jueves, 14 de diciembre de 2023

Mujeres pastoras de Suecia y Pakistán: el kulning y el bulbulik.

"He llegado a lo más alto, pero cuando miro hacia atrás me doy cuenta de lo lejos que estoy. Oh madre, cada vez que te recuerdo siete lluvias caen en mi cara. El verano se acabó. Desearía ser una pastora sana y fuerte."


Bulbulik. Así se llaman los versos cantados por las mujeres wakhi. Significa "canto de ruiseñor".

 

Las mujeres pastoras wakhi orientaban a las ovejas, cabras y yaks para que no se saliesen de los caminos altos, escarpados y estrechos. Hay peligro de deslizamientos. Estamos en Pamir, a 5.000 metros de altura. Es la cordillera Karakoram del noreste de Pakistán. 

Dejaron a los hombres en casa, al cuidado del pueblo y la agricultura, para caminar entre tres y cinco días hacia el valle de Shimshal. Llevan hasta 20 kg cada una de provisiones, y en el borde del desfiladero del río Shimshal hay una caída empinada sin ninguna baranda de seguridad. 

No fue hasta 2003 que se terminó la carretera del valle. En el pasado tuvieron que enfrentarse no solo a situaciones climáticas adversas, sino también al resto de seres que vivían de esas montañas, como lobos o leopardos.

Ya en el valle, cuidan de sus animales, esquilan, hacen yogur, mantequilla y otros productos lácteos, también con la lana, para luego hacer trueque con ellos.

Cruzan pasarelas de madera, casas de barro y paredes de roca, desfiladeros con caminos angostos... Alguien o "alguienes" construyeron y mantuvieron todo eso. No fue nadie más que el mismo pueblo.

"Nomus" es, en idioma wakhi, el sistema mediante el cual hogares o individuos patrocinan un proyecto de desarrollo comunitario: la construcción de una vía, un puente o un edificio, al que le ponen el nombre de un familiar para honrar su memoria. (Namus es una palabra árabe que significa reputación, fama, honor.)

Allí arriba, en el valle, pasan las mujeres los meses de verano. La madera no existe a esa altitud y es necesario adaptarse al humo que emana de la estufa, que es esencial para cocinar y calentarse después de que el viento sopla del glaciar. El clima es caprichoso y las cuatro estaciones pueden ocurrir en el mismo día. La vida social se reduce a la escasa interacción con las otras pocas pastoras capaces de subir y trabajar duro todos esos meses.


“Nacimos en el trabajo y la responsabilidad. Y nos ha seguido toda la vida. Está en nuestra sangre".

Esta mujer es sueca. Se llama Karin Saros, y a la edad de trece años, fue enviada a trabajar por primera vez en una "fäbod" o granja de verano, para pastorear el ganado de la familia y producir productos lácteos sostenibles para el próximo invierno. De esta forma, las mujeres del pueblo pasaban todos los veranos sin la compañía de los hombres.

Ella habla no solo de los trabajos y responsabilidades, sino también de los sentimientos de libertad que esa vida independiente trajo a las mujeres. El fäbod significaba trabajo duro, pero Karin encontró consuelo al dejar atrás una vida hogareña pero profundamente controlada por el patriarca de su familia. En el fäbod, ella misma podía decidir cómo organizar los trabajos del día y, a medida que pasaba el tiempo, aprendió a usar su voz para llamar al ganado. Habla con reverencia de las llamadas de pastoreo de la cultura nórdica del fäbod, conocida como "kulning"



Las culturas de pastoreo existen en todo el mundo, pero en estos casos, la pastora no es unicamente la mujer del pastor. Mantenía su rebaño a salvo de los depredadores, ordeñaba, producía productos lácteos y también de la lana que esquilaba. Cuidaba del hogar y las infraestructuras. La muerte de un animal provocaría escasez, y un mal paso de ella o de sus animales, o un simple error en la producción de mantequilla, queso y productos de suero, podría llevar a su familia a morir de hambre en invierno. 



La canción palestina, llamada Ya Tala'ayn ElJibal (Los que escalan las montañas) solían cantarla las mujeres cuando visitaban a los prisioneros durante el mandato británico (1918 - 1948)

"Oye tú, que subes a la montaña,

entre la noche y el amanecer, alma mía."

Con estos versos comenzaban un mensaje escondido en la canción, añadiendo "lelele" entre palabras para complicarlo.

La canción española llamada Panadera, la entonaban las panaderas, en zonas rurales de Castilla para amenizar los trabajos monótonos como el amasado o la molienda. El ritmo y los movimientos de las manos hacen referencia al proceso de hornear el pan.

"Esa panaderilla tiene tres nombres
Jugadora, Borracha y Amiga de hombres
Ay, qué panadera
Dime, panaderilla, cómo va el trato
La harina va subiendo y el pan barato
Esa panaderilla me ofrece un bollo
Por no verle la cara se lo perdono."

Interpretada por Terez Sliman y Sofía Adriana Portugal.

@MinaWorldMusic


Fuentes:

https://folklife.si.edu/magazine/kulning-swedish-herding-calls

https://mountainvoices-org.translate.goog/pa_glossary.html?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sc

 https://institute.aljazeera.net/en/story/nar-begum-shimshal?fbclid=IwAR2fE1zdqo8HImwr8mr6jqikxojY3sXi5vgKyt-7XybSyP28VBoWERzvZHI

https://www.bbc.com/mundo/articles/cy62ll578qzo

lunes, 20 de noviembre de 2023

Escrito en la arena aborigen: mi bisabuela también es mi sobrina.

wikandkuguarts.com

"Alguien que haya ido al bosque australiano con compañeros aborígenes... no se mueve por un paisaje, sino en un ámbito humanizado saturado de significados... Cuerpo, espíritu, nombre, sombra, huellas y totemismo y su lugar sagrado estaban dentro de un sistema. Los unos implican los otros." 

W.E.H. Stanner. Antropólogo.


La ontología aborigen no es primitiva. Si acaso, será temprana. El resultado de cuarenta mil años o más.

Pero es preferible no caer en ese mensaje simplista que critica el docente e investigador Tyson Yunkaporta en su libro Escrito en la arena:

"Casi todos transmiten el mismo mensaje: los Aborígenes Australianos llevan aquí x miles de años, saben cómo vivir en equilibrio con este territorio y deberíamos aprender de ellos a encontrar soluciones para los actuales problemas de sostenibilidad (a menudo me pregunto a quién se refiere el «nosotros» de esta frase). Después, esas ideas ofrecen ejemplos aislados de prácticas anteriores a la colonización. Eso es todo. El público se queda preguntándose «Sí, pero ¿cómo? ¿Qué idea aporta eso para resolver los problemas que hoy vivimos?»."

Así que él decide utilizar un proceso sustentado en patrones de pensamiento indígena para reflexionar en y criticar a los sistemas actuales.
En esta entrada, pretendo reunir solo algunos de esos patrones que presenta.

El mundo aborigen llena todo lo que concierne a nuestro planeta de simbolismo, y el significado está por todas partes. Asumen un mundo que cambia y se adapta continuamente, por lo que todos somos todavía una parte integral de esa creación continua. La relación aborigen con el entorno es el de integración y participación, y está totalmente encarnada.

Yunkaporta lanza esta idea describiendo la importancia del vientre. Cuenta que todas las lenguas aborígenes tienen un término para nombrar la energía de esta parte del cuerpo, algo así como cuando nos referimos a "lo que nos dicen las tripas". "En lengua apalech se dice ngank pi'an. En Australia Occidental algunos pueblos lo llaman ngarlu." No en vano, en la Ciencia lo llaman "el segundo cerebro".
"Nuestro intestino cuenta con un sistema nervioso independiente, que continúa siendo un misterio para la ciencia moderna."
(Nota en fuentes)

Y luego está el cerebro.


Explica Yunkaporta que cuando coges un herramienta, "el cerebro lo reconoce como una extensión del brazo." Como una araña que nota las vibraciones en la telaraña en la que está, como si fuera su prolongación.
(Según el biólogo Emiliano Bruner: es la capacidad protésica, la de integrar un objeto (herramienta) en el esquema del cuerpo, delegando funciones cognitivas (percibir, calcular, analizar, almacenar...) a elementos externos al sistema nervioso.)

Y también cuenta que, en el caso del mundo aborigen:
"A niveles más complejos, el significado que construimos con lugares, personas y objetos, así como la forma de organizar las interacciones entre ellos, se convierten en una extensión del pensamiento".
Es una manera efectiva de almacenar información fuera de nuestro cerebro, en objetos, lugares y relaciones con otras personas.

En el caso de los objetos: "Si utilizamos un objeto familiar para ayudarnos a codificar un conocimiento nuevo, estamos aprendiendo. Después, cuando tomamos ese objeto o incluso cuando simplemente lo visualizamos, recordamos al instante lo que aprendimos". Por eso "en las sociedades aborígenes, muchos objetos culturales tienen una significación especial, pues en ellos está codificado el conocimiento en un proceso de creación que es sagrado".

En las relaciones sociales también funciona, y es la "razón por la cual los sistemas de parentesco son tan fundamentales para nuestras culturas. Si aprendemos algo estando con alguien, quizá tengamos problemas para recordarlo cuando estemos a solas, pero lo recordaremos con detalles muy vívidos cuando volvamos a estar con ese alguien, o cuando pensemos en él o pronunciemos su nombre."
 
Los caminos están llenos de historias sobre los ancestros. "Existe una relación háptica similar con los Ancestros a los que invocaríamos cuando caminamos por determinados lugares. Se pueden evocar los recuerdos adheridos a determinados lugares visitándolos de nuevo o imaginando que caminamos otra vez por ellos."

Ellos y todas las cosas del mundo nacieron en una época llamada el sueño o el "Tiempo del sueño".

(Yunkaporta nos advierte que es una mala traducción. Lo ideal sería nombrarlo como "ontología interdimensional suprarracional endógena a complejos rituales de custodia". Pero el libro sería mucho más pesado.)

Sucedió hace mucho tiempo, pero es eterno y por lo tanto siempre presente. Es un período mítico que se extiende al presente y al futuro; tuvo un comienzo, pero no tendrá fin. Vincula la continua creación y remodelación del mundo.

Para los aborigenes, el mito es "la expresión diaria de lo eterno", según el antropólogo Aram A. Yengoyan. Cuando los aborígenes cuentan sus mitos, nunca usan el tiempo pasado, ni el presente. Usan un tiempo verbal llamado imperfectivo (que comparten con el ruso y otras lenguas) que indica que la acción todavía no se ha completado, que está en curso.

El continente australiano está cruzado por las pistas o senderos
de las personas y demás criaturas del tiempo del sueño. Se conciben a sí mismos moviéndose por esos mismos senderos viviendo y actuando al lado de las criaturas que todavía están vinculadas a esos lugares.

Son caminos sinuosos, como lo es así el mismo concepto del Tiempo. Nosotros concebimos la Historia y el camino, incluso el pensamiento, como una línea recta. Un "ir hacia adelante", "progresar", "avanzar", "seguir el hilo"...
Según Yunkaporta, un camino siempre es sinuoso:

"Hace miles de años, un hombre trató de caminar en línea recta; lo llamaron wamba (loco) y lo castigaron arrojándolo al cielo, hacia lo alto. Se trata de una historia muy antigua, una de las muchas que nos dicen que debemos viajar y pensar siguiendo patrones muy diversos, advirtiéndonos contra la idea de cargar hacia adelante como si estuviéramos locos."

Es más, el sistema de parentesco tampoco es lineal:

"Mi bisabuela; ella también es mi sobrina (...) Según su sistema de parentesco cada tres generaciones se reinicia un ciclo eterno de renovación y los padres de nuestros abuelos pasan a ser clasificados como nuestros hijos."

El sistema es diferente según el contexto relacional de la persona, según a quién pongamos en el centro.

Así, la familia extensa es una isla de sostenibilidad y crecimiento estable. 

Janet Koongotema
Y el patrón económico "No, no es el oro. Es la familia extensa. En la última crisis económica el volumen de dinero enviado en remesas al tercer mundo -que básicamente es el dinero que envían a sus hogares de origen las personas que han emigrado a países del primer mundo y cuya envergadura rivaliza con la de la ayuda internacional- no disminuyó. En realidad, en muchos casos aumentó, lo cual desconcertó a los economistas."
Por eso, tanto los sistemas naturales, como los sociales y los económicos, todos requieren movimiento e intercambio. Nada se puede retener, acumular ni almacenar. De lo contrario, se estancan.

 
Existe una profunda vinculación entre ser humano y naturaleza. Y para referirse al tiempo y al espacio, existe una sola palabra, porque son conceptos que también se rigen por ciclos.

"En la lengua materna de mi familia no hay ninguna palabra para decir «cultura». Hay una expresión que se aproxima a ese concepto, pero su significado no se puede traducir al inglés. Aak ngamparam yimanang wunan. Si se busca la traducción directa de cada palabra, el significado es algo así como ser como nuestro lugar."


"Cuando nos comprometemos con esta forma de ser descubrimos que nos cambia de modos muy sutiles. Si encontramos formas de expresar los lugares con los que entramos en relación, los patrones de nuestra lengua cambiarán. Nuestro acento cambiará para reflejar los paisajes que habitamos. (...) Tener una relación profunda con el lugar cambia todo en nosotros: la voz, el olor, el andar, la moral."

"En nuestro mundo nada se puede conocer, ni siquiera existir, a menos que sea en su relación con otras cosas. Y lo más importante: las cosas que están conectadas son menos importantes que las fuerzas de conexión entre ellas. Existimos para formar estas relaciones, que constituyen la energía que mantiene unida la creación. Cuando el conocimiento está acompañado de estas fuerzas de la conexión, es sostenible en las profundidades y a lo largo del tiempo."


Fuentes:


(En Tahití, tradicionalmente, y según el antropólogo Robert I. Levy, también hablan de las emociones vinculados a sus intestinos: "mis intestinos están encolerizados".)

Yunkaporta, Tyson. Escrito en la arena: Cómo el pensamiento indígena puede salvar al mundo, 2019.

W. Stanner. Aboriginal territorial organization: estate, range, domain and regimen. 1965
Bruner, E. and Gleeson, B. T. Body Cognition and Self-Domestication in Human Evolution, 2019
Aram A. Yengoyan, Economy, Society, and Myth in Aboriginal Australia. Annual Review of Anthropology, 1979

viernes, 3 de noviembre de 2023

"Cuenta, pajarita, cuenta": un cuento palestino de sumud.

"Si los cuentos representan una radiografía de nuestra cultura, entonces, el tratamiento que en ellos se hace de la figura femenina contiene grandes dosis de realidad." 
Sharif Kanaana, antropólogo.

El profesor Kanaana, nacido en Arraba, en las colinas de Galilea, al Norte de Nazaret, en lo que por entonces era Palestina y hoy es Israel, emigró a Estados Unidos en 1961, donde fue profesor en distintas universidades. En 1976 regresó a Palestina, donde ha sido rector de la universidad An-Najah (Nablus) y director del departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Bir-Zeit (Ramala). Es autor de un muy documentado y extenso trabajo sobre las 450 aldeas destruidas, borradas de la faz de la tierra en 1948, por el ejército de Israel. 
El libro "Cuenta, pajarito, cuenta" de Sharif Kanaana son propiedad colectiva de la comunidad palestina y su voz es la voz de la comunidad.

"Antes de la llegada de la televisión, los cuentos tradicionales eran la forma más popular de pasar el rato (...) para reforzar los lazos sociales". "Cuando las mujeres de edad se convierten en cuentacuentos, significa que la sociedad ha reconocido ya su autoridad y la sabiduría y la experiencia de la vida que esta implica; y, en su manera de narrar, la franqueza de su planteamiento, su tono poco convencional y la concisión serán las cualidades más notables"
 
"La mayoría de los cuentos tienen títulos femeninos y los personajes principales y más activos son las mujeres." 
"Los héroes son siempre heroínas: madres, hijas, esposas"

Perseverancia. Sumud صمود

 
Si los olivos conociesen las manos de los que los sembraron, su aceite se convertiría en lágrimas.
¡Oh! Sabiduría de los antepasados,
Nuestro cuerpo para vosotros sera un armadura.
Limpiaremos las espinas con nuestras pestañas
Y cortaremos la tristeza
Hasta arrancarla de nuestra tierra.
El olivo conservará su color verde para siempre
Y volverá a la tierra como una arma.

