lunes, 30 de mayo de 2011

Los vendedores de historias que llegan hasta la Luna: los Inuit.

Fragmento del libro "Memorias del Ártico: mi vida con los inuit" de James Houston.

"En el mundo de los inuit, un hombre puede poseer una historia. Quiero decir que puede ser que una de las historias que cuente sea suya. Evidentemente, hay mitos y leyendas comunes. Éstos son de dominio público, pero con lo relatos o historias basados en sus historias personales son muy cautelosos, como si tuvieran una especie de derechos de autor antigüo. Contar la historia de otro supone una suerte de violación. Se puede pedir permiso y tratar de negociar los derechos ofreciendo algo a cambio. En caso de conseguirlo, puedes contarlo si así lo deseas.

Cuando intenté ampliar mi conocimiento del inuktitut (lengua inuit), sentí la necesidad de poseer una historia. Intenté inventar algunas, pero no sabía expresarmelo suficiente. Finalmente me rendí y traté de comerciar para conseguir no una, sino dos historias. La primera me la contó una mujer inteligente a cambio de una libra de té, una caja de agujas y dos yardas de lana de tela escocesa. La segunda me la proporcionó un anciano y me costó un puñado de cartuchos del calibre 30, un jersey de lana grueso y un hacha afilada. Pero ninguna de las historias funcionó cuando la expliqué yo.

Entretanto, el departamento gubenamental para el que trabajaba enviaba un experto en mamíferos para realizar un estudio. Me sugirieron que lo acompañara y así lo hize. 

-Ha oido las noticias? – Le pregunté. – Noticias del exterior, algo procedente de Ottawa? Londres? Nueva York?

- No demasiado. Déjeme pensar… Oh sí, los rusos, han hecho algo. Han enviado una especie de cohete  Lo llaman Sputnik. Dió la vuelta al mundo y en su interior había una perra llamada Laika.

- Sputnik! Laika! – Pensé que las palabras sonaban como inuktitut – Bueno, eso es algo notable. Lo recordaré.

De nuevo en el campamento, Osuitok me preguntó si el comerciante me había contado algo interesante.

- Oh sí! Una historia sorprendente! – Y le expliqué algo orgulloso que los kallunait, los hombres blancos, habían lanzado el sputnik. Lo llamé una gran bala, mostrándole con el guante cómo había dado la vuelta al mundo. Silingwak, avata avata! Alrededor y alrededor del mundo! Y como colofón le dije que el Sputnik, aquella bala mayor que un trineo, llevaba una perra dentro llamada Laika. 

- Laika! La perra se llamaba Laika! Wakadlunga. No me lo puedo creer –dijo con una voz ahogada- ¿Quieres decir que aquella perra estaba ahí sentada dirigiendo aquel trineo bala? –Se sentó aturdido frente a mi, la mirada perdida en el paisaje. Sus labios moviéndose mientras se narraba una vez más para sí la historia.

De repente, se volvió y dijo:

- Si alquien desea comprarte la historia, pídeles mucho.

Intenté contar este relato de la mejor manera que pude hasta que, una noche, un anciano me detuvo mientras con las manos describía el viaje de la perra Laika alrededor del planeta, y exclamó para la audiencia:

-¡El zurdo cree que el mundo es redondo! ¡Dejad que lo siga pensando!


Espíritu inuit de la Luna.

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Un grupo de científicos llegó a bordo de un gran helicóptero militar. 

-         Vamos a realizar unas mediciones. – me dijeron, y me mostraron sobre el mapa las mediciones de una ruta.- Quieren venir con nosotros?
-         Por supuesto. ¿Puede acompañarnos Osuitok?
-         Sí, no hay problema. ¿Tienen una brújula o un mapa?
-         No
-         ¿Saben como hacerlo para volver a casa?
-         Sí –contesté orgulloso, y señalé a mi amigo Osuitok- Mi amigo sabe todo lo que hay que saber por aquí. ¿Para qué han tomado esas mediciones?
-         Porque los mapas no son del todo exactos. Queremos saber las medidas correctas para poder disparar un cohete o guiar un misil hasta un objetivo extranjero o enviarlo tal vez hasta la luna.
-         ¿Qué está diciendo? – me pidió Osuitok.
-         Quieren llegar a la luna.

-        

- Wakadlunga! Imagínatelo! Algunas personas en el campamento de Akiaktolaolavik aseguran que allí vive un viejo chamán llamado Aluriak, que puede llegar hasta ella cuando hay luna llena.
-         




 

-    ¿Qué ha dicho? –me preguntó el científico.
-         Que le parece estupendo que quieran ir a la luna.
-      Bueno, muchas de nuestras preocupaciones son mucho más cercanas. Por eso intentamos establecer las distancias correctas.

