sábado, 24 de febrero de 2018

Bacterias, hongos, arqueas y virus: yo contengo multitudes.

Not all microbes!

"Los animales son como la guinda de la evolución, pero las bacterias son el pastel" Andrew Knoll, paleontólogo.



Érase una vez, una arquea (microorganismos unicelulares, "las antiguas") y una bacteria que se unieron por una sola vez. La árquea creó el chasis, y la bacteria se tranformó en mitocondria para proporcionar energía. Y entonces crearon eucariotas, es decir, tú, y yo, y el resto de los animales, y plantas y hongos y algas. 

Cuando las células eucariotas evolucionaron, y cooperaron y se agruparon, crearon seres pluricelulares. Y pudieron ser entonces organismos que albergaban a su vez a otras bacterias y microbios.

Sólo en nuestro intestino hay más microbios que galaxias en el firmamento. Microbios (incluyendo bacterias, hongos, árqueas y virus) que viven en simbiosis (syn + biosis: "vida en común) con nosotros. «Cada uno de nosotros es un zoológico de nuestra propiedad, una colonia encerrada dentro de un solo cuerpo –dice Ed Yong–. Un colectivo multiespecies. Todo un mundo.»





Ed Yong es divulgador de Ciencias, licenciado en Arte y Ciencias Naturales, y master en filosofía. Autor del libro "Yo contengo multitudes" en el que afirma:



"Todos tenemos una nutrida ménagerie microscópica conocida como microbiota o microbioma. Estos organismos viven en nuestra superficie, dentro de nuestros cuerpos y, a veces, dentro de nuestras mismas células. En su gran mayoría son bacterias, pero también hay otros pequeños organismos, como los hongos (entre ellos, las levaduras) y las arqueas(...). También hay virus en cantidades incalculables; un viroma que infecta a los demás microbios y, en ocasiones, a las células del organismo que lo aloja."


Son cien billones en nuestro organismo. Además, se ha descubierto que todos los días se depositan más de 800 millones de virus por metro cuadrado sobre la capa límite planetaria. 
Justo antes de nacer es el único periodo de nuestra vida en el que estamos completamente esterilizados. En cuanto nacemos, microbios y bacterias comienzan a ser parte de nosotros/as, y se instalan en nuestra cara y nuestras manos. Las bacterias pioneras que heredamos de nuestros padres nada más nacer, dictarán cuales serán las especies que llegarán más tarde.

En el cuerpo, tenemos tantas células de homo sapiens como células de bacterias. Ni siquiera somos mayoría... 


Pero la mayoría de los microbios no son patógenos, no causan enfermedades. En su mayoría son inofensivas, e incluso nos protegen: nos ayudan a digerir nuestros alimentos, liberando nutrientes. Producen vitaminas y minerales, descomponen toxinas y compuestos químicos peligrosos, desplazan microbios peligrosos... Contribuyen al almacenamiento de grasa, al revestimiento del intestino y la piel, a la protección de la barrera hematoencefálica y al desarrollo de nuestros órganos vitales. Y para ello, debemos ofrecerles el alimento adecuado, confinándolos en tejidos específicos o colocándolos bajo vigilancia inmunitaria. 

Alexander Khoruts es un médico estadounidense que pretende entenderlas para influir en ellas. Ha tratado a pacientes con infecciones intestinales debilitantes con trasplantes de excremento. El médico toma bacteria intestinal de una persona sana y la coloca en una persona enferma.


La actitud de la guerra contra todos los microbios proviene, como describe el microbiólogo René Dubos, de la época del darwinismo, cuando la interacción entre los seres vivos se consideraba como una lucha por la superviviencia, cuando cada uno tenía que ser o amigo, o enemigo mortal. Bajo el dominio del darwinismo, los biólogos hablaban de supervivencia del más apto.



Pero el microbioma es inherente a nosotros y nosotras. En una hora, expulsamos 37 millones de microbios cuando respiramos. Estos microorganismos tienen 10 veces más células y 100 veces más genes que un ser humano. Son los responsables de cosechar la energía de los alimentos al descomponer las sustancias. Fabrican nutrientes que el resto del organismo no puede fabricarlos, suprimen las bacterias perjudiciales que causarían enfermedades, educan al sistema inmunológico y le enseñan a que no las ataque.
 
"Cuando Orson Welles dijo: «Nacemos solos, vivimos solos y morimos solos», estaba equivocado" asegura Yong. "Incluso aunque estemos solos, nunca estamos solos. Existimos en simbiosis, un término maravilloso que usamos para referirnos a organismos diferentes que viven juntos."


"Agua en marte!" "Vamos!
"De hecho, todos y cada uno somos legión. Siempre un nosotros y nunca un "yo". Como decía Walt Whitman: "soy tan grande que albergo multitudes".

"La Tierra contiene una notable variedad de ecosistemas: selvas tropicales, praderas, arrecifes de coral, desiertos, marismas, cada uno con su propia y particular comunidad de especies. Pero un solo animal también está lleno de ecosistemas." 


Estos ecosistemas de nuestros cuerpos, los vemos a través de los microscopios. Podemos hablar de la diversidad de especies microbianas y describir sus redes alimentarias, o sobre los microbios causantes de enfermedades (patógenos) como criaturas invasoras, o hablar de un ecosistema enfermo o maltratado.


Son los microbios los que determinan nuestros olor corporal... porque todos
somos una isla desde el punto de vista de una bacteria. "Mi microbioma soy yo" escribe Ed Yong. Pero los humanos no somos el microbioma: somos un microbioma, cada uno es diferente, como si de diferentes ciudades se tratara. Cada uno tenemos nuestro propio microbioma, según los genes, los lugares en los que hemos vivido, las medicinas que tomamos, la comida que ingerimos, la edad y las relaciones y contactos. Es más, cada parte de nuestro cuerpo humano, tiene sus propios microbios: la mano derecha comparte solo una sexta parte la la mano izquierda.


"Está claro que los microbios subvierten nuestras nociones de la individualidad. También ellos la conforman. (...) Tal vez sea menos cierto decir que yo albergo multitudes que decir que yo soy esas multitudes".



"En muchos aspectos soy como un superorganismo, una alianza entre genes de diversas especies, de las cuales sólo una es humana.".

"La simbiosis nos muestra los hilos que conectan toda la vida en la Tierra. ¿Por qué pueden convivir y cooperar organismos tan dispares como humanos y bacterias? Porque comparten un antepasado común." 

"Como dijo en una ocasión el biólogo Albert Jan Kkluyver, 
"del elefante a la bacteria del ácido butírico, ¡todo es lo mismo!" 



Fuentes:
"Yo contengo multitudes", Ed Yong.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/10/111020_bacteria_microbioma_men
https://www.xataka.com/ecologia-y-naturaleza/its-raining-viruses-miles-de-millones-de-virus-circulan-alrededor-de-la-atmosfera-y-caen-diariamente-sobre-nuestras-cabezas

8 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Felicidades, estoy leyendo un artículo sobre ti y tu blog en El PAÍS; me produce satisfacción tenerte entre mis favoritos, aunque no comente demasiado leer si que leo tus entradas.

Un saludo y lo dicho, enhorabuena.

Miriamcita dijo...

Gracias por este blog. Es simplemente genial.
A nivel personal,cómo profe y como mami, me va a ser muy útil.
PD: como mola contar rollos de bacterias y nuestro cuerpo jajajaja, la gente te escucha y pone cara de" pero con lo limpio que yo soy" jajajaja
Miriam

DR Barbara dijo...
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Gran información

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