Mahmoud Darwish. Poeta palestino.

El olivo es un símbolo de "sumud", que significa firmeza, perseverancia, constancia, resistencia, en árabe, por ser muy resistente al fuego o a las sequías. Sus raíces son muy robustas y capaces de regenerar el árbol cuando la estructura aérea se estropea o destruye. El arraigo fuerte.
Los árboles de Hebrón son algunos de los más antiguos de Palestina, que data de la época romana. Esta cosecha es una antigua tradición que constituye una parte vital de la cultura palestina.
Los colonos los incendian, los talan... pero ellos, dicen, resurgirán.

 
LA PAJARITA

   Érase una vez, queridos míos, una pajarita que decidió hacer un pozo y se puso a escarbar y escarbar hasta que sus manos estuvieron completa­mente teñidas de alheña. Pero la pajarita siguió es­carba que te escarba hasta que, al cabo de un rato, vio que la alheña había teñido también sus patas y sus pies. Asombrada, levantó sus ojos al cielo, y Dios, que llevaba un rato mirándola, decidió gas­tarle una última broma y pintar sus ojos de kohol, pero como la pajarita no se daba cuenta de lo que estaba pasando siguió escarbando y escarbando... de repente, ¡PLASH!, encuentra un cofre y, ¡uAuuu!, cuando al fin consigue abrirlo, ¿qué es lo que ve? Una preciosísima tela suave y brillante como la seda.

   —¡Anda! ¿Qué podría hacerme yo con esta tela? —exclamó.
   Pensó, pensó y pensó y... enseguida encontró la solución.

   —¡Ya está! Me voy a hacer un vestido.

   Y salió volando a buscar a su modista (que también era una pajarita) y, nada más llegar, le dijo:
   —Había pensado hacerme dos vestidos, uno sería para mí y el otro para ti. ¿Qué te parece?

   La pajarita modista aceptó encantada, y ese mismo día se puso a trabajar. No había pasado ni una semana cuando vio aparecer de nuevo a su clienta:
   —A ver, a ver —piaba la pajarita—. ¿Cómo te han quedado esos vestidos?

   La modista fue a buscar los vestidos para que los viera y entonces.., la pajarita se lanzó sobre ellos como una flecha, los cogió con el pico y salió vo­lando. A continuación, volvió a su pozo para seguir escarbando, hasta que de repente, ¡oh sorpresa!, en­contró un nuevo cofre y, en su interior, una precio­sa tela de algodón como la que utilizan las señoras para hacer los pañuelos. La pajarita fue enseguida a visitar a su modista pero, esta vez, le pidió que le hiciera dos pañuelos.

   Y no había pasado una semana cuando la pa­jarita regresó a buscarlos:
   —A ver, a ver —piaba la pajarita—. ¿Podrías enseñarme cómo te han quedado los pañuelos?

   La pajarita modista fue a buscar los pañuelos para que su clienta los viera y entonces.., la pajarita se lanzó sobre ellos como una flecha y, después de cogerlos con el pico, salió volando. A continuación volvió a su pozo para seguir escarbando y, de pron­to, ¡oh sorpresa!, encontró un nuevo cofre y, en su interior, una bolsa de lana.

   ¡Pero qué lana más estupenda! —se dijo—; encargaré que me hagan un colchón.
   Esta vez fue volando al colchonero y pidió que le hiciera dos colchones:
   —Uno será para ti y el otro para mí. ¿Estas de acuerdo?

   El colchonero estaba de acuerdo. A los pocos días la pajarita regresó a buscarlos y nada más ver­los se lanzó sobre ellos y después de cogerlos con el pico, salió volando y cuando llegó a su nido en un árbol, los dobló con cuidado y se hizo una especie de sillón y muy contenta, antes de sentarse, se pu­so sus dos vestidos, uno encima del otro, y sus dos pañuelos, también uno encima del otro, y, así arre­glada, con las manos y los pies teñidos de alheña y los ojos pintados de kohol, la pajarita imaginó ser una preciosa novia.

   Y en esas estaba cuando acertó a pasar por allí el hijo del sultán, que iba de caza con su escopeta al hombro. Nada más verlo, la pajarita se puso a cantar:
   —La, la, la... hoy es fiesta y por eso me he puesto mis vestidos nuevos. La, la, la... llevo enci­ma todos mis vestidos nuevos.

   Cuando el hijo del sultán la oyó cantar, se echó la escopeta a la cara, levantó la vista hacia las copas de los árboles y cuando la tuvo a tiro, disparó. Dis­paró, pero no le dio. Y la pajarita casi se muere de la risa:
   —¡Jajajá! ¡No tienes ni idea, chaval! ¡Jajajá!

   Al ver que la pajarita se estaba riendo de él, el hijo del sultán se enfadó muchísimo y decidió que no se iba de allí sin cazarla. Cuando, después de muchos tiros, lo consiguió, la agarró por el pescue­zo y empezó a desplumarla. Pero, incluso mientras la desplumaba, la pajarita seguía cantando:
   —¡Vaya, vaya! ¡Hay que ver qué valiente es el señor desplumador! —piaba sin parar la pajarita—. ¡Pero qué valiente!

   El hijo del sultán, que nunca había soportado que se burlaran de él, ordenó que la metieran en un puchero y, como le gustaba mucho cocinar, él mismo se la preparó en pepitoria. Aun así, la paja­rita seguía cantando:
   —La, la, la, ¡qué gran cocinillas estás tú hecho! La, la, la, ¡qué gran cocinillas!

   Le salió tan rica que en un pispás se la comió, pero cuando terminó, el hijo del sultán sintió ganas de ir a hacer caca, y entonces, ¡oh milagro!, después del primer apretón salió la pajarita cantando:
   —¡Puuuafl, ¡qué mal rato he pasado ahí den­tro! Y encima,.. ¡he tenido que verte el agujero del culo!, pues que lo sepas, por más que seas hijo del sultán lo tienes tan feo como el de los demás, tan feo y tan rojo como un carbón encendido.

   Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

lunes, 2 de octubre de 2023

El mundo encoge: algunas perlas lingüísticas.

Ángela Loij (1900-1974)
 "Cuando vuestro perro dice GRRR, posiblemente querrá decir GRRR, ahora mismo, porque no parece ser capaz de comunicar GRRR, ayer por la noche en el parque."
El lenguaje. George Yule.
 
Hay alrededor de 7.097 idiomas distintos en el mundo, según la revista 'Ethnologue'.

“El mundo encoge”, advertía el escritor Eduardo Galeano. "Cada dos semanas, muere una lengua. El mundo disminuye cuando pierde sus humanos decires, como pierde la diversidad de sus plantas y sus bichos."  

"Hoy sabemos que hay una estrecha correlación entre la biodiversidad y la diversidad de lenguas."
explica Juan Carlos Jimeno Martín, antropólogo. "Cada lenguaje hablado representa un modo único de comprender la experiencia humana, el universo natural y el mundo entero. Los idiomas resumen toda la pluralidad de la humanidad. Como un código de acción social, el lenguaje es usado por los seres humanos para establecer un diálogo negociado con el mundo social y el mundo natural."
Y es por eso que las áreas del mundo con alta riqueza biológica y las áreas de alta diversidad de lenguas coinciden. 

Pero lo que en realidad muere no es una lengua, sino todo un mundo, porque lo importante no es lo que se pueda hacer con una lengua en el mundo, sino todo un mundo que contiene una lengua. Una puerta o ventana más se cierra, un asomarse de modo distinto al mundo. Espejos rotos que reflejaban otros mundos, otras voces acalladas.

 
Casi la mitad de los idiomas que se hablan en el mundo están en peligro de extinción y la tasa de desaparición del lenguaje acelera dramáticamente en los últimos años. Muchas lenguas en peligro de extinción tienen ricas culturas orales transmitidas a generaciones más jóvenes, pero sin formas escritas. Con la extinción de una lengua, toda una cultura se pierde. Las palabras que describen una práctica o abstracción cultural profunda y particular pueden no poder ser traducidas completamente a otro idioma.
Por eso, hablar en un idioma distinto del propio, limita el pensamiento crítico y emocional hacia un pensamiento más racional. O, como dicen los tukano (Amazonia): la lengua ajena “se imita”, la lengua propia “se habla”. Estas mujeres y hombres siguen una “exogamia lingüística”: un sistema de parentesco y de matrimonio basado en la diversidad lingüística. El parentesco lo marca la lengua paterna, así que al buscar pareja no puede ser alguien que hable la lengua propia, ya que eso significaría casarse con un pariente. Y es que ser barasana significa hablar en lengua barasana.

Así la ocupación territorial es menos importante que la lengua. Las mujeres van a

vivir a las otras tribus de otras lenguas de sus esposos. Por eso, en cada “maloca” o choza comunitaria, la conversación podrá ser barasana, tatuyo, bará, makuna... todas a la vez, como una maloca de Babel. Todos hablarán su propia lengua y ninguna será un obstáculo para la comunicación, porque todos son políglotas desde el nacimiento. Lo curioso es que en cada choza, aunque se escuchen hasta seis o siete idiomas diferentes, nunca se escucha a nadie practicando otro idioma. Y aunque los niños pasen la mayoría del tiempo con la madre y su lengua, ella debe conseguir que sólo hablen la del padre, así que simplemente lo escucharán hasta que un día lo empiecen a hablar.

Y con los idiomas que desaparecen, desaparecen también profundas percepciones sobre el cosmos, la tierra, las plantas, los animales y los ecosistemas locales que se han ido generando a través de una estrecha interacción con el mundo natural durante miles de años.

En 1866 la Sociedad de Lingüística de París había advertido en sus estatutos que no aceptaría ninguna comunicación referente al origen del lenguaje. Esta peculiar prohibición era resultado de la cantidad de especulaciones que se habían presentado, disfrazados como estudios científicos. No hay restos arqueológicos de la prehistoria, ni lo habrán, que atestigüen la existencia de la facultad del lenguaje. Porque no estamos hablando solo de facultades físicas, sino también simbólicas, mentales. El ser humano es el único ser que habla, pero no somos los únicos animales que se comunican. El etólogo Konrad Lorenz incluso comparaba la comunicación de los animales con nuestras exclamaciones, interjecciones. Emiten sonidos y expresiones corporales.

Nuestro habla es una comunicación mediante símbolos para transmitir mensajes. Un símbolo es, simplemente, un signo que tiene un significado (para aquella persona que es capaz de entenderla). Por ejemplo, una señal de tráfico. Pero una palabra es también un símbolo. Y con ellas, construimos oraciones, y también nos hacemos preguntas.

Y bueno, pero «el papel lo soporta todo», como gustaba decir al antropólogo don José Miguel de Barandiarán. ¿Cuándo se adquirió esta facultad? Se cree que nació con el Homo Sapiens, que fue la necesidad de expresión de la representación mental, de expresar esos contenidos mentales. La necesidad de leer el pensamiento de los demás, de coordinarse, y de verbalizar el pensamiento... o no. Es la versatilidad cooperativa. Nos ayudó a sobrevivir.

Y hasta que no hubo cierto simbolismo, ritos funerarios, arte... quizás no se pudo alcanzar esa capacidad. Y es que cuando no se puede verbalizar el pensamiento, tiramos del arte, de la música, de las matemáticas, del dibujo...

La lingüista Iraide Ibarretxe-Antuñano remarca la característica multimodal del lenguaje. El sistema olfativo, el proxémico (organización del espacio), fisiológico, emocional, háptico (tacto)... "Sistemas que no solo atañen a la comunicación, sino que forman parte de la cognición y, por ende, son centrales para comprender qué es el lenguaje, cómo se procesa y cómo se emplea para comunicar." 

Y me recomienda al paleoneurólogo Emilio Bruner, que parte sobre esa capacidad humana del oído medio (sensibles a la longitud de onda de la frecuencia del habla), y la que nos otorga el lóbulo parietal, justo detrás del lóbulo frontal "que presentan una variación evolutivo brutal". Los homo sapiens, después del nacimiento, al de un año más o menos, a nivel de crecimiento y desarrollo, tiene una etapa de abultamiento parietal que no la tiene ni un chimpancé ni un neandertal. Las funciones son: la integración viso-espacial, visión y cuerpo, la coordinación entre ojo y mano, la imaginación visual... El cuerpo como unidad de medida en el espacio, en el tiempo y en la sociedad. Es por eso que los homo sapiens tenemos asociadas muy estrecha-mente las áreas de la mano (praxis) y el lenguaje. Por eso, la transmisión (el enseñar y aprender) está muy motivado por la experiencia y las emociones. Y por eso, al ser archi-sociables, necesitamos despulgarnos con todos estos sistemas multimodales en un espacio físico, aunque creamos que los "likes" puedan ser nuestra manera "moderna" de despulgar.

Pero... no existe otra especie con la que podemos hablar.

"Cada lengua contiene en sí la trama de los conceptos y representaciones de una porción de la humanidad" (von Humboldt)

Vamos con algunas perlas:

Kyká. Un palabra del idioma muysk kubun, en Colombia Central. Significa: mundo; pueblo; historia (narración); región.
Todo eso.

Eloheh. Así llaman los Cherokee, una comunidad indígena norteamericana, a la Tierra. Pero también significa cultura y religión.

"En hopi, debes usar marcadores gramaticales que especifiquen si tú mismo presenciaste el evento, lo escuchaste de otra persona o si lo consideras una verdad inmutable. Los hablantes hopi se ven obligados por la gramática hopi a enmarcar habitualmente todas las descripciones de la realidad en términos de la fuente y confiabilidad de su información. El uso constante y automático de tales categorías genera hábitos en la percepción y el encuadre del mundo que probablemente difieren entre personas que usan gramáticas fundamentalmente diferentes".
David W. Anthony. (El caballo, la rueda y el lenguaje: cómo los jinetes de la edad de bronce de las estepas eurasiáticas formaron el mundo moderno.).

Son los evidenciales o testimoniales,​ un rasgo gramatical consistente en el uso obligado de ciertos morfemas o marcas que muestran el tipo de fuente o evidencia de la información dada en la oración, y así mismo qué grado de confianza debemos atribuir al hecho en cada uno de los casos.

Así es también en el quechua. Si utilizas el sufijo validador -m/mi (a veces -n dependiendo de la variante regional) indica que tú presenciaste el suceso o que estás muy seguro de lo que estás afirmando. Si no lo presenciaste tú mismo, entonces puedes añadir el sufijo reportativo -s/si.

La lengua tariana, de la familia arawak (Amazonia) utiliza incluso marcas para transmitir si lo asumió por algo que se vio o por algún conocimiento previo.

Juse irida di-manika-ka: José jugó a fútbol [lo vi yo y otros.]'

Juse irida di-manika-nihka: José jugó a fútbol [lo inferimos por algo que vimos]

Juse irida di-manika-sika: José jugó a fútbol [lo asumo en base algún conocimiento previo]

La clusividad, es cuando hay dos tipos de pronombres "nosotros". En el idioma innu, algonquina, hay dos tipos de "nosotros". Para hablar de un 'nosotros' que nos incluye a mí y a ti, entonces se usa "tshinanu". El prefijo 'tshi-' corresponde al propio ser en todas sus formas. Es un 'nosotros' colectivo. El ‘nosotros’ excluyente es "ninan", y representa a la persona que está hablando de algo, pero sin el oyente o el grupo de oyentes. Por ejemplo, alguien que cuenta una anécdota con un animal. Si estaban solos el animal y esa persona, dirá "ninan" porque los oyentes no estaban presentes.