Memorias del Ártico: mi vida con los inuit. James Houston.


Transcripción del vídeo:

La Mujer Esqueleto (cuento inuit):

Una joven mujer fue arrastrada por su padre a un acantilado y arrojada al mar, por algo que había hecho y era reprobable. Allí abajo su esqueleto, despojado de carne por los peces, daba vueltas y vueltas en medio de las corrientes. Un día, un pescador que se había alejado mucho de la zona donde habitualmente pescaba y no conocía aquel lugar, hundió su anzuelo en el agua y pescó a la Mujer Esqueleto. El pescador pensó que había atrapado un pez muy gordo, mientras luchaba con el enorme peso que colgaba del anzuelo. Cuanto más él se esforzaba, más se enredaba la de abajo con el sedal, a pesar de que se resistía a éste. Así el pescador, que se había dado la vuelta para recoger la red, no vio como surgía la calva calavera de entre las olas. Cuando el joven se dio la vuelta, todo el cuerpo de la mujer estaba colgando de un extremo del kayak.

El hombre gritó del susto. La golpeaba con el remo para desengancharla y remando como un desesperado huía de ella, pero como estaba enredada en el sedal no la podía dejar. Mucho se esforzó en dejarla atrás zigzagueando con el kayak hasta llegar a la orilla. Se bajó de su kayak con la caña de pescar y corrió, pero vio que la Mujer Esqueleto le perseguía, todavía prendida al sedal. El hombre corrió y corrió, pero ella lo segúia por todas partes, a pesar de los obstáculos. finalmente el hombre llegó a su casa de hielo y avanzó hacia el interior sollozando. Se acostó en la oscuridad mientras el corazón le latía en el pecho, pensando que estaba a salvo...por fin.

Pero al encender su lámpara de aceite de ballena la vio acurrucada en un rincón sobre el suelo de nieve de su casa, con un talón sobre el hombro y un pie sobre el codo. Más tarde, sin saber cómo explicarlo, se sintió invadido por una cierta compasión y hablándole con dulzura, la desenganchó de su sedal. Trabajó en ella hasta bien entrada la noche y la cubrió con unas pieles para que entrara en calor, acomodándole los huesos como debieran estar los de un ser humano. Se alejó un poco y mientras untaba con aceite la valiosa madera de su caña de pescar y enrollaba el sedal la veía. Ella no se atravía a decir ni una sola palabra, temiendo que el pescador la arrojara de allí, y rompiera todos sus huesos en pedazos.
El hombre sintió sueño y se deslizó debajo de su pieles. empezó a soñar y una lágrima escapó de sus ojos, como si soñara algo triste o nostálgico. La Mujer Esqueleto al ver el brillo de la lágrima bajo el resplandor del fuego sintió, de repente, mucha sed. Se acercó al hombre dormido y acercó la boca a la lágrima. La pequeña y solitaria lágrima fue como un río y ella bebió y bebió hasta saciar su sed de muchos años. Después se tendió a lado del hombre e introdujo su mano en el interior del pecho del hombre dormido y le sacó el corazón, que palpitaba tan fuerte como un tambor. Ella se incorporó y empezó a golpearlo por ambos lados y se puso a cantar. Y mientrás más cantaba más se llenaba su cuerpo con carne. Pidió cantando cabello, buenos ojos y unas manos rollizas. Pidió cantando la hendidura en la entrepierna y unos pechos grandes para dar calor y envolver y todas las cosas que necesita una mujer. Y cuando terminó, pidió cantando que desapareciera la ropa del hombre dormido y se deslizó a su lado en la cama, piel contra piel. Devolvió el gran tambor al cuerpo de su dueño y así ambos se despertaron, abrazados uno junto al otro, enredados el uno en el otro, después de pasar la noche juntos, de una manera buena y perdurable.

La gente que no recuerda la razón de su mala suerte dice que la mujer y el pescador se fueron y, a partir de entonces, las criaturas que ella había conocido durante su vida bajo el agua, se encargaron de proporcionarles siempre el alimento. La gente dice que es verdad y que eso es todo lo que se sabe...

viernes, 27 de mayo de 2011

Lenguaje, amor, redistribución: Matriarcado III

"Debemos establecer relaciones de hermanas desde la juventud y comunicarnos a través de la escritura secreta".Documento en Nushu.


"El amor aparece primero en el corazón de la mujer. Una vez está en la mujer, sólo entonces puede saltar al corazón del hombre". Nananghe. Orango Grande.

"Cuentan que en Oaxaca con agua es el chocolate
Dicen que en la fiesta todito se ha de quemar
Para el que haga su manda por la pasión de Soledad."
Cumbia del mole, Lila Downs.


