El festival Tapati toma lugar en la Isla de Pascua todos los años
en febrero desde hace 30 años. La isla está separada en dos equipos, y
cada uno de ellos está liderado por una reina. Cada equipo tiene que
ganar puntos para su reina en los concursos culturales y deportivos y un
jurado les valorará durante todo el festival hasta que la reina del
equipo ganador se convierte en La Reina de Tapati, la cual llevará una
corona adornada de huesos de vértebras de tiburón.
Para ello, se
invierten más de 50.000 euros en producir los vestidos tradicionales,
hechos de pieles, conchas y follajes, y que serán usados durante el baile
para vestir a 200 bailarines. Los vestidos muestran paralelismos
culturales con las otras islas
vecinas de la polinesia (Marquesas, Tahiti...) Todos en la isla son como primos, pero
durante el festival la tensión corta como un cuchillo. De hecho, nada
más coronar a la reina, dos nuevos equipos comienzan a prepararse para el festival
del próximo año.
El festival es una oportunidad para transmitir a la generación joven las tradiciones ancestrales. El dialecto rapanui se da en las escuelas y a veces se usa en el día a día. Solamente la mitad de 6700 habitantes son originarios de la isla, los demás vienen de Chile. Un movimiento independentista reclama claramente sus demandas.
Durante 2 semanas el pueblo se reencuentra con todos sus deportes y actividades ancestrales:
- El TAKONA, concurso de pinturas corporales. Requiere una larga preparación detrás del escenario. En un casi religioso silencio y en la oscuridad, se le prepara al guerrero minuciosamente y cuando está listo sale al escenario a contar historias de las hazañas de sus ancestros describiendo ante la comunidad el significado de cada pintura.
- El RIU, cantos rituales que narran las historias y leyendas épicas y gloriosas que ha vivido a lo largo de los años el pueblo rapa nui.
- El HOKO HAKA OPO, competencia entre grupos musicales que representan a las respectivas alianzas y en la cual interpretan temas en forma alternada con los grupos rivales, sin repetir ni equivocar las letras.
- El HAKA PEI o deslizamiento en troncos de plátanos en el Maunga Pui en un pendiente a 45º con una velocidad de 70 a 80km/h , sin protección en el cuerpo. Competición única en el mundo. Es la más peligrosa: los novicios están obligados a rezar una oración el día antes. Después de adornarse con ilustraciones tribales, los participantes suben a la cima del volcán Maunga Pu'i para prepararse para el descenso. El principal objetivo es llegar sano y salvo al pie del volcán, y es que no son raros los accidentes en esos 10 segundos que dura el descenso.
- El PORA natación con flotadores de totora sobre una distancia de 1500m.
- El TAU’A RAPA NUI, especie de triatlón remando con bote de totora, carrera con 15 kilos de plátanos al hombro, y natación sobre pora en el cráter de Rano Raraku.
- El TINGI TINGI MAHUTE, tejido realizado machucando la corteza del árbol de morera.
- El VAKA TUAI donde deben recrear una embarcación tradicional polinésica, destinada a la navegación de la candidata a reina.
Así que los concursantes bailan, cantan, surfean, nadan, tiran lanzas (las cuales tienen que clavarlas en los troncos de los árboles bananeros que están a 20 metros de distancia), esculpen, levantan rocas (donde las mujeres también toman parte), y bogan a lo largo de la costa Hanga Roa.
Los atletas a veces ofrecen bailes a los turistas en Hanga Roa e incluso participan en un calendario sexy, que tiene mucho éxito entre las turistas.
Otro de los eventos es presentar exquisitos y tradicionales manjares a los jueces. Un ejemplo es el Ceviche, una especialidad de la Isla: pescado crudo en escabeche acompañado de tomates, cebollas y aguacates. Lo que vale es la apariencia... los jueces no prueban ni un bocado!
El festival termina con un carnaval donde se mezclan turistas y
habitantes. Como tradición, todo el mundo se baña en lodo volcánico, el
Kiea, que junto con el típico tapabarros hami, da lugar a una imagen
muy peculiar. Durante este carnaval, también existe otra competición: la
de maquillar a los turistas con los colores del equipo para agregarlos y
ganar el mayor número de puntos posibles. Contar los puntos es algo muy
serio y lleva horas. Además, los guerreros interpretan el Haka a lo largo de las calles citando
frases sobre los famosos Moais, que no en vano, son los que atraen a 65.000 turistas
a la isla todos los años.
Algunas otras expresiones de la cultura viva de Rapa Nui a destacar son la música, los tatuajes (incluso algunos turistas se hacen uno para tener un permanente souvenir a manos de Moko Mae, gran tatuador además de bailarín), y su medicina
tradicional.
El Kai kai es uno de los eventos del Tapiti: una ancestral técnica que consiste en construir figuras geométricas con una cuerda que las manos hábiles del cuentacuentos transforma en complicadas formas que se desarrolla con a lo largo de la transmisión de la historia. A lo largo del siglo XX se recogieron cerca de 100 cantos diferentes, cada uno de ellos con figuras diferentes y de distinta complejidad. Si bien aún hay gente que conoce algunas, muchas se han perdido y han caído en el desuso, y las que quedan en algunos casos son incomprendidas por los actuales rapanui, por estar cantadas en el idioma antiguo.
En realidad, las
figuras de cuerda o string-figures han existido desde la antigüedad y
parece que su origen proviene del Extremo Oriente. Gente de diferentes
culturas y civilizaciones han creado figuras de cuerda a lo largo de la
historia, encontrándose figuras idénticas en zonas enormemente alejadas
del planeta: en África, India, Nueva Zelanda, Nueva
Caledonia, Nueva Guinea, Costa de Oro, Australia, Islas Marquesas y de
la Sociedad, Fidji, Yoruba, Guayana Inglesa, Palau, Isla Sandwich
(Hawai) y en toda América. En inglés se le denomina string figures o cat’s craddle; en francés, jeu de ficelle; en alemán es Fadenspiel ; en Hawai, he; en Japón, ayatori; en Nueva Zelanda, whi…
Se practica entre muchas tribus,
las que son asombrosamente expertas y forman lazadas extraordinariamente
complicadas, ayudándose con los labios, dedos de las manos y de los
pies. Entre los inuit
se concibe como un reto de habilidad en el que varias personas compiten
por realizar la figura más artística o complicada. En muchas tribus se
utiliza para ilustrar el recitado de historias o mitologías, para
describir fenómenos naturales o para propiciar una buena cosecha.
Gracias a la labor de antropólogos que se han encargado de
recopilar estas figuras y describir sus instrucciones, se unificaron en 1898 de la mano de Alfred Cort Haddon y
Rivers en el libro "A Method of Recording String Figures and Tricks". Julia
Averkieva, por su parte, estudió la más completa recopilación de este juego de una sola tribu, la kwakiutl. Durante el tiempo de su estudio de campo, Averkieva señaló paso a paso
las instrucciones para cada figura y transcribió los cantos tradicionales que los acompañan.
Así, hoy en día los niños y adultos de todo el mundo siguen jugando al "juego de la cuerda", "al hilo" o a "hacer cunas", haciendo figuras idénticas en épocas y culturas diferentes pero disfrutando de la misma manera: como niños.
Fotos de Eric Lafforgue:
https://plus.google.com/photos/109718346641639271496/albums/5747225674659442609/5747225677442785682
Fuentes:
https://plus.google.com/photos/109718346641639271496/albums/5747225674659442609/5747225677442785682
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