viernes, 21 de febrero de 2020

Si Skinner tuviese iPhone: la vida como scroll infinito.

"Es fácil imaginar el pensamiento humano liberado de las ataduras de un cuerpo mortal, la creencia de la vida después de la muerte está muy extendida. Pero no es necesario adoptar una postura mística o religiosa para aceptar esta posibilidad: los ordenadores ofrecen un modelo incluso para el más ardiente mecanicista" Hans Moravec, investigador en robótica. “El hombre mecánico”.

"Nunca antes habíamos vivido en un mundo virtualmente sin cuerpos o empeñado en desanclarse de los cuerpos; y en el que los cuerpos, negados por la tecnología y la publicidad, aparecen sólo como residuos, sobras u obstáculos; en las guerras, en los muros fronterizos o en las “acechanzas” de la población inmigrante racializada.
Nadie quiere tener cuerpo, pues los cuerpos enferman, envejecen y mueren; y eso es cosa de los extranjeros que amenazan sin cesar nuestras imágenes. El cuerpo o es contagioso o es terrorista. Nosotros, por eso, preferimos “comunicarnos”.
Santiago Alba Rico.



"¿Para qué sirve la palanca de las máquinas tragaperras?"
pregunta Marta Peirano, periodista, en "El enemigo conoce el sistema".

"Esa palanca de la que tiras para activar el juego y apostar. Porque las máquinas dejaron de ser mecánicas hace bastante tiempo, y no hay ninguna conexión real entre la palanca de la máquina y el resultado final. Es una caja de Skinner falsa, donde el ratón tira de la palanca y su acción en el mundo físico tiene una consecuencia inmediata. Y hay refuerzo de intervalo variable: cada vez que tira de la palanca no sabe si trae comida o no. La máquina está programada para pagar solo un porcentaje del dinero que se apuesta, pero ni el jugador más avispado puede saber cual es. La tracción de la palanca le indica que tiene control sobre la máquina y que, por lo tanto, lo puede hacer mejor.(...) Y la máquina refuerza esa sensación con otros elementos de diseño: el "casi-acierto", los falsos premios y la música."


"Todos estos refuerzos no aparecen de manera aleatoria, sino exactamente cuando estás a punto de dejarlo. Obedecen a algoritmos que se alimentan de la información de todas las máquinas tragaperras del mismo fabricante que están funcionando cada minuto del día. Y son muchas máquinas. La industria del juego produce quinientos mil millones de dólares al año; y las máquinas tragaperras son el juego de azar más rentable del mundo, precisamente porque no dejan nada al azar. (...) Sabemos que es el diseño más adictivo de la industria más adictiva. Por eso lo copiaron los arquitectos de la red social."


La palanca de las tragaperras en estas aplicaciones es el "pull to refresh", tirar para actualizar, lo que hacemos con el dedo gordo cuando lo deslizamos hacia abajo para actualizar el contenido de la aplicación. Antes, la máquina nos mostraba automáticamente el contenido nuevo. Ahora es una caja de Skinner donde tiramos de la palanca para que pase algo, si trae premio o no. TINDER tiene el "swipe" (deslizar) el dedo para aceptar o rechazar posibles amantes. Así, pensamos que nuestro dedo puede influir en el resultado, que si lo hacemos bien habrá premio. Lo que nos hace volver una y otra vez al móvil, junto con el "scroll" infinito.

No estamos evolutivamente preparados para gestionar la abundancia. Si algo nos produce dopamina, lo consumimos hasta que se acaba. Con el scroll, el muro siempre tiene noticias nuevas, y el YOUTUBE sirve a cada usuario un menú propio, una playlist infinita y automática basada en un algoritmo de recomendación.

"Si el algoritmo estuviera casado con el usuario y fueran los dos al cine varias veces al día, la mayor parte de las veces la película la elegiría él", explica Peirano.
Reed Hastings, fundador de NETFLIX, dijo "competimos por el tiempo de los clientes, así que nuestra competencia incluye Snapchat, YouTube, dormir, etc" "Cuando estás viendo una serie de Netflix y te vuelves adicto a ella, te quedas viéndola hasta muy tarde. Competimos con el sueño, en los márgenes."

El objetivo es el "engagement", el enganche. No importa el contenido en sí, sino que entretenga, y no hay mejor enganche que la emoción que despierta. El algoritmo produce una borrachera moral para atraer tu atención. "El capitalismo de la atención no tiene tiempo para la política, ni para los valores ni para los niños ni para ninguna otra cosa que no sea el engagement".


El problema es que hemos convertido la vida en un scroll infinito.
El capitalismo superacelerado nos mantiene suspendidos en un trance del que no podemos descansar.
Hito Steyerl escribió que "caer es relacional: si no hay nada contra lo que caerse, puede que ni te des cuenta de que te estás cayendo. Si no hay suelo, la gravedad puede ser menor y tú sentirte ligero. (...) Sociedades enteras podrían estar cayendo a tu alrededor, igual que tú"


“Es un reality show infinito, producido por algoritmos, del que no puedes desengancharte sin perder el tren.” zanja Peirano. 
Remedios Zafra, en su libro “El entusiasmo”, explica que esta volatilidad de la vida online genera sensaciones contrapuestas.
“De un lado, la satisfacción de la plena disponibilidad; de otro, la imposible saciedad ante la glotonería de querer tenerlo todo, sabiendo que una vida no daría para ver, leer, consumir tanto.

La ansiedad que provoca el ver y el deseo se compensan mínimamente pudiendo «poseer» digitalmente (descargar, archivar) frente a una aplazada profundización en las cosas (…) a la producción entusiasta de datos e, indirectamente, a «hacernos datos».