Cuidando a través del lenguaje: el nushu (escritura de mujeres).
Hace 1.700 años, las mujeres chinas estaban privadas de una educación formal y vivían encerradas en las casas de sus padres o de sus maridos, sometidas a la autoridad masculina, sin posibilidades de aprender a leer y escribir el idioma de los hombres. Fue así como aquellas campesinas analfabetas inventaron un idioma propio, el Nushu, que está considerado por los lingüistas como un sistema de comunicación único porque no tiene ningún paralelo hablado. Nushu en chino quiere decir escritura de mujeres. Según se cree, el código secreto fue trasmitido desde entonces de generación en generación sólo a las mujeres.

Yang Huanyi, de 98 años, de la provincia de china de Hunan, que murió el 23 de septiembre de 2004, era la última persona del planeta que hablaba esta lengua. Casi no ha quedado documentación escrita, puesto que desde muy antiguo era costumbre quemar o enterrar con los muertos los manuscritos en nushu. De lo que se está recogiendo, además de literatura y folclore, las inscripciones en esta lengua pueden verse en diarios y abanicos donde se han encontrado reflexiones íntimas, consejos, correspondencia, así como descripciones de bombardeos y guerras.

Uno de los documentos recuperados dice: "Los hombres se atreven a salir de casa para enfrentarse al mundo exterior, pero las mujeres no son menos valientes al crear un lenguaje que ellos no pueden entender". Otro señala: "Debemos establecer relaciones de hermanas desde la juventud y comunicarnos a través de la escritura secreta".

El idioma mandarín, como fundamento institucional de la cultura, incorporaba su estructura autoritaria, jerárquica y solemne, mientras que el nushu era para las mujeres la lengua de la vida cotidiana, de las emociones, de la espontaneidad, del mundo natural, de los sueños y de los deseos.

Por esa razón, en nushu las mujeres solían escribir las "Cartas del tercer día", unos folletos escritos sobre tela en los que trasmitían a sus hijas consejos sobre el matrimonio. Las "Cartas del tercer día", que contenían también canciones compuestas en nushu que expresaban sueños, esperanzas y sentimientos de las mujeres, eran enviadas a las novias el tercer día después de la boda.


Cuidando a través del amor: Orango Grande.


Él sólo tenía 14 años cuando la chica entró en su cabaña y colocó ante él un plato de pescado. Como todos los hombres en esta isla africana, Carvadju Jose Nananghe sabía exactamente qué significaba eso. No tenía la opción de rechazarlo. Con el corazón acelerado, elevó el plato aromático basado en una antigua receta, accediendo con un bocado a casarse con la chica.

"Yo no sentía nada por ella", dice Nananghe, ahora con 65 años. "Luego, tras comer ese plato, fue como un flechazo: sólo la quería a ella."

En este archipiélago de 50 islas al oeste de África, frente la costa de Guinea Bissau, en Orango Grande, hay una sociedad matriarcal (etnia Bijagó) donde las mujeres  gestionan la economía, el bienestar social, la ley... y el amor. En el tema del amor, son las mujeres, y no los hombres, quienes eligen. Ellas proponen públicamente colocando a sus futuros novios un plato de pescado preparado con distinción, marinado en aceite de palma roja. Una vez hecha la oferta, los hombres no pueden negarse.

Rechazarlo, explica Nananghe, recordando ese día hace medio siglo, hubiera significado deshonrar a su familia. "En cualquier caso, ¿por qué querría un hombre escoger a su esposa?"

"El amor aparece primero en el corazón de la mujer", explica él. "Una vez está en la mujer, sólo entonces puede saltar al corazón del hombre".

Pero las bruscas mareas y estrechos canales que mantenían a los forasteros alejados de estas islas remotas ya no pueden seguir protegiéndoles del mundo moderno. Los jóvenes de Orango, a 40 millas al oeste de la costa de Guinea Bissau, encuentran trabajo como transportistas turísticos en los hoteles de las islas más modernizadas. Otros recolectan el aceite de las palmeras y lo venden en tierra firme. Vuelven practicando una nueva forma de cortejo. Además, los misioneros cristianos que han establecido aquí sus iglesias les enseñan que son los hombres, no las mujeres, quienes deben dar el primer paso.

"Ahora el mundo está patas arriba", se quejaba Cesar Okrane, con sus 90 años, con los ojos oscurecidos por las cataratas. "Los hombres ahora van detrás de las mujeres, en vez de esperar a que ellas se les acerquen". Para un hombre, atreverse a proponer una relación es peligroso, dicen los tradicionalistas de esta isla de 2.000 habitantes. "La elección de la mujer es mucho más estable", explica Okrane. "Raramente había divorcios. Ahora, con los hombres eligiendo, el divorcio se ha convertido en la norma."