En idioma maya tojolabal, en Chiapas, hay una marca que se repite mucho "-tik". Significa "nosotros". Un ejemplo: Se dice en español, "yo te dije". La expresión correspondiente en tojolabal es "yo dije, tú escuchaste." Es de dos sujetos (yo y tú), con sus verbos correspondientes. Y es que los tojolabales tienen dos palabras para lengua o palabra. Por un lado está la palabra/lengua hablada: k'umal, y, por otro, la escuchada: 'ab'aU.

El ideograma chino para una persona sabia, "shèng", reagrupa una oreja, una boca y el carácter que evoca la idea de una persona noble en su justo lugar nobiliario. Es decir, una persona que está en su justo lugar por saber escuchar (oreja) y hablar (boca).

Las lenguas también son un reflejo de la diversidad humana, ya que representa un modo único de comprender la pluralidad de la humanidad. Y sus lenguas son, en su inmensa mayoría, lenguas orales, así que la pérdida de estos idiomas significa la pérdida de la memoria biocultural.

En araki, una lengua hablada por ocho personas en la isla de Vanuatu, “sorosoro” significa “aliento, palabra, lengua”.
El dios supremo de los indígenas onas de la Tierra del Fuego se llamaba Pemaulk.
“Pemaulk” significa palabra.


“Kolik jazyku znas, tolikrat jsi clovekem”
, cuanto más idiomas sabes, más humano eres,
dice un proverbio checo.

 

Fuentes:

http://www.lenguasdecolombia.gov.co/content/la-subfamilia-ling%C3%BC%C3%ADstica-tucano-oriental-estado-actual-y-perspectivas-de-investigaci%C3%B3n-0

http://www.utadeo.edu.co/programas/humanidades/pdf/puesto_que_hablamos_distinto_2006-3.pdf

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/06/140613_cultura_lenguas_muertas_mz
http://etnoecologia.uv.mx/PATRIMONIO/seccPATRIMONIO/Memoria_biocultural.html
http://veronicavera-factorhumano.com/2010/09/20/diversidad-biocultural-un-enfoque-integral-de-desarrollo/
http://era-mx.org/biblio/Toledo-_y_Barrera_2008.pdf
http://www.fuhem.es/media/cdv/file/biblioteca/Entrevistas/Entrevista_Juan_Carlos_Gimeno.pdf 

domingo, 3 de septiembre de 2023

El crecimiento exponencial: la fábula del caracol, el ajedrez y el estanque.

Vyacheslav Mishchenko
«El caracol construye la delicada arquitectura de su concha añadiendo una tras otra las espiras cada vez más amplias; después cesa bruscamente y comienza a enroscarse esta vez en decrecimiento, ya que una sola espira más daría a la concha una dimensión 16 veces más grande, lo que en lugar de contribuir al bienestar del animal, lo sobrecargaría».

Ivan Illich. Filósofo, pedagogo y ambientalista.

«Pedimos ayuda a los dioses, a los diablos y a las estrellas del cielo. A los caracoles, nadie pide.
Pero gracias a los caracoles no mueren ahogados los indios shipibos, cada vez que el río Ucayali se pone de mal humor y sus aguas alborotadas invaden la tierra y atropellan cuanta cosa encuentran.
Los caracoles avisan. Antes de cada calamidad, dejan sus huevos pegados a los troncos de los árboles, bastante arriba de la altura adonde llegará la creciente. Y jamás se equivocan en el cálculo.»

Eduardo Galeano. Bocas del tiempo.


El antropólogo Jason Hickel nos cuenta una antigua fábula que refleja bien la naturaleza surrealista del crecimiento en nuestro sistema económico:

"[Es] un cuento sobre un matemático en la antigua India. Para premiar los logros de este matemático, el rey le mandó acudir a su palacio y le ofreció un regalo: «Di lo que quieres y será tuyo, sea lo que sea», le dijo.

El hombre respondió humildemente: «Mi rey, yo soy un hombre sencillo; lo único
que pido es que me dé un poco de arroz. Sacando un tablero de ajedrez, continuó: «Coloque un grano en la primera casilla, dos en la segunda, cuatro en la tercera, y siga duplicando el número de granos en cada casilla hasta llegar al final del tablero. Me conformaré con eso».
Al rey le pareció una petición curiosa, pero accedió, contento de que el hombre no le hubiera pedido algo más lujoso. Al llegar al final de la primera fila, en el tablero había menos de doscientos granos, ni siquiera eran suficientes para una comida. Pero entonces las cosas empezaron a volverse muy extrañas. En la casilla treinta y dos, cuando aún iba por la mitad del tablero, el rey tuvo que poner dos mil millones de granos, lo que llevó a su reino a la bancarrota. Si hubiera podido continuar, en la casilla sesenta y cuatro habría tenido que poner dieciocho trillones de granos, suficientes para cubrir toda la India con una capa de arroz de un metro de grosor.
Ese mismo mecanismo tan inquietante tiene lugar con la expansión económica."

"El crecimiento compuesto, que es la estructura básica de la reinversión capitalista, puede ser difícil de entender. De hecho, tiene una inquietante forma de proceder sigilosamente y pillarnos por sorpresa."

"Esta tendencia fue advertida en 1772 por el matemático Richard Price. El crecimiento compuesto, señaló, «aumenta lentamente al principio [...], pero, como el ritmo de crecimiento se acelera continuamente, al cabo de un tiempo se vuelve tan rápido que no podemos ni concebirlo con nuestra imaginación".

"Solo un 3%. Es lo que los economistas dicen que hace falta para garantizar que la mayoría de los capitalistas obtengan una rentabilidad positiva.
Un 3% no parece mucho. Pero si tomamos la economía mundial en el año 2000 y la sometemos a la tasa habitual de crecimiento del 3% anual, se habrá cuadruplicado antes de mediados de siglo, en menos de la mitad de una vida humana." 
Y luego, está la deuda: "un sistema monetario basado en el interés compuesto (en el que la deuda crece exponencialmente) es incompatible con la preservación de la vida en un planeta en un equilibrio precario." Y asegura: Nuestro sistema monetario es deuda en sí mismo. Los bancos prestan unas diez veces más dinero del que tienen realmente. Crean el dinero de la nada al prestarlo. ¡Y después requieren que la gente salga al mundo real a extraer y producir valor real para pagarlo! Además, esta deuda se paga con intereses, intereses que crecen exponencialmente, pero los bancos tampoco crean el dinero necesario para pagarlos. Siempre hay déficit o escasez y, por lo tanto, una fuerte competencia para buscar ese dinero con el que pagar esas deudas. Hickel lo compara con un violento juego de las sillas.

Además, advierte Hickel, cada vez que el capital se topa con un obstáculo a la acumulación (por ejemplo, un mercado saturado, una ley del salario mínimo o algún mecanismo de protección del medio ambiente), recurre a una solución: cercamiento, colonización, tráfico de esclavos, guerras, expansión...

Enric Sala, biólogo y ecólogo, explica también sobre este rocambolesco y peligroso sistema económico en su libro "La naturaleza de la naturaleza":

"Nuestra manera de dirigir el planeta es una estafa piramidal, un esquema de Ponzi, como dijo mi amigo Daniel Pauly, de la Universidad de la Columbia Británica: utilizamos el capital que aporta un inversor para pagar a otro, fingimos que estamos repartiendo beneficios, pero enseguida necesitamos otro inversor para pagar al anterior. Lo malo es que el esquema de Ponzi solo funciona mientras haya nuevos inversores a los que podamos engañar. Cuando la pirámide crece demasiado y nos quedamos sin nuevos inversores, todo se derrumba. Lo mismo se puede decir de la tierra y el océano. Nos estamos quedando sin bosques que destruir, sin caladeros de pesca que vaciar. Pero no hace falta que lleguemos al final para entender que este sistema basado en el crecimiento es insostenible."


Sala cuenta en este libro que, durante un día de trabajo, se preguntó cómo el ser humano había llegado a ser un depredador tan poderoso. Para esclarecer sus dudas, fue a ver a su entonces profesor. Él respondió, tajante:

«La necrosfera».