"Así, ante la predominancia de "lo mucho", el pago más fácil, porque es el más rápido, es el "pago con ojos". Ser visto es lo que mejor puede ser registrado e inscrito en la lógica de los criterios de mercado ayudando además a asentar los nombres como marcas."

"A nadie  extraña el agotamiento de los sujetos, que ante la dificultad de abarcarlo todo, fluyen o se dejan fluir hacia lo emocional, buscando deleitarse con  lo pequeño: esa foto, ese mensaje privado, esa vida de ahora". (…)". 

“Cuando todo está bajo sospecha, lo que aparenta mayor grado de realidad tiene más valor, invirtiendo la lógica de compartir lo vivido por compartir lo que quiero que crean que he vivido." 

"Ciertamente resulta paradójico que, teniendo  nuestra disposición un universo de datos e información para contrarrestar y documentarnos, la verdad sea percibida como un inabarcable lodazal que termina sometiendo la vida a "la apariencia" y a la actualidad".  Además, el exceso de inmediatez e hiperrealismo, y de una existencia utilitaria puramente racional, dejan poco espacio para la imaginación, la subjetividad. Intentamos re-encantar el mundo con filtros, psicodelia y otras maneras formas de expresión.

El gran problema es que "(…) son los imaginarios conservadores los que más partido están sacando a la pareja velocidad y exceso. Ante la celeridad, la inercia solo tolera ideas preconcebidas, es decir, aquellas que ya estaban en nosotros. Justamente las que precisan apoyarse en sensaciones y emociones.” Lo intuitivo. 

"No puede ser que las cosas se hayan reducido a su piel y que se cambie pensamiento por listado, texto por titular (...) Hace tiempo que la imagen y el pantallazo se rebelaron frente a la reflexión pausada." 

A lo que Peirano añade el peligro de la manipulación de los algoritmos que “ofrecen una visión de lo que está pasando diseñada para nosotros de manera única”, por separado. Y estas noticias "a la carta", escogidas para nosotros, según nuestros intereses y radicalizadas para crear más "engagement", enganche, nos lo filtran por el mismo canal por el que nos llegan los mensajes familiares, personales o incluso privados.

Esta reagrupación algorítmica genera un entorno de consenso permanente, aislado del mundo real. El rasgo de pertenencia se arremolina en torno al rechazo a “el otro” y su deriva es racismo y deshumanización. Refuerzan y radicalizan nuestro sesgos: “Ya no somos vegetarianos sino veganos, no somos progresistas sino radicales de izquierda, no somos personas sino activistas de nuestra propia visión del mundo.(…) Las tribus identitarias son un monocultivo; la falta de diversidad atrae plagas y enfermedades.”
“Para mí, básicamente, Google quiere ser el nuevo Estado del bienestar y el
nuevo partido político.” alega Evgeny Morozov, investigador informático teórico. (La locura del solucionismo tecnológico) “Quieren reunir tantos datos como puedan.” Por ejemplo, a través de los llamados "dispositivos inteligentes": relojes inteligentes, termostatos inteligentes; cualquier cosa que tenga un sensor generará un dato. 

"Tu seguro quiere saber qué posibilidades tienes de enfermar; tu banco quiere saber qué probabilidades tienes de no pagar tu hipoteca." 
Y no solo eso: "Querido usuario, ha sido registrado como participante en un disturbio masivo", decía el SMS que el Gobierno ucraniano envió a todas las personas que se manifestaron contra las últimas decisiones del presidente Víktor Yanukovich en enero de 2014. Las autoridades consiguieron sus datos pidiendo a las operadoras la lista de todos los móviles que pasaron por las intermediaciones de una antena determinada (volcado de torre).


“Habría que oponerse a que el paradigma de la propiedad privada se extienda a los datos. Los datos, sin la capacidad de analizarlos, no son gran cosa. Hoy en día solo algunas grandes empresas son capaces de estudiarlos. Esa información debería estar bajo un control público, que no significa un control del Estado, sino de los ciudadanos. La reciente fascinación en Europa por esa idea del común, que no tiene nada que ver con la de los comunes, es un marco sano.” 

“Durante demasiado tiempo se ha pensado el trabajo digital y de internet como espacio comunitario" escribe Silvia Federici. "Esta concepción del común tiene problemas muy grandes, porque internet no nos permite reproducirnos”. "En cambio, tierra, bosques y aguas son fundamentales para nuestra reproducción."

Ludwig Feuerbach, mediados del siglo XIX: "Nuestra época, sin duda alguna, prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... Para ella, lo único sagrado es la ilusión."

Fuentes:
“La locura del solucionismo tecnológico”, Evgeny Morozov.
“El entusiasmo. Precariedad laboral y trabajo creativo en la Era digital.” Remedios Zafra.
“El enemigo conoce el sistema: Manipulación de ideas, personas e influencias después de la economía de la atención.” Marta Peirano
https://ctxt.es/es/20200108/Firmas/30456/ruinas-capitalismo-alba-rico-inconsistente-incompleto-arquitectura-alquiler.htm#.XhdaueksnQE.twitter

https://www.pikaramagazine.com/2012/06/%e2%80%9cdesvalorizar-el-trabajo-reproductivo-de-las-mujeres-ha-destruido-nuestra-relacion-con-la-tierra%e2%80%9dentrevista-a-silvia-federici-activista-especializada-en-trabajo-domestico-reproductiv/
https://elpais.com/elpais/2015/12/17/eps/1450358550_362012.html