viernes, 30 de agosto de 2019

Zoos humanos, exhibiciones etnológicas y colonialismo.

"Serán tus enemigos no solo gobernadores sádicos y prefectos torturadores, no solo colonos flageladores y banqueros golosos, no solo políticos lamecheques y magistrados vendidos, sino igualmente, y por la misma razón, periodistas acerbos, académicos cotudos y acaudalados de estupideces, etnógrafos metafísicos y expertos en dogones, teólogos extravagantes y belgas, intelectuales parlanchines y hediondos [...], los paternalitas, los besuqueadores, los corruptores, los que dan golpecitos en la espalda, los amantes del exotismo, los divisores, los sociólogos agrarios, los embaucadores, los mistificadores, los babosos, los liantes...
...responsables todos, detestables todos, negreros todos, deudores todos de ahora en adelante de la agresividad revolucionaria" Aimé Cesaire, "Discurso sobre el colonialismo".


 «Desde aquí vi lo que pasó
Te convertiste en perfil científico
Un tipo negroide
Un debate antropológico y un tema fotográfico
Te convertiste en mami, madre y entonces, sí, confidente, ¡ajá!
Bajando del trono, te convertiste en soldado de a pie y cocinero
Te convertiste en el tío Tom, John y en el misericordioso Jim
Conductores
Jinetes y hombres de letras
Te convertiste en susurrador, un símbolo de un intenso viaje y con el sudor
de tu frente, trabajaste para tu propia familia y otros
Por tus nombres, cogiste esperanza y humildad
Negro y curtido, tu fustigado viento de cambio aulló por lo bajo, soplándose
a sí mismo, ¡ajá!, justo en medio de la orquesta de Ellington. Billi también lo
escuchó y derramó extrañas lágrimas de fruta
Algunos dijeron que eras la viva imagen del diablo
Te convertiste en amante del patriarcado
Y su hija
Te convertiste en cómplice
Mulatos medio mezclados saliendo de las profundidades del río te abruman,
¡ajá! Surgidos de todas partes
Tu resistencia estaba en la comida que ponías en la mesa de tu dueño, ¡Ajá!
Te convertiste en una broma graciosa y alguna cosa que tú fuiste, ¡Ajá!
Algunos se reían mucho, fuerte y ruidosamente
Otros decían: “lo único que puede hacer un ’negrata’ es limpiar mis zapatos
Te convertiste en boots, spades y coons”
Inquieto después del largo invierno caminaste, caminaste y caminaste.
En tu canto de plegaria preguntaste, ¿ha entregado mi señor a Daniel?
Y entonces lloré».
Carrie Mae Weems. From Here I Saw What Happened and I Cried
(Desde aquí vi lo que pasó y lloré), 1995-1996.
 

"From Here I Saw What Happened and I Cried" (1995-1996) es un proyecto de la artista visual afroamericana Carrie Mae Weems. Son veintinueve daguerrotipos y fotografías procedentes de fondos históricos y antropológicos que muestