estaba en el umbral de la vejez acechaba a todas las mujeres, que ya se había apoderado de muchas. ¡Con amabilidad o con cólera mucha gente, sobre todo gente de edad, me repitió abundantemente que la vejez no existe! Hay gente menos joven que otra, eso es todo. Para la sociedad, la vejez parece un especie de secreto vergonzoso del cual es indecente hablar. Sobre la mujer, el niño, el adolescente, existe en todos los sectores una abundante literatura; fuera de las obras especializadas, las alusiones a la vejez son muy raras. Un autor de historietas cómicas tuvo que rehacer toda una serie porque había incluído en sus personajes a una pareja de abuelos: "Suprima a los viejos", le ordenaron. Cuando explico que estoy trabajando en un ensayo sobre la vejez, las más de las veces me dicen:
Georgina Goodwin




-"¡Que idea...! ¡Si usted no es vieja...! Que tema triste..."

Justamente por eso escribo este libro: para quebrar la conspiración del silencio... "

David Le Breton, especializado en la antropología del cuerpo, escribe que, en realidad... "el envejecimiento es una abstracción. Con una lentitud infinita, el paso del tiempo se marca en el rostro y en los gestos, limita la acción, pero sin ruptura, sin traumatismo. Envejecer es un camino lento, no pesa nunca; sólo la última gota hace desbordar el vaso. Durante gran parte de la existencia las personas mayores son los otros.(...). La conciencia de envejecer o de ser una persona mayor nace de la mirada del otro."

"La modernidad tiende a hacer de la vejez un estigma. La vejez se desliza lentamente fuera del campo simbólico, porque deroga los valores centrales de la modernidad: la juventud, la seducción, la vitalidad, el trabajo, los resultados. Sin quererlo es una encarnación de lo rechazado, como el “discapacitado”, la enfermedad, la proximidad de la muerte o la muerte misma. (...)."

"La persona que envejece, cada uno de nosotros lo sabrá un día, es el niño que fue: el mismo rostro, el mismo asombro frente al mundo. Del niño al viejo, existe una continuidad inquietante, una semejanza nunca desmentida. De ahí que, muy viejos, morimos con el rostro de nuestra infancia, pero somos los únicos en saberlo." "Una comediante americana enunciaba en voz alta el murmullo íntimo que atormenta a muchos de nuestros contemporáneos: 

-“Yo acepto ser vieja..., pero no soporto verme vieja!”. 

"Hoy es necesario, si no vivir eternamente, al menos desaparecer muy viejo con un rostro de eterna juventud, incluso al precio de penosas cirugías estéticas. Engañar ostentando los signos de una juventud intacta pese a los años para no perder simbólicamente su lugar en el campo social."

"En otras sociedades, el envejecimiento que marca los rasgos y blanquea los cabellos aumenta el prestigio y la dignidad, pero no es el caso en las nuestras."

"Antes, el ser humano envejecía y moría porque estos eventos estaban en el orden de las cosas. Sería larga la lista de sociedades hospitalarias con la vejez, que hacen de la edad el signo de una dignidad y de un valor simbólico crecientes en el destino del grupo."

Pero "El ser humano contemporáneo no quiere envejecer"

Y esto es porque "En nuestra sociedad industrializada el elemento integrador por
Mukesh Gupta
excelencia es el trabajo, del cual emana el prestigio social, los ingresos económicos y el nivel de vida, buena parte de las relaciones sociales y de los grupos de pertenencia, y otros referentes básicos para la vida y la identidad de cada persona. Por tanto, el individuo que no trabaja vive en una especie de estado social liminar en el que no disfruta de una identidad ni de un prestigio propios" apostilla Josep M. Fericgla, antropólogo.

"Vemos desde el ángulo de la antropología cultural que el respeto por el anciano ha sido la regla. Pero el anciano, en tanto y cuanto no suponía una carga para el grupo, ya que el que no reuniese estas condiciones, rápidamente era eliminado del mundo de los vivos." afirma el antropólogo Jose Manuel Reverte Coma.