Tras la proposición, ellas se proveen de los materiales para construir la casa, tomados de las blancas playas que rodean el archipiélago. Las mujeres han construído todas las casas de este poblado, usando lianas como cuerdas, cortando hierba para los tejados y moldeando ladrillos con arcilla rosada. Sólo cuando la casa se ha construído, un proceso que dura cuatro meses, la pareja podía mudarse y hacer oficial su matrimonio.Uno de los evidentes signos de cambio es el material elegido para la casa más nueva de la isla: el cemento. Además, está siendo construída por obreros contratados, no por las mujeres nativas.

Aunque las costumbres únicas de estas islas van desapareciendo, quedan bolsas de resistencia. A menudo, las mujeres convencen a los hombres de la vuelta a las costumbres pasadas. 

Laurindo Carvalho (23 años) conoció a su chica con 13 años. Trabajaba en un hotel, vestía tejanos, poseía un teléfono móbil y vivía como un hombre moderno, y así pensó que podría burlar la tradición y pedir matrimonio a esa chica. Con una bofetada, ella le rechazó.
Pasados seis años, cuando ambos tenían 19, escuchó alguien llamar a la puerta. Fuera, su amor estaba aguantando un plato de delicioso pescado con una amplia sonrisa en los labios.

Carvalho aún sigue llevando los tejanos y deportivas Adidas, pero se ve a sí mismo implicado en la fibra matriarcal del pueblo. "¡Aprendí de forma clara y tajante que aquí un hombre nunca se adelanta a una mujer!", admite.


Cuidando a través de la redistribución: Juchitan.


Juchitán está en Oaxaca, México, y tiene 80.000 habitantes. La expectativa de vida es la más alta de México. El 81.6% de los niños están bien alimentados. (En el resto de México, la desnutrición infantil llega al 80%). Sus calles no presentan cuadros de miseria. Sus casas son de construcción solida y las viviendas precarias son una excepción. Ademas, esta es una sociedad tolerante con las opciones personales de vida, la homosexualidad, el travestismo (los muxes) y las creencias religiosas.

El mercado es el corazón de Juchitán y el lugar publico de las mujeres. En Juchitán hay supermercados solo hasta hace poquito, pero siempre que sea posible, un o una juchiteca le compra a un u otra juchiteca. 

Aquí comprar y vender es sobre todo una relación entre las personas. La transacción es parte de la red social. El valor abstracto del dinero no se ha impuesto en Juchitán. El trueque es una practica habitual. La producción y el comercio se orientan a la satisfacción de las necesidades del diario vivir y la buena posición dentro de la comunidad, no a la acumulación. Las relaciones comerciales siempre están matizadas de un sentido de ayuda mutua y existen mecanismos culturales consolidados que facilitan el intercambio de ayudas sin degradar a la persona

El comercio en Juchitán ha estado y esta en manos femeninas. Este hecho tan sencillo tiene amplias consecuencias. El punto central es la gran importancia de los alimentos, la buena comida autóctona. El 75% de los alimentos se producen allí y son las marchantas las que sostienen la circulación local y regional. A través de la cultura especial de la economía de prestigio, logran que sus mercancías y su trabajo mantengan su valor.

En Juchitán se celebran más de 600 fiestas al año, en las que se produce una constante redistribución de la riqueza material y humana. El mayor prestigio se adquiere mediante el reparto de los ingresos acumulados durante el año en una suntuosa fiesta, donde todos las y los pobladores tendrán acceso a abundante comida y bebida. El honor y el prestigio se miden en la disposición para cooperar.

El bienestar de la gente de Juchitán, se debe a la estructura social y a la filosofía que pone en el centro a las mujeres y su preocupación fundamental: el cuidado de la vida.



Fuentes:

miércoles, 25 de mayo de 2011

Como ser libre y no morir en el intento: roma o gitanos rumanos.

“…roma… gitanos, quién
sabe qué es lo que somos… somos gente pobre, eso es lo que
somos…” 
Rom de Cugir de 67 años.

“Con Sir Michael Caine o Helen Mirren no hay exclusión. Porque son gitanos invisibles. Ocultan su gitaneidad para ser aceptados, como eran gitanos Charles Chaplin o Rita Hayworth. O como muchos gitanos en España que saben que la negación es la única puerta que se les abre para poder vivir tranquilos, sin marginación. La gente tiene que sobrevivir.” 
Ana Giménez Adelantado, gitana kalé, Doctora en Antropología y profesora de la Facultad de Sociología de la Universidad de Castellón.

Hay un número creciente de organizaciones y activistas gitanos y payos que reclaman el reconocimiento internacional del “pueblo gitano” o “Romaníes, arropando bajo esta etiqueta a grupos extremadamente diversos: sinti, calderas, travellers, lovara, gabor, ashkali, dom, manouches y un largo etcétera. La unidad étnica descansaría sobre la idea de unos orígenes comunes que remiten a la India, unos rasgos compartidos y una historia común de persecución y nomadismo.

He aquí brevemente un ejemplo de repartición de la sociedad gitana según identificación de tipo ergonómica (lugares):
  • ROM (que significa “hombre” o “marido”,plural roma, femenino romni)
Serbijája (Servios)
Moldovája (Moldovanos)
Grekúrja (Griegos)
Vúngrika (Húngaros)
Xoraxáya o Xoraxané (Turcos)
otros
  • SINTI (llamados también MANUSH)
Gáchkane (Alemanes)
Estrekárja (Austriacos)
Valshtiké (Franceses)
Piemontákeri (Piamonteses)
Lombardos
Marquesanos
otros
  • KALÉ (llamados también GITANOS)
    (caló, negro, viene del sánscrito kalà)
Catalanes
Andaluces
Portugueses
Otros

Aunque Europa Occidental recibe migraciones de los romá de Europa del Este desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (en el que sufrieron un holocausto al igual que los judíos), el flujo no se intensifica de forma notable hasta hoy. Es común verles subiendo cuestas con sus carritos de chatarra, vendiendo en los semáforos y en los mercados, pero poco o nada sabemos de ellos. En los medios son el foco de todas las miradas, pero únicamente para estigmatizarles más aún, si cabe. 

Los Gitanos cuentan en una de sus leyendas que en un tiempo tenían un rey que gobernaba sabiamente el pueblo de un país maravilloso en la India, llamado Sind; allí la gente era feliz, hasta que la hordas musulmanas sultán (encabezados por Mahmud al Gazni en torno al 1014) echaron a los Gitanos y destruyeron el país. Algunos, se establecieron en la India, como los banjara o canasteros. El resto, desde entonces, han sido obligados a vagar de una nación a otra...

La historia de los romaníes en toda Europa ha estado marcada por intentos de expulsión, asimilación, persecuciones y discriminación, pero el devenir de los roma en Rumanía constituye un caso singular. Hasta 1864, en los principados de Valaquia y Moldavia (hoy el Estado rumano), los romaníes fueron sometidos a esclavitud y servidumbre en propiedad de señores feudales o de monasterios. Muchos gitanos emigraron entonces por miedo a ser re-esclavizados. 

Durante la Segunda Guerra Mundial los roma rumanos fueron castigados por el régimen nazi. Entre 1941 y 1943 se calcula que unos noventa mil roma fueron deportados a Transnistria donde alrededor de la tercera parte murieron por malnutrición y enfermedades.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos comunistas ejecutaron políticas de asimilación de los roma rumanos: asentaron forzosamente a aquellos roma que tenían un estilo de vida itinerante. Para asegurar esta política, las caravanas y los caballos les eran confiscados y comenzaron a dispersar a los roma a la periferia de pueblos habitados por rumanos que les recibieron con actitudes hostiles.

La transición a una economía de mercado fue especialmente dura en Rumanía que sufrió varias crisis económicas. En un clima de incertidumbre política y social los sentimientos antigitanos emergieron con fuerza y provocaron una oleada de violencia racial. Especialmente entre 1990 y 1993, muchas comunidades romaníes por toda Rumania fueron víctimas de ataques racistas en los que se quemaron casas, se destruyeron propiedades y apalearon a gitanos. 

Este clima provocó la salida del país de varios miles de romaníes solicitando asilo político en Europa occidental, especialmente en Alemania, donde se produjo un fuerte rechazo. La alarma social que se despertó tuvo como dramático resultado una serie de ataques racistas por parte de bandas neo-nazis e incluso por las fuerzas del orden contra los roma rumanos. 

El hecho de que la Unión Europea considerara que la situación de desprotección y exclusión severa de los roma era una asignatura pendiente para la adhesión de Rumania a la Unión, junto con el rechazo social que provocaban los migrantes roma rumanos en otros países occidentales, fueron un desencadenante de odio racial dentro de Rumania. Los gitanos se convirtieron en chivos expiatorios de una supuesta mala imagen internacional de Rumania. 

En 2002, Rumanía se acoge con restricciones al Tratado de libre circulación Schengen y, en 2007, entra a formar parte de la UE, lo cual abre el flujo migratorio y facilita la circulación. 

