Not all microbes! |
"Los animales son como la guinda de la evolución, pero las bacterias son el pastel" Andrew Knoll, paleontólogo.
Érase una vez, una arquea (microorganismos
unicelulares, "las antiguas") y una bacteria que se unieron por una sola
vez. La árquea creó el chasis, y la bacteria se tranformó en
mitocondria para proporcionar energía. Y entonces crearon eucariotas, es
decir, tú, y yo, y el resto de los animales, y plantas y hongos y
algas.
Cuando las células eucariotas evolucionaron, y cooperaron y se agruparon, crearon seres pluricelulares. Y pudieron ser entonces organismos que albergaban a su vez a otras bacterias y microbios.
Sólo en nuestro intestino hay más microbios que galaxias en
el firmamento. Microbios (incluyendo bacterias, hongos, árqueas y
virus) que viven en simbiosis (syn + biosis: "vida en común) con
nosotros. «Cada uno de nosotros es un zoológico de nuestra propiedad,
una colonia encerrada dentro de un solo cuerpo –dice Ed Yong–. Un
colectivo multiespecies. Todo un mundo.»
Ed Yong es divulgador de Ciencias, licenciado en Arte y
Ciencias Naturales, y master en filosofía. Autor del libro "Yo contengo
multitudes" en el que afirma:
"Todos tenemos una nutrida ménagerie microscópica conocida
como microbiota o microbioma. Estos organismos viven en nuestra
superficie, dentro de nuestros cuerpos y, a veces, dentro de nuestras
mismas células. En su gran mayoría son bacterias, pero también hay otros
pequeños organismos, como los hongos (entre ellos, las levaduras) y las
arqueas(...). También hay virus en cantidades incalculables; un viroma
que infecta a los demás microbios y, en ocasiones, a las células del
organismo que lo aloja."
Son cien billones en nuestro organismo. Además, se ha descubierto que todos los días se depositan más de 800 millones de virus por metro cuadrado sobre la capa límite planetaria.
Justo antes de nacer es el único periodo de nuestra vida en el que estamos completamente esterilizados. En cuanto nacemos, microbios y bacterias comienzan a ser parte de nosotros/as, y se instalan en nuestra cara y nuestras manos. Las bacterias pioneras que heredamos de nuestros padres nada más nacer, dictarán cuales serán las especies que llegarán más tarde.
En el cuerpo, tenemos tantas células de homo sapiens como células de bacterias. Ni siquiera somos mayoría...
Pero la mayoría de los microbios no son patógenos,
no causan enfermedades. En su mayoría son inofensivas, e incluso nos
protegen: nos ayudan a digerir nuestros alimentos, liberando nutrientes.
Producen vitaminas y minerales, descomponen toxinas y compuestos
químicos peligrosos, desplazan microbios peligrosos... Contribuyen al
almacenamiento de grasa, al revestimiento del intestino y la piel, a la
protección de la barrera hematoencefálica y al desarrollo de nuestros
órganos vitales. Y para ello, debemos ofrecerles el alimento adecuado,
confinándolos en tejidos específicos o colocándolos bajo vigilancia
inmunitaria.
Alexander Khoruts es un médico estadounidense que pretende
entenderlas para influir en ellas. Ha tratado a pacientes con
infecciones intestinales debilitantes con trasplantes de excremento. El
médico toma bacteria intestinal de una persona sana y la coloca en una
persona enferma.
La actitud de la guerra contra todos los microbios
proviene, como describe el microbiólogo René Dubos, de la época del darwinismo, cuando la interacción entre los seres vivos se
consideraba como una lucha por la superviviencia, cuando cada uno tenía
que ser o amigo, o enemigo mortal. Bajo el dominio del darwinismo, los
biólogos hablaban de supervivencia del más apto.
Pero el microbioma es inherente a nosotros y
nosotras. En una hora, expulsamos 37 millones de microbios cuando
respiramos. Estos microorganismos tienen 10 veces más células y 100
veces más genes que un ser humano. Son los responsables de cosechar la
energía de los alimentos al descomponer las sustancias. Fabrican
nutrientes que el resto del organismo no puede fabricarlos, suprimen las
bacterias perjudiciales que causarían enfermedades, educan al sistema
inmunológico y le enseñan a que no las ataque.
"Agua en marte!" "Vamos! |
"La Tierra contiene una notable variedad de ecosistemas:
selvas tropicales, praderas, arrecifes de coral, desiertos, marismas,
cada uno con su propia y particular comunidad de especies. Pero un solo
animal también está lleno de ecosistemas."
Estos ecosistemas de nuestros cuerpos, los vemos a través
de los microscopios. Podemos hablar de la diversidad de especies
microbianas y describir sus redes alimentarias, o sobre los microbios
causantes de enfermedades (patógenos) como criaturas invasoras, o hablar de un
ecosistema enfermo o maltratado.
Son los microbios los que determinan nuestros olor
corporal... porque todos
somos una isla desde el punto de vista de una
bacteria. "Mi microbioma soy yo" escribe Ed Yong. Pero los humanos no
somos el microbioma: somos un microbioma, cada uno es diferente, como si
de diferentes ciudades se tratara. Cada uno tenemos nuestro propio
microbioma, según los genes, los lugares en los que hemos vivido, las
medicinas que tomamos, la comida que ingerimos, la edad y las relaciones
y contactos. Es más, cada parte de nuestro cuerpo humano, tiene sus
propios microbios: la mano derecha comparte solo una sexta parte la la
mano izquierda.
"Está claro que los microbios subvierten nuestras nociones
de la individualidad. También ellos la conforman. (...) Tal vez sea
menos cierto decir que yo albergo multitudes que decir que yo soy esas
multitudes".
"En muchos aspectos soy como un superorganismo, una alianza
entre genes de diversas especies, de las cuales sólo una es humana.".
"La simbiosis nos muestra los hilos que conectan toda la
vida en la Tierra. ¿Por qué pueden convivir y cooperar organismos tan
dispares como humanos y bacterias? Porque comparten un antepasado
común."
"Como dijo en una ocasión el biólogo Albert Jan Kkluyver,
"del
elefante a la bacteria del ácido butírico, ¡todo es lo mismo!"
Fuentes:
"Yo contengo multitudes", Ed Yong. http://www.bbc.com/mundo/ noticias/2011/10/111020_ bacteria_microbioma_men
https://www.xataka.com/ecologia-y-naturaleza/its-raining-viruses-miles-de-millones-de-virus-circulan-alrededor-de-la-atmosfera-y-caen-diariamente-sobre-nuestras-cabezas
"Yo contengo multitudes", Ed Yong. http://www.bbc.com/mundo/
https://www.xataka.com/ecologia-y-naturaleza/its-raining-viruses-miles-de-millones-de-virus-circulan-alrededor-de-la-atmosfera-y-caen-diariamente-sobre-nuestras-cabezas