"La palabra necrosfera viene del griego nekrós, que significa «muerte». La biosfera es la capa viviente del planeta. La necrosfera es la capa muerta. Se compone de todo aquello que estuvo vivo y ya no lo está: las hojas que caen en otoño y cubren el suelo del bosque, o la ballena que muere y se hunde en las profundidades del mar. La necrosfera reciente es un limbo constante: los carroñeros, los hongos y los animales que se alimentan de desechos reciclan enseguida la materia.

Hay una parte de la necrosfera que no se descompone y, por tanto, no vuelve a ser parte de los organismos vivos. Es lo que podríamos llamar la necrosfera antigua. Su característica más llamativa es que se compone de organismos que quedaron enterrados muy en el fondo del océano o en turberas casi nada más morir (...). Con el tiempo, los sedimentos se han seguido acumulando, con lo que la materia muerta queda a una profundidad cada vez mayor. El altísimo calor y la presión sobre estos organismos muertos acaba por transformarlos en carbón, gas natural o petróleo, lo que hoy conocemos como combustibles fósiles".


Y aquí viene la trampa: Solo el ser humano ha aprendido a explotar esta necrofera antigua.

Ya no dependemos únicamente de la energía solar diaria como fuente principal, ni de la biomasa vegetal ni de las redes alimentarias naturales.
La necrosfera antigua nos ha permitido salirnos del ciclo de depredadores y presas. Así sobreexplotamos el presente utilizando la energía del pasado. 

"Podemos construir ecosistemas artificiales (ciudades) que consumen más energía de la que producen, incluyendo los alimentos. No hay otra especie que haga eso."

"Los seres humanos prefieren la cantidad a la calidad, el crecimiento al desarrollo, la producción a la protección, y, por lo general, de la manera menos eficiente."
La grandeza a lo grandote y al crecimiento con el desarrollo, añadiría el escritor Eduardo Galeano.

La antropóloga e ingeniera Yayo Herrero asegura que "Hay una  dimensión antagónica entre las lógicas del capital y las lógicas de la trama de la vida. En cualquier ecosistema, en sus fases más jóvenes, la energía sirve fundamentalmente para crecer. Pero llega un momento en el que el crecimiento se detiene y la energía sirve fundamentalmente para incrementar la complejidad. Por ejemplo nuestro cuerpo, llega un momento en que su crecimiento se detiene y la energía sirve para la complejidad, para la estabilidad, para respirar sin producir, para asegurar la vida. En el capitalismo, nunca se puede dejar de crecer, y lo que llama desarrollo o progreso, en la naturaleza es una regresión. Es una regresión permanente hacia las fases juveniles en los que son productivos en términos materiales para volver a construir dinámicas de crecimiento". (Entrevista con degrowthlab)

 
Los ecosistemas naturales, sin embargo, siguen su propia economía circular, reciclado de la materia orgánica, riqueza de las especies, biodiversidad... Cada átomo de carbono, fósforo o nitrógeno que obtiene el planeta a través del vulcanismo, lo recicla entre un 99,5 y un 99,8% antes de que vuelva a incorporarse de nuevo al magma terrestre. También tú, como ecosistema. ¿Sabes cuántas veces pasan las moléculas de agua por los riñones antes de desaparecer del sistema? Unas 200 veces. Todo esto lo cuenta el físico Carlos de Castro Carranza.

Hay otro ejemplo de este patrón de crecimiento exponencial, pero esta vez proviene de un fenómeno de la naturaleza. Y lo explica otro matemático, Kit Yates en su libro Los números de la vida:

Cierto día se observa que se ha formado una colonia de algas extremadamente reducida en la superficie de un lago local. En los días siguientes se descubre que la extensión de la superficie del lago que cubre la colonia se duplica diariamente. Seguirá creciendo hasta cubrir el lago entero a menos que se haga algo. Si no se le pone freno, tardará 60 días en cubrir toda la superficie del lago. «¿Cuánto tardarán las algas en cubrir la mitad del lago?».

Una respuesta habitual es 30 días. Pero no es la respuesta correcta. Dado que su tamaño se duplica cada día, en realidad, la respuesta es que las algas tardarán 59 días en cubrir la mitad de la superficie del lago, y en un solo, lo cubrirán del todo.

La pregunta es: "si el 55.º día, cuando las algas cubren solo el 3% de la superficie, alguien te dijera que el lago estará completamente cubierto en cuestión de cinco días más, ¿le creerías? Probablemente no."

La bióloga potawatomi Robin Wall Kimmerer, tampoco. Ella intento limpiar un estanque cercano a su casa de las algas que lo invadían. Y lo que fue una promesa para que sus hijas pudieran nadar, resultó ser también una manera de volver a su pasado:
"Como les ocurre a tantos estanques en antiguas granjas, el mío era víctima de la eutrofización, el proceso natural de aumento excesivo de nutrientes. El único causante de ello es el paso de los años. Generaciones de algas y nenúfares y hojas secas y manzanas que caen al estanque en otoño forman sedimentos y se amontonan y lo que una vez fue una capa de piedra limpia en el fondo, se convierte en una alfombra de mugre. Todos esos nutrientes dan pie a que crezcan nuevas plantas, y estas provocan el nacimiento de otras, en un ciclo que no deja de acelerarse. Sucede con muchos estanques y lagunas: el fondo se va llenando y el estanque se convierte en un humedal colmatado, que un día podrá convertirse, a su vez, en una pradera, en un bosque."

"Continué limpiando algas, dejando que el limo se asentara, y el estanque mejoró. Cuando regresé, una semana después, volvía a estar cubierto de una masa verde y espumosa."

"Pienso ahora que lo que buscaba era cierto equilibrio, y el equilibrio, por definición, nunca se está quieto."


Tras 12 años, por fin pudo limpiarlo. "Serán mis nietos los que nadarán en el estanque", y otros niños también. El estanque le mostró, uniendo sus lágrimas saladas con las aguas dulces de sus aguas, que no importaba si sus hijas marchaban. Que una buena madre era eutrófrica y rebosaba de nutrientes, tanto que podía ser capaz de nutrir a otros niños, a hasta las siguientes generaciones.

Son las señales de la vida, añadía. "La vida es acumulación. La vida es eutrófica." Y los seres humanos deberíamos ser vastos en riqueza eutrófica.

 





viernes, 28 de julio de 2023

Malut dé, malut kita: trolleando a antropólogos.

 "La gente tiene una manera descuidada de hablar de un 'mentiroso nato', tal como se habla de un poeta nato. Pero en ambos casos, están equivocados. La mentira y la poesía son artes (artes, como vio Platón, no desconectadas entre sí), y requieren del estudio más cuidadoso, la devoción más desinteresada."

Oscar Wilde. La decadencia de la mentira.


Napoleón Chagnon, antropólogo, dio una descripción bastante cómica de su intento de recopilar genealogías de los yanomamö:

Nada extraño, teniendo en cuenta que se centró en las enemistades: "comencé a aprovecharme de las discusiones y enemistades locales a la hora de seleccionar a mis informantes”, escribe. En su libro Nobles Salvajes, Chagnon admite que “los yanomamö no querían que supiera sus nombres… [y]… no querían que los usara en público”. Estaba “decidido a entender su sistema social… pero ellos estaban igual de decididos a esconder esos datos”.

Y continúa:


"Reaccionaron a esto de una manera brillante pero devastadora: inventaron nombres falsos para todos en el pueblo y los aprendieron sistemáticamente, revelándome libremente las identidades de todos. Con aire de suficiencia pensé que había descifrado el sistema y construido con entusiasmo genealogías elaboradas durante un período de unos cinco meses. Disfrutaron verme aprender sus nombres y relaciones de parentesco. Ingenuamente supuse que obtendría la "verdad" de cada pregunta y la mejor información. Esto sentó las bases para convertir mi serio proyecto en un divertido engaño de las más grandes proporciones. Cada "informante" intentaría superar a sus compañeros inventando un nombre aún más absurdo o ridículo que el que alguien me había dado antes, explicándolo como "bueno, él tiene dos nombres y este es el otro". Incluso fabricaron relaciones genealógicas diabólicamente improbables, como que alguien se casara con su abuela, o peor aún, con su suegra, una perspectiva grotesca y aterradora para los yanomamö. Recopilaría los nombres y relaciones deseados haciendo que mi informante susurrara el nombre de la persona en voz baja en mi oído, notando que él o ella era el padre de tal o cual o el hijo de tal o cual, y así sucesivamente. Todos los que estaban observando mi trabajo insistían entonces en que repitiera el nombre en voz alta, rugiendo de risa histérica mientras pronunciaba torpemente el nombre, a veces riéndose hasta que las lágrimas corrían por sus rostros. La persona "nombrada" por lo general reaccionaba con molestia y me siseaba algún epíteto intraducible, lo que servía para asegurarme de que tenía el nombre "verdadero". Concienzudamente revisé y volví a verificar los nombres y las relaciones con múltiples informantes, complacido de ver desaparecer las inconsistencias a medida que mis hojas genealógicas se llenaban con esos pequeños triángulos y círculos deseables, miles de ellos.

Mi burbuja antropológica estalló cuando visité un pueblo a unas 10 horas de camino al suroeste de Bisaasi-teri unos cinco meses después de haber comenzado a recolectar genealogías en Bisaasi-teri. Estaba charlando con el líder local de este pueblo y casualmente solté el nombre de la esposa del líder de Bisaasi-teri. Siguió un silencio atónito, y luego un rugido de risas incontrolables, asfixia, jadeos y aullidos en todo el pueblo. Parece que pensé que aquel jefe estaba casado con una mujer llamada 'vagina peluda'. También parece que el jefe de Bisaasi-teri fue llamado 'largo pene' y su hermano 'mierda de águila'. El jefe de Bisaasi-teri tenía un hijo llamado 'gilipollas' y una hija llamada 'aliento de pedo'."

A Evans Pritchard también le sabotearon su trabajo. Sufrió lo que definió como "Nuerosis" (me pregunto si los nuer lo definieron como 'Pritchariosis'):

"Los nuer son expertos en sabotear una investigación y hasta que uno ha residido con ellos durante algunas semanas, obstinadamente atontan todos los esfuerzos por obtener los hechos más simples y dilucidar las prácticas más inocentes. He obtenido en Zandeland más información en unos pocos días que la que obtuve en Nuerland en otras tantas semanas. Después de un tiempo, la gente estaba dispuesta a visitarme a mi tienda, a fumar mi tabaco y hasta a bromear y charlar, pero no estaban dispuestos ni a recibirme ni a discutir asuntos serios. Las preguntas sobre costumbres fueron bloqueadas por una técnica que puedo recomendar a los nativos que están molestos por la curiosidad de los etnólogos. El siguiente ejemplo de los métodos Nuer es el comienzo de una conversación en el río Nyanding (...):

Yo: quien eres?

Cuol: Un hombre.

Yo: ¿Cuál es tu nombre?

Cuol: ¿Quieres saber mi nombre?

yo: Sí.

Cuol: ¿Quieres saber mi nombre?

E: Sí, has venido a visitarme a mi tienda y me gustaría saber quién eres.

Cuol: Está bien. Soy Cuol. ¿Cómo te llamas?

E: Mi nombre es Pritchard.

Cuol: ¿Cómo se llama tu padre?

E: El nombre de mi padre también es Pritchard.

Cuol: No, eso no puede ser cierto. No puedes tener el mismo nombre que tu padre.

E: Es el nombre de mi linaje. ¿Cuál es el nombre de tu linaje?

Cuol: ¿Quieres saber el nombre de mi linaje?

E: Sí.

Cuol: ¿Qué harás con él si te lo digo? ¿Lo llevarás a tu país?

E: No quiero hacer nada con eso. Solo quiero saberlo ya que estoy viviendo en tu campamento.

Cuol: Oh bueno, somos Lou.

E: No te pregunté el nombre de tu tribu. Lo sé. Te estoy preguntando el nombre de tu linaje.

Cuol: ¿Por qué quieres saber el nombre de mi linaje?

E: No quiero saberlo.

Cuol: ¿Entonces por qué me lo pides? Dame un poco de tabaco.


Desafío al etnólogo más paciente a abrirse camino contra este tipo de oposición. Uno simplemente se vuelve loco. De hecho, después de unas pocas semanas de relacionarse con los Nuer, uno muestra, si se permite el juego de palabras, los síntomas más evidentes de 'Nuerosis'."

Peter Metcalf escribió todo un libro sobre este tema: "Ellos mienten, nosotros mentimos". En realidad, es la fórmula de apertura utilizada por cualquier anciano o anciana de Berawan (Sarawak, Borneo) para comenzar la narración de una epopeya sagrada (malut dé, malut kita). Una manera de sugerir que lo que se va a transmitir es la repetición de lo que le ha sido transmitido por los antepasados.
El antropólogo comienza el libro analizando la crítica posmoderna nihilista que ha cuestionado la veracidad de los relatos antropológicos:

"(...) la antropología tiene una larga tradición de relativismo, es decir, la insistencia en que otras visiones del mundo se tomen en serio, en sus propios términos, y no se descarten como errores. Cierto, ha habido escuelas de antropología que no han sido relativistas, y existen limitaciones al relativismo, pero la estrategia permanece. Sin embargo, cuando se dice que los posmodernistas "relativizan" sus afirmaciones de saber, sugieren una versión antropológica especial del nihilismo, la afirmación de que es fundamentalmente imposible saber algo o decir algo acerca de otra cultura. Esto puede conducir a una especie de esencialismo introvertido, que autoriza a los etnógrafos sólo a trabajar en "su propia cultura", independientemente de cómo se construya. De esta manera, se invierte la estrategia tradicional de la antropología de sacar a las personas de sí mismas."

Así pues, zanja Metcalf, tal vez sea mejor escribir sobre mentiras, tanto las que los informantes cuentan a los antropólogos como las que se cuentan en los relatos antropológicos: "mentiras blancas y negras como la noche, evasiones, exageraciones, engaños, verdades a medias y negaciones creíbles".

"En un entorno desconocido, el o la antropóloga suele ser socialmente inepto y, a menudo, lingüísticamente incompetente. Tales personas generalmente se evitan. Sin embargo, las etnografías están llenas de informantes complacientes, que se apresuran a hacer el papel de Sancho Panza para el Don Quijote del etnógrafo. Tenemos que preguntarnos qué transacciones de poder y conocimiento subyacen a sus motivos."






 

domingo, 25 de junio de 2023

A contrapelo: contra James Bond y el grano.

"Negara mawi tata, desa mawi cara (El capital tiene su orden, la aldea sus costumbres)."

Proverbio javanés.

 

"Nuestro término Estado tan solo entró en el habla cotidiana a finales del siglo XVI, acuñado por un abogado francés llamado Jean Bodin, quien también escribió, entre muchas otras cosas, un influyente tratado sobre brujería, hombres lobo y la historia de los hechiceros (hoy en día se lo recuerda principalmente por su profundo odio a las mujeres)." David Wengrow, David Graeber. (El amanecer de todo.)


"Creíamos que el sedentarismo y la agricultura condujeron directamente a la formación de estados, pero sucede que estos solo aparecen mucho después (varios miles de años) de la agricultura en campos fijos.
Se daba por hecho que la agricultura fue un gran paso adelante para la nutrición, el bienestar y el ocio de las personas. Lo contrario parece haber sucedido en las primeras fases.
El estado y las civilizaciones tempranas eran vistos como imanes que atraían a las personas con el lujo, la cultura y las oportunidades que aportaban. En realidad, los estados tempranos se veían obligados a capturar y retener a una gran parte de su población, con diferentes formas de servidumbre, y estaban transidos por las epidemias del hacinamiento.
Los estados tempranos eran frágiles y propensos al colapso y, en cambio, las «edades oscuras» que los sucedieron podrían haber supuesto, con frecuencia, una mejora real en el bienestar humano.
Por último, parece razonable sostener que, al menos fuera de las elites, la vida en el exterior de los estados (la vida del 'bárbaro') pudo haber sido, en muchas ocasiones, más sencilla en términos materiales, y más libre y saludable, que la vida dentro de las civilizaciones."
James C. Scott. (Contra el estado.)