José Luis Ramírez Heredia, miembro del Consejo de Europa y presidente de la Unión Romaní, comenta: “Huyen de una situación infrahumana. Es una población que se ha ido moviendo por otras ciudades europeas; de base familiar, trabajan mucho en red y su objetivo es mejorar”

La mayoría de los gitanos rumaníes rechazan utilizar el término roma o rom cuando hablan de sí mismos; prefieren decir “soy tigan. “Somos tigan y no nos avergonzamos de ello”. La clasificación de los subgrupos romaníes es una cuestión compleja. Se ha calculado que existen más de veinte subgrupos romaníes en Rumania: Los más comunes son los que se auto-denominan rom; los rudari que en una mayoría rechazan la denominación rom o gitanos; y los roma adscritos a filiaciones tradicionales o neamuri [los caldarari (caldereros), fierari (herreros), ursari (domadores de osos), lautari (músicos) etc].

Las sólidas redes sociales suponen, para muchas familias, uno de sus principales recursos para hacer frente a la pobreza. En algunas de las comunidades roma más compactas, los niños son tratados como si todos los adultos fueron sus padres, son admitidos en todas las casas y son alimentados y tratados como si fueran miembros de la familia. Las redes de parentesco son de gran importancia para la supervivencia del grupo. La población de estos asentamientos estaría completamente perdida sin esta red de solidaridad familiar. Pero también se dan situaciones opuestas: si una mujer decide dejar su hogar y trasladarse a otro distrito puede perder el apoyo de su familia.
Además de la familia extendida, entre los Rom existe la kumpánia, que es la agrupación de varias familias que no están necesariamente emparentadas entre sí, pero que pertenecen al mismo grupo y subgrupo, o a subgrupos afines.

El nómada es por naturaleza individualista, y de mala gana soporta la presencia de un jefe: aunque tal figura no existe entre los Rom, se puede reconocer el respeto hacia los más ancianos, a quienes se encarga la solución de eventuales controversias. Entre los Rom, la máxima autoridad judicial está constituída por el krisnitóri, es decir, aquél a quien se encarga de presidir la kris, un verdadero tribunal gitano constituído por los miembros mas ancianos del grupo. Pueden participar también las mujeres, pero la decisión unilateral es tomada por los miembros ancianos designados, que luego de haber escuchado las partes y después de consultarse, deciden.

¿Por qué son los gitanos rumanos foco de todas las miradas? “El problema con los gitanos rumanos no es de índole cultural.  No son sólo pobres. Son pobres, pero también marginales, una posición social con peores consecuencias. La sociedad podría vivir sin ellos en materia económica. Sólo en momentos de bonanza económica son necesarios como mano de obra y ahora puede interesar no incluirlos en servicios básicos como la educación porque no van a dar un rendimiento” Óscar López Catalán, antropólogo que ha estudiado los procesos migratorios de los gitanos rumanos.

Ramírez Heredia, miembro del Consejo de Europa y presidente de la Unión Romaní, observa un triple estigma: son inmigrantes del Este, gitanos y muy pobres. “Los gitanos rumanos son los más pobres de entre los pobres”, dice, y remacha: “En tiempos de crisis los racistas hacen su agosto. A río revuelto… los culpables son los más débiles”.
En Rumanía, con 3 millones de población romaní, se denunció que los gitanos eran culpables del paro que asolaba el país. Los datos dicen que la tasa de desempleo de los roma era en 2010 más de un 80%. También en España, la derecha no dudó en relacionar no sólo el paro sino también la delincuencia con los gitanos rumanos.

Mientras las riquezas mundiales sigan tan mal repartidas como en la actualidad, la inmigración será una realidad. Y la designación de los inmigrantes como chivos expiatorios "criminalizados" es el último instrumento para proteger la cohesión nacional cuando se hunden los sistemas de valores tradicionales.

"¡Pensémoslo! Aquel a quien se castiga no es quien ha cometido el delito. Es siempre el chivo expiatorio". Friedrich Nietzsche.

Libertà

Nosotros los Gitanos tenemos una sola religión: la libertad.
En cambio de ella renunciamos a la riqueza, al poder, a la ciencia y a la gloria.
Vivimos cada día como si fuera el último.
Cuando se muere, se deja todo: una miserable carroza com un gran imperio.
Y creemos que en ése momento sea mucho mejor haber sido Gitanos que reyes.
No pensamos en la muerte. No la tememos, eso es.
Nuestro secreto es gozar cada día de las pequeñas cosas
que la vida nos ofrece y que lo demás no saben apreciar:
una mañana de sol, un baño en la vertiente,
la mirada de alguien que nos ama.
Es difícil entender estas cosas, lo sé. Gitanos se nace.
Nos gusta caminar bajo las estrellas.
Se dicen cosas estrañas sobre los Gitanos.
Se dice que leen el futuro en las estrellas
y que tienen la poción del amor.
Lo gente no cree en lo que no se sabe explicar.
Nosostros, en cambio, no tratamos de explicarnos las cosas en las que creemos.
La nuestra es una vida simple, primitiva.
Nos basta tener por techo el cielo,
fuego para calentarnos
y nuestras canciones cuando estamos tristes.
Spatzo (Vittorio Mayer Pasquale)