David Ducoin
Y continúa: "Entre los indios cunas de Panamá, el jefe es elegido entre los viejos más capaces y las parteras (mu) cargo de máxima responsabilidad entre las mujeres. En este mismo grupo étnico, el viejo que ya no puede valerse por sí mismo, no tardaba en ser tratado con "ina nusu" o "medicina para las lombrices", que es la Spiegelia anthelmia L., cuyas hojas, después de hervidas, se transforma en poderoso veneno que acaba con la penosa carga de la vida en unos instantes."

"Los chukchis de Siberia, que por su condición de nómadas no pueden andarse con muchas contemplaciones, a los viejos que no pueden realizar ya las más elementales faenas, los abandonan en medio de la nieve a temperaturas de 50º a 70º C bajo cero. Y esto, que parece gran crueldad, lo hacen muchas veces a petición del propio anciano."

Sam Mooy
Aunque "en diversos continentes encontramos, por ejemplo, a los arunda de Australia que nunca abandonan a sus ancianos. Por el contrario, los tratan con una bondad y un respeto especiales, reservándoles los mejores bocados por medio de tabús y proveyendo a los que no pueden cuidar de sí mismos. Entre los semang de la Península malaya, los ancianos son respetados y honrados entre ellos, como lo demuestra el hecho de que nunca se les contradice. Cuando no pueden ya trabajar, sus hijos les proporcionan comida y a menudo los llevan a la espalda cuando se trasladan de un campamento a otro. Jamás se trata con dureza a los enfermos y a los achacosos, mucho menos se les abandona o se les mata."

Ty Cruz
"El último valor característicamente estadounidense que genera prejuicios contra los mayores es el culto a la juventud." subraya el antropólogo Jared Diamond. "Es cierto que este mundo moderno de rápidos cambios tecnológicos y competitividad, otorga ventaja a la juventud recientemente educada, que posee velocidad, resistencia, fuerza, agilidad y reflejos rápidos. Sin embargo, el culto a la juventud se extiende a otras esferas gravemente injustas.(...)"

"Los anuncios de refrescos, cerveza y coches siempre cuentan con modelos jóvenes, si bien los ancianos consumen todos esos productos. Sin embargo, las imágenes de personas mayores se utilizan para vender pañales para adultos, medicamentos contra la artritis y planes de jubilación. (...) No es de asunto grave que no se contraten a modelos de 70 años para vender refrescos, pero sí que los aspirantes a un puesto de trabajo sean ignorados continuamente para las entrevistas, y que los pacientes de más edad no tengan tanta prioridad en la atención médica. (...)"

Marrie Bot
"La visión negativa de la edad no sólo es cosa de los jóvenes. Los estadounidenses creen que los ancianos son aburridos, retrógrados, dependientes, aislados, solitarios, estrechos de miras, ignorados, anticuados, pasivos, pobres, sedentarios, sexualmente inactivos, enfermos, distraídos... y que pasan gran parte del día durmiendo, sentados, sin hacer nada o recordando con nostalgia el pasado. Esas ideas eran compartidas por igual por los ancianos y los jóvenes."

Marrie Bot, fotógrafa, se dio cuenta de estos prejuicios, y se decidió a fotografiar la vida amorosa y sexual de las parejas de ancianos. “El amor durante la vejez no es repugnante o extraño, sino muy natural, y….la gente mayor desnuda no son repelentes o aterradores."
Es más, según el escritor Eduardo Galeano, "entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje."
 


Fuentes:

El rostro y lo sagrado: Algunos puntos de análisis David Le Breton. http://www.topia.com.ar/articulos/rostro-y-lo-sagrado-algunos-puntos-an%C3%A1lisis-1

http://www.gorgas.gob.pa/museoafc/loscriminales/la%20vejez/antropo-vejez.html

http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-144793-2010-04-29.html

El mundo hasta ayer. Jared Diamond.

http://www.marriebot.com/

viernes, 18 de abril de 2014

Decolonizando el saber, reiventando el poder: el epistemicidio.

Rafael Marchante
"Se ha realizado un epistemicidio masivo en los últimos cinco siglos, por el que una inmensa riqueza de experiencias cognitivas ha sido perdida."  Boaventura de Souza Santos, sociólogo.

"Únicamente el 6% de la humanidad produce en todo el planeta, toda la teoría crítica, la teoría científica, la filosofía, la historia, etc., para entender todo el mundo." Ramón Grosfoguel, sociólogo.