Scott puntualiza en este libro:
"La fundación de las primeras sociedades agrarias y de los primeros estados en Mesopotamia se produjo en el último 5% de nuestra historia como especie en el planeta. Y según este mismo baremo, la era de los combustibles fósiles, que comenzó a finales del siglo XVIII, representa solo el último cuarto del 1% de la historia de nuestra especie."


Y aún así, todavía somos susceptibles de un gran 'efecto de la civilización', las plagas y las enfermedades:
 

"Todas las enfermedades infecciosas causadas por microorganismos específicamente adaptados al homo sapiens solo comenzaron a existir hace diez mil años, quizás muchas de ellas solo en los últimos cinco mil años".


"Las enfermedades con las que estamos familiarizados ahora (sarampión, paperas, difteria y otras infecciones extrahospitalarias) hicieron su aparición inicial en los primeros estados. Parece casi seguro que muchos de los primeros estados colapsaron como resultado de epidemias análogas a la peste antonina y a la plaga de Justiniano en el primer milenio e.c. o a la Peste Negra del siglo XIV en Europa.
Después llegó otra plaga: la plaga estatal de los impuestos en forma de grano (...)"


"La historia no registra estados de yuca, sago, ñame, taro, plátano, fruta de pan o batata", escribe el antropólogo. En realidad, el libro se titula, literalmente: "Contra el grano: una historia profunda de los estados más antiguos". Aunque "contra el grano" sea una expresión que significa "a contrapelo". Hace referencia a la hipótesis del grano: Asegura que existe un vínculo directo y crucial entre el cultivo del grano (trigo, maíz, arroz) y el nacimiento de los primeros estados. Las agriculturas basadas en tubérculos o legumbres no tienen un período de cosecha fijo y no generan reservas.

 
En palabras de Scott: "Mi hipótesis es que solo los granos resultan perfectamente idóneos para la producción concentrada, la liquidación de impuestos, la apropiación, las encuestas catastrales, el almacenamiento y el racionamiento. En un suelo adecuado, el trigo proporciona la agroecología necesaria para las densas concentraciones de súbditos humanos." Esto es porque "solo los granos de
cereal pueden servir de base a los impuestos
: son visibles, divisibles, liquidables, almacenables, transportables y 'racionables'. (...) Para apreciar las excepcionales ventajas de los granos de cereal, conviene ponerse en el pellejo de un antiguo recaudador de impuestos, interesado, ante todo, en la facilidad y la eficacia de la apropiación."


"Puedes tener un rey y puedes tener un señor, pero el hombre de temer es el recaudador de impuestos." Antiguo dicho sumerio.

Los Estados eran el lugar donde se concentra una población y se la obliga después a producir excedente para las elites improductivas. "Dicho excedente no existe hasta que los estados embrionarios lo crean. O, por mejor decir, hasta que los estados no extraen y se apropian de este excedente, esta era 'consumida' en forma de ocio y elaboración cultural" y "El acceso a los recursos (tierra, pastos y caza) quedaba abierto a todos en razón de su pertenencia a un grupo". Así se crearon sociedades complejas con jerarquías, división del trabajo, empleos
especializados (soldado, sacerdote, servidor, administrador, y una élite que los preside). Los nuevos estados requerían enormes cantidades de trabajo, formas de trabajo forzoso, incluida la esclavitud.
 

"Un sistema de gobierno con un rey, personal administrativo especializado, jerarquía social, un centro monumental, murallas, recaudación de impuestos y sistema de distribución es, ciertamente, un «estado» en el sentido fuerte del término. Tales estados existen desde los últimos siglos del cuarto milenio a. e. c. y parecen estar bien atestiguados por la poderosa organización territorial de Ur III en el sur de Mesopotamia, como muy tarde, alrededor del año 2100."
 

Todo se facilitó con otra nueva tecnología de control: la escritura. "Es virtualmente imposible concebir incluso los primeros estados sin una tecnología sistemática de registro numérico", sostiene Scott. En Mesopotamia, la escritura se usaba exclusivamente para la contabilidad.


"Parece, por ejemplo, que la huida de los primeros dominios estatales a la periferia era algo bastante común, pero, en la medida en que contradice la narrativa del estado como benéfico civilizador de sus súbditos, queda relegada a oscuros códigos legales. Otros, entre los que me incluyo, están casi seguros de que la enfermedad fue un factor importante de la fragilidad de los primeros estados. (...) Del mismo modo, el alcance de la esclavitud, la servidumbre y el reasentamiento forzoso resulta difícil de demostrar."

No deberíamos confundir nunca cultura o bienestar de la población, con centros estatales, nos advierte Scott. No resulta infrecuente que los súbditos de los estados tempranos abandonaran tanto la agricultura como los centros urbanos para evadir los impuestos, el reclutamiento, las epidemias o la opresión con el fin de lograr "una mayor libertad y movilidad física, evitando, quizá, la muerte en combate." "Los motivos para la huida eran enormemente variados: epidemias, malas cosechas, inundaciones, salinización, impuestos, guerra y reclutamiento."




El arqueólogo Wengrow y el antropólogo Graeber definen el Estado de esta manera:
 

"El Estado, como lo conocemos en la actualidad, resulta de la combinación de tres elementos diferenciados: soberanía, burocracia y un campo político competitivo, que poseen orígenes totalmente separados. (...) Soberanía, burocracia y política son magnificaciones de tipos elementales de dominación, basados, respectivamente, en el uso de violencia, de conocimiento y de carisma."

- Soberanía (violencia espectacular, realeza divina dinástica)
- Control de información (técnica administrativa, burocracia) "Es la adición del poder soberano y la consiguiente capacidad del gobernante de decir 'las normas son las normas; no se hable más del asunto' lo que permite a los mecanismos burocráticos volverse genuinamente monstruosos."
- Carisma (conflicto competitivo, señores de la guerra conquistadores).


"Nos gustaría sugerir que esos tres principios (llamémoslos «control de la violencia», «control de la información» y «carisma individual») son las tres bases posibles del poder social. La amenaza de violencia tiende a ser el más fiable, razón por la cual se ha convertido en la base de los sistemas de derecho en todo el mundo; el carisma tiende a ser el más efímero. Generalmente, los tres coexisten en cierto grado."
 

"Esta es la razón por la que el agente secreto se ha convertido en el símbolo mítico del Estado moderno. James Bond, con su licencia para matar, combina carisma, secretismo y el poder de la violencia que no ha de rendir cuentas, apoyado por una enorme máquina burocrática."
 

Tal vez esto es lo que realmente es un estado: una combinación de violencia excepcional y la creación de una maquinaria social compleja, todo aparentemente dedicado a actos de cuidado y devoción. El cuidado de la nación donde la mayor parte de la actividad humana se dirigía hacia arriba, "ya sea para atender a los gobernantes (vivientes y muertos) o ayudándolos con su propia tarea de alimentar y cuidar a los dioses."
 

En la antigua Grecia, los parásitos eran los altos funcionarios encargados de verificar la cosecha de trigo y la preparación del pan, así como los banquetes en homenaje a los dioses. Del latín parasītus, y este del griego παράσιτος (parásitos) ‘comensal’ formada por el prefijo para- ‘al lado de’ y sitos ‘trigo’, ‘pan’, ‘comida’. Al lado del grano.
 

No hay que confundir cultura o bienestar con centros estatales, nos advierte
Scott. Y según estos autores, tampoco con la idea de civilización:
"La palabra civilización procede del latín civilis, que en realidad se refiere a esas cualidades de sabiduría política y ayuda mutua que permiten a las sociedades organizarse a través de la coalición voluntaria.
Dicho de otro modo, originalmente se refería al tipo de cualidades exhibidas por las asociaciones ayllu andinas o las aldeas vascas, más que a los cortesanos incas o a los miembros del linaje Shang. Si la
ayuda mutua, la cooperación social, el activismo cívico, la hospitalidad o sencillamente preocuparse por los demás son el tipo de cosas que realmente acaban creando civilizaciones, en ese caso esta genuina historia de la civilización apenas está empezando a escribirse"