Fuentes:

 SI QUIERES CONOCER MÁS SOBRE OTRAS CULTURAS (IN)MIGRANTES:

domingo, 22 de mayo de 2011

El peligro ciudadanista: 15 M

Intervención del antropólogo Manuel Delgado en la acampada del movimiento 15M en la plaça de Catalunya de Barcelona, el 20 de mayo de 2011. 

(El movimiento 15M de España tiene como objetivo aglutinar a toda la sociedad civil, todas las ideologías o intereses concretos para denunciar la falta de democracia real y la tendencia a un bipartidismo institucional, donde el nivel de corrupción en todos los estratos es escandaloso)

15M: EL PELIGRO CIUDADANISTA 
 Manuel Delgado 

Todo el mundo parece interesado en esclarecer qué tipo de fenómeno se está produciendo estos días en las ciudades españolas, en plazas como estas, en las que personas como nosotros expresamos nuestro descontento ante la situación que padecemos. Me gustaría profundamente decir y creer que estamos ante un movimiento cuya característica principal, y la fuente de la inquietud que parece generar, tiene que ver con la dificultad a la hora de someterlo a una tipificación clara, resultado de su renuncia a los principios de identidad e identificación propios de un sistema que exige que sus interlocutores se presenten siempre como instancias orgánicas inconfundibles con las que se posible negociar. Un poco, si se me permite, a la manera de aquella canción de La Polla Records que seguro que muchos conocéis: “¡No somos nada! / ¡No somos nada! / Quieres identificarnos, tienes un problema”. Pero eso es lo que me gustaría pensar y decir, pero no estoy seguro de poder hacerlo sin sentir que estoy haciéndoos una concesión injusta, cuyo objetivo sería sólo el de obtener vuestro aplauso.
En realidad, lo que pienso –y temo– es que esta movilización se pueda homologar como un episodio más de lo que podríamos llamar el movimientismo ciudadanista. El ciudadanismo es la ideología que ha venido a administrar y atemperar los restos del izquierdismo de clase media, pero también de buena parte de lo que ha sobrevivido del movimiento obrero. El ciudadanismo se concreta en un conjunto de movimientos de reforma ética del capitalismo, que aspiran a aliviar sus efectos mediante una agudización de los valores democráticos abstractos y un aumento en las competencias estatales que la hagan posible, entendiendo de algún modo que la explotación, la exclusión y el abuso no son factores estructurantes, sino meros accidentes o contingencias de un sistema de dominación al que se cree posible mejorar moralmente. El ciudadanismo no impugna el capitalismo, sino sus “excesos” y su carencia de escrúpulos.
El ciudadanismo suele concretarse en movilizaciones masivas destinadas a denunciar determinadas situaciones consideradas injustas, pero sobre todo inmorales, y lo hace proponiendo estructuras de acción y organización lábiles, basadas en sentimientos colectivos mucho más que en ideas, con un énfasis especial en la dimensión performativa y con frecuencia “artística” o festiva. Prescindiendo de cualquier referencia a la clase social como criterio clasificatorio, remite en todo momento a un difusa ecumene de individuos a los que unen no sus intereses, sino sus juicios morales de condena o aprobación.
Los movimientos sociales ciudadanistas no dejan de ser revitalizaciones del viejo humanismo subjetivista, pero aportan como relativa novedad su predilección un circunstancialismo militante, ejercido por individuos o colectivos que se reúnen y actúan al servicio de causas muy concretas, en momentos puntuales y en escenarios específicos, renunciando a toda organicidad o estructuración duraderas, a toda adscripción doctrinal clara y a cualquier cosa que se parezca a un proyecto de transformación o emancipación social que vaya más allá de un vitalismo más bien borroso, acuerdo de heterogeneidades inconmensurables que, no obstante, asumen articulaciones cooperativas momentáneas en aras a la consecución de objetivos compartidos.
Esas formas de movilización prefieren modalidades no convencionales y espontáneas de activismo, protagonizadas por individuos conscientes y motivados, pero desafiliados, que viven la ilusión de que han podido escapar por unos momentos de sus raíces estructurales, desvinculados de las instituciones, que renuncian o reniegan de cualquier cosa que se parezca a un encuadramiento organizativo o doctrinal,  que proceden y regresan luego a una especie de nada aestructuda y que se prestan por unos días u horas como elementos primarios de uniones volátiles, pero potentes, basadas en una mezcla efervescente de emoción, impaciencia y convicción, sin banderas, sin himnos, sin líderes, sin centro, movilizaciones alternativas sin alternativas que se fundan en principios abstractos de índole esencialmente moral y para las que la conceptualización de lo colectivo es complicada, cuando no imposible.