"Se piensa como Descartes: "Pienso, luego existo". Pero no es así. El hombre, antes que un sujeto de actos psíquicos, es un ser en el mundo." Enrique Dussel, filósofo e historiador.

"Para abordar el tema", afirma Ramón Grosfoguel, "es necesario comenzar por plantearse el “pienso, luego existo” cartesiano como fundamento del conocimiento."

Y continúa en su conferencia:

"Y para plantear el problema hay que remontarse a Al Andaluz. En ese territorio dominaba un sultanato que reconocía en sus códigos jurídicos una multiplicidad de identidades y espiritualidades


Un mito vigente se basa en la falsa idea de la invasión musulmana en España. España no existía en el siglo VIII, de modo que los musulmanes no la invadieron. En realidad lo que hubo fue una conquista por parte de la monarquía católica de un territorio donde habían convivido judíos, musulmanes y cristianos. 

Consumada esa conquista, la monarquía planteó a la población musulmana y judía tres opciones: convertirse al cristianismo, ser aniquilados o ser expulsados. Buena parte de la población judía y  musulmana que se libró del exterminio se fue al norte de África, región dominada por musulmanes y donde los judíos tenían plenos derechos. (Y en este punto cabe destacar otro gran mito que tiene historia. Solemos creer que judíos y árabes han estado en lucha eternamente. Nada más falso.)
 
Mónica Jover
El discurso de la monarquía cristiana no era todavía racista, sino proto-racista: La humanidad del “otro” no se ponía en cuestión, lo que se cuestionaba era su religión.

Aquí surge el plan de Cristóbal Colón llamado “Empresa de las Indias”, presentado a los reyes católicos. (Aquí, de nuevo, hay que lidiar con el mito de que Colón se habría lanzado al vacío, sin saber exactamente qué encontraría. Mentira. Colón contaba con mapas chinos. En esos mapas, lo que después serían las Américas aparecían como una extensión o península de Asia).

Los reyes católicos adoptaron con mucho interés el proyecto de Colón. Pocos días después de la caída de Granada, el 11 de enero de 1492, le autorizan el viaje.
 
Colón llega el 6 de Diciembre de 1492 a la isla que denominó “La Española”. Y
tiempo después pondría en sus diarios: “estos son pueblos sin religión”. A fines del siglo XV, en el imaginario europeo todos los seres humanos tenían religión y, por tanto, alma. De no tener alma, esos seres podían equipararse a bueyes o burros. Y así fueron tratados. Fueron sometidos a la esclavización

En realidad, las Américas no vivían en aislamiento respecto de las del resto del mundo. Musulmanes, chinos, vikingos, africanos habían llegado anteriormente y los indígenas tenían comercio –en sentido amplio- con el mundo, en momentos en los que Europa era no más que una aldea oscurantista medieval. Colón no llegó a un lugar aislado, ni lo descubrió primero que nadie. 

Los métodos que se usaron para conquistar a los moros –la espada y la Biblia- fueron los que se reprodujeron en América. En ambos casos se produjo genocidio y epistemicidio: ¡se quemaron bibliotecas enormes en Al Andaluz! Cuando la monarquía católica no tenía más que diez libros... En América, se quemaron códices, y el problema no era ya solo de religión, sino de raza


El concepto de epistemicidio es de Boaventura de Souza Santos. Es la aniquilación, la extirpación, el exterminio de toda forma de saber que no sea la de quienes detentan el poder hegemónico. 

Por cuanto al debate sobre el alma, esa resolución es la que se produjo a partir del juicio de Valladolid, de 1552, en el que se enfrentaron las posiciones de Sepúlveda y Las Casas. 

Para Sepúlveda, la población indígena americana no tenía alma. Una prueba de ello era que carecía de sentido de la propiedad privada y de sentido del mercado. Aquí se ve que racismo y capitalismo llegaron juntos. No es que el racismo forme parte de la superestructura del sistema capitalista; el racismo y el sexismo son principios intrínsecos de esta economía política. 

En contraste, para Las Casas los indígenas americanos tenían alma, pero constituían pueblos “bárbaros” que debían ser cristianizados. (Ayer había que cristianizarlos; hoy hay que civilizarlos. En el fondo, lo mismo.)

El vencedor a largo plazo sería Las Casas, y por ello surgió la esclavitud de africanos traídos a América.
(Sigue vigente el mito de que los africanos traídos a América ya eran esclavos en África. No, no lo eran. Era población libre.)

En esa misma época, en el siglo XVI, se produce un quinto genocidio/ epistemicidio: el de las mujeres sabias y transmisoras de antiguos conocimientos indígenas de Europa, llamadas brujas. Millones de mujeres fueron quemadas vivas. Pero en ese caso los libros eran ellas mismas. Con ellas murió su saber.

Y es precisamente en ese marco de genocidio/ epistemicidio donde surge Descartes con su “pienso, luego existo”.

Descartes reemplaza a Dios con un “yo” cognoscente, un yo que es capaz de producir conocimiento verdadero al margen de toda particularidad y corporeidad.

El “pienso, luego existo” cartesiano está montado sobre la idea de un universalismo: el conocimiento se produce más allá de cualquier particularidad y de cualquier situación específica, de cualquier marco social. (De aquí la palabra "UNIversidad") Y ésta es la base para descalificar e inferiorizar cualquier otra forma de pensamiento “situado”, que camufla y oculta al sujeto particular y situado, osea, cualquier otro conocimiento fuera del hombre (varón) occidental.


Enrique Dussell la describe como “conquisto, luego existo”.
Añádase a ello que Descartes, siendo francés, trabaja en Amsterdam, el nuevo centro del sistema- mundo después de la hegemonía del Imperio español. 

Así pues, ese “yo” cognoscente, universal e imperial se monta sobre los cinco genocidios/ epistemicidios: judíos, musulmanes, indígenas, africanos y “brujas”; y es el fundamento mismo de toda la ciencia moderna con sus pretensiones de objetividad y neutralidad, que niega cualquier otra vía de conocimiento.

Luc Gnago
"Un ejemplo lo ilustrará"- argumenta el sociólogo Boaventura de Souza Santos- "El filósofo ghanés Kwasi Wiredu clama que en la cultura y el lenguaje de los Akan, el grupo étnico al cual pertenece, no es posible traducir el precepto cartesiano "cogito ergo sum", "pienso, luego existo". Esto es porque no existen palabras que puedan expresar esta idea. «Pensar», en Akan, significa «medir algo», lo cual no tiene sentido para esta frase. El «ser» de «sum» resulta también muy dificultoso para explicar, porque el equivalente más próximo es algo como «Yo estoy ahí», que tampoco tendría sentido en esta frase. (...) Esto significa que es posible desarrollar argumentos autónomos con base en la filosofía africana,(...) muchas ideas alternativas que ella puede expresar y que la filosofía occidental no puede hacerlo."

El sujeto cognoscente de otro filósofo, Kant, también es únicamente un hombre varón blanco. Para Kant las mujeres no tienen uso de razón, como no lo tienen los "amarillos" o los "negros" (como los llama él) Se trata de una epistemología que sólo cubre la experiencia masculina de cinco países –es decir, la experiencia del 6% de la humanidad-.

El llamado es, entonces, a decolonizar las ciencias sociales y la universidad occidentalizada. Nosotros, los latinos, negros, asiáticos, decimos: “No queremos ser objeto de estudio, sino espacio de crítica radical al conocimiento que se produce y transmite en la universidad blanca”. 

Hay universidades indígenas en América que ya se llaman “PLURIversidad”. Las hay en Quito, Nicaragua, Bolivia… Son espacios propios de producción de conocimiento. Lo que se propone es reorganizar las ciencias sociales no a partir de disciplinas, sino de problemas."





Fuentes:
“Para una descolonización epistemológica del paradigma moderno del conocimiento” Conferencia. https://www.youtube.com/watch?v=DYks4qCoZEo
"Descolonizar el saber, reiventar el poder."  Boaventura de Souza Santos. http://www.boaventuradesousasantos.pt/media/Descolonizar%20el%20saber_final%20-%20C%C3%B3pia.pdf
"Introducción a la filosofía de la liberación" Enrique Dussel. http://www.ifil.org/dussel/textos/14/03pp84-108.pdf

jueves, 3 de abril de 2014

Habitantes del desierto: tuaregs y beduinos.

TUAREGS

Repartidos por los territorios del Sahara occidental, las 300.000 personas que integran la población tuareg están repartidas entre Argelia, el sureste de Marruecos, Libia, Malí y Níger. Las diversas tribus, o kel, hablan variantes de la lengua tamacheq, de ascendencia bereber, y conservan una forma propia de escritura, tifinagh.

"Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh."

"A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados.
Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa."
explica Moussa Ag Assarid.



La tradición de esconder el rostro tiene un origen antiguo y poco claro: algunos investigadores la relacionan con el reparo de mostrar la boca ante los extraños y las mujeres, regla que todavía está vigente entre muchos pueblos saharianos. Su uso, dicen, también se puede deber al miedo a inhalar espíritus malignos
Por lo que respecta a los tuaregs, sólo es respetada por los hombres. Las mujeres, en cambio, van con la cara descubierta, aún perteneciendo a la religión musulmana, y gozan de cierta libertad de movimientos y de una importancia notable en el interior de la comunidad, siendo la única depositaria de las tradiciones orales. La mujer es libre de escoger marido, y el matrimonio es monogámico. La estructura familiar es matrilineal, y esto es un legado de los ascendentes bereberes.

"Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio. Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo."

Con el desierto ante ti, no digas: ¡Qué silencio!
Dí: No oigo.
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué aridez !
Di: ¡ qué extraña belleza
Con el desierto ante ti, no digas : ¡ qué inmensidad !
Di: ¿por dónde comienzo?
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué pobreza !
Di: ¿qué más necesita mi pensamiento?
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué soledad !
Di: soy lo que conmigo llevo
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué oscuridad !
Di: no veo, pero lo siento
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué sed !
Di: ¿cuánto preciso beber?
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ imposible vivir !
Di: la vida es lo que he de aprender
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué cansancio !
Di: ¡ cuánto camino por recorrer ¡
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ no puedo más !
Di: si las dunas avanzan, yo también
Con el desierto ante ti, no digas: me doy por vencido
Di: seguiré, aunque quizás no llegue a mi destino Con el desierto ante ti, no digas: ¡ no hay nadie más !
Di: todos tenemos desiertos que atravesar y desiertos que coincidir
Con el desierto ante ti, no digas: la arena me abrasa
Di: con la arena se construyen casas
Con el desierto ante ti no digas: estoy perdido
Di: tiene que haber algún camino
Con el desierto ante ti, no digas: jamás saldré
Di: lo que tiene comienzo tiene su fin.
Cuando estés ante tu desierto, piensa, que es uno de los paisajes más bellos de la tierra: no temas, en él está tu sustento
Di: allí aprendí lo más cierto.
Cuando estés ante el desierto no digas: ¡ qué silencio !
Di: no oigo.
(Anónimo touareg)

Para recordar todas las travesías por el desierto, transportando oro, sal, dátiles a cambio de mijo, cereales, telas... en largas caravanas de dromedarios, se mantiene el rito del té que se tomaba la noche en la que se establecía el campamento, y que se servía tres veces: una por el huesped, otra por uno mismo, y una tercera por Alá. Hoy en día, a los tres hervores se les proporciona tres grados diferentes de dulzor, que a su vez están asociados con tres grandes emociones: el primero, fuerte como el amor; el segundo, amargo como la vida; y el tercero, dulce como la muerte.
En el Teneré nigeriano, camina a una velocidad media de 38 kilómetros, desde las 6 a.m hasta las 22 p.m, la caravana de sal, la azalai. Las tentativas de sedentarización de los tuaregs han sido difíciles, debido a la intolerancia a que se les imponga cualquier restricción en sus desplazamientos.

"
A los siete años ya te dejan alejarte del campamento,  para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire,  escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas. Y a  dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua. Allí todo es  simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme  valor! Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es  valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de  estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

Lo que más me chocó en mi primer viaje a Europa fue que vi correr a la gente por el aeropuerto. ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de  respeto hacia la mujer? me pregunté. Después, en el hotel Ibis, vi el  primer grifo de mi vida. Vi correr el agua y sentí ganas de llorar. ¡Todos los  días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes  de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y  las estrellas; allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de  otra, como es distinta cada cabra. Aquí, por la noche, miráis la tele...


Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer,  frenesí, prisa. En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!"


BEDUINOS   

"Habitante del desierto" es el significado badawi, palabra árabe que dió lugar al término beduino, ya que habitan en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel. 
Existen dos clases bien diferenciadas entre los beduinos: algunos pastores nómadas, se dedican al comercio. Se desplazan continuamente con la manada de dromedarios (excepto en los meses veraniegos) siguiendo un itinerario concreto dentro de un territorio tribal, o dirrah, que comprende pozo, oasis y pastos. La segunda clase, los fellahin son agricultores y se han hecho sedentarios; viven al borde del desierto. Las tribus dedicadas a la cría de cabras y ovejas, practican un seminomadismo trashumante en la búsqueda de agua y pastos.

"El desierto es el lugar natural para el beduino", dice Eid Jahalin "pero el gobierno no lo permite. Encierra a los beduinos como si fueran personas en una caja." 

"En Nueva York no sé exactamente dónde estoy, pero si me encuentro en el desierto lo sé todo. Como vivo en el desierto, es fácil para mí afrontar los cambios, no como le pasa a la gente de las ciudades o aldeas.
El planeta es una pelota pequeña. Si alguien crea un problema o daña algo de un lado, se sentirá en otro, así que tenemos que protegerlo."

Al igual que los conflictos, que son resueltos teniendo en cuenta la responsabilidad colectiva: todo el grupo es responsable de las acciones cometidas por cada uno de sus miembros. Un jefe o shaikh, elegido por su valentía, generosidad y sabiduría, es el que se ocupa de estas cuestiones relativas a la justicia.

La tribu beduina cabila incluye grupos parentales de familias muy extensas, unidas por un antepasado y por fuertes lazos según un código de honor y lealtad, basado en la generosidad, obediencia y, sobre todo, hospitalidad.

"Todo el sector beduino se perjudicó con la transición de una vida nómada a un lugar fijo, pero los más perjudicados resultaron la mujer y los niños." afirma
Jadra Alsena.
"Antes de la transición, la mujer era la columna vertebral de la casa. Era creativa; era la que había edificado la casa con sus propias manos, cocinaba la comida, preparaba las verduras para el invierno y el verano, elaboraba todos los tipos de queso de la leche de los rebaños, las mantas, los vestidos, las almohadas. Todo lo que hay en la casa, lo hacía la mujer con sus propias manos. El hombre trabajaba la tierra y pastoreaba los rebaños. La ayudaba saliendo a buscar aceite de Gaza y de Jevrón, o de otros lugares.
Con la transición a una vivienda fija, se debilitó el estatus de la mujer; su anterior condición le fue quitada. Su marido sale a trabajar, y ella no hace nada. Su tarea básica consiste en criar a los hijos. Y también esto, sin que ella pueda enseñarles el mundo exterior. Ella no conoce todo lo que hay en el entorno. Su hijo va a la escuela y aprende cosas, y cuando le hace preguntas, ella no sabe contestarle, y eso le da la sensación de que ella no es importante. Y cuando su estatus desciende, asciende el del marido; ella se vuelve dependiente de él más y más, y él la domina.
Hasta que nosotras, yo y mujeres jóvenes como yo, decidimos que era necesario hacer algo que nos hiciera más llevadera la vida a nosotras y a nuestras hijas”.  

El poblado de Laki´ia fue creado en 1990 con el propósito de persuadir a los beduinos de que abandonaran sus tiendas y se establecieran en poblaciones permanentes. Aún con todo, es conocido gracias a la gran fábrica de tejidos que hay en él, la cual produce alfombras y otros artículos tradicionales beduinos. La fábrica es una iniciativa de mujeres y fruto del trabajo de ellas. Pero en realidad, en el mundo beduino, la producción de tejidos siempre ha sido función femenina...


Fuentes: 
"El planeta vivo. pueblos de la tierra." Mirella Ferrera, Gian Giussepe Filippi, Marco Ceresa.
http://www.delacole.com/cgi-perl/medios/vernota.cgi?medio=lavoz&numero=Abril%202007&nota=Abril%202007-9
http://www.lavozylaopinion.com.ar/cgi-bin/medios/vernota.cgi?medio=lavoz&numero=Abril%202007&nota=Abril%202007-9 
http://www.ipsnoticias.net/2013/06/israel-trata-a-los-beduinos-como-gente-en-una-caja/
http://www.ilusionporviajar.es/index.php/entrevista-a-un-tuareg.html