No sé si será casual que una de las figuras predilectas para ese individualismo comunitarista o de ese comunitarismo individualista, basado en la sintonía sobrevenida entre sujetos, sea la de la red. Entonces uno piensa en las virtudes de internet y las formas de sociabilidad que propicia, paradigma de relación reticular, paraíso dónde se ha podido hacer palpable por fin la utopía de una sociedad de individuos desanclados y sin cuerpo, en un universo de instantaneidades, una solidaridad empática basada en el diálogo y el acuerdo sincrónico entre personas individuales con un alto nivel de exigencia ética consigo mismas y con el mundo. Un paraíso de comunicación pura.

Entre otros efectos, este tipo de concepciones de la acción política al margen de la política se traduce en la institucionalización de la asamblea como instrumento por antonomasia de y para los acuerdos entre individuos que no aceptan ser representados por nada ni por nadie. Esta forma radical de parlamentarismo se conforma como órgano inorgánico cuyos componentes  se pasan el tiempo negociando y discutiendo entre sí, pero que tienen graves dificultades con negociar o discutir con cualquier instancia exterior, porque en realidad no tienen nada que ofrecer que no sea su autenticidad comunitaria y que es más intralocutora que interlocutora.
            
El activismo de este tipo de movimientos se expresa de modo análogo: generación de pequeñas o grandes burbujas de lucidez e impaciencia colectivas, que operan como espasmos en relación y contra determinadas circunstancias consideradas inaceptables, iniciativas de apropiación del espacio público que pueden ser especialmente espectaculares, que ponen el acento en la creatividad y que toman prestados elementos procedentes de la fiesta popular o de la performance artística. Se trata, por tanto, de movilizaciones derivadas de campañas específicas, para las que puede establecerse mecanismos e instancias de coordinación provisionales que se desactivan después..., hasta la próxima oportunidad en la que nuevas coordenadas y asuntos las vuelvan a generar poco menos que de la nada. Cada oportunidad movilizadora instaura así una verdad comunicacional intensamente vivida, una exaltación en la pesadilla de las relaciones de producción, las dependencias familiares o de los servilismos estructurales que conforman nuestra realidad se han desvanecido por unos momentos o incluso días.
Se genera así, durante el lapso en que la movilización se producem una especie de refugio en que vivir una emancipación en última instancia ilusoria de la gravitación de las clases y los enclasamientos, una victoria momentánea de la realidad como construcción interpersonal sobre lo real como experiencia objetiva del mundo.
Lo que intenté en mi intervención es advertir de que, en efecto, la gran movilización en marcha estos días devenga un ejemplo de este tipo de grandes convulsiones colectivas inspiradas y orientadas por lo que en la práctica puede ser una mera crítica ética del orden económico y político que padecemos, estructurado vagamente en torno a una no menos vaga denuncia de una entidad abstracta, casi metafísica, que es “el sistema”. En Barcelona hemos conocido varios ejemplos de este tipo de movilización tan potente como efímera, que se ha desvanecido en la nada en cuanto los medios de comunicación la han dejado de atender el colorista espectáculo que deparaban. Desde luego el movimiento contra la guerra de Irak en el 2003 sería un paradigma de ello, pero también lo serían las movilizaciones estudiantiles contra el plan Bolonia en marzo de 2009, que alcanzaron puntas importantes de dramatismo social, pero que, al cabo de unas semanas de su algidez en el desalojo del rectorado de la Universitat de Barcelona, se extinguieron sin dejar tras de sí otra cosa que un vació y una inanidad de la que todavía somos víctimas en las universidades catalanas.
Así pues se plantea como urgente la cuestión de qué hacer cuanto la intensidad de la emoción colectiva que nos reúne ahora y aquí se vaya amortiguando y cuando –y no quepa duda de que esto ocurrirá dentro de unos días– los medios de comunicación dejen de considerarnos “interesantes” y los políticos de expresar una vaga simpatía y comprensión ante el malestar que nos congrega esta mañana aquí. Es la discusión política y la imaginación colectiva a las que, estos días y en esta y otras plazas, les corresponde concebir y organizar un camino que convierta este escándalo ante lo real en energía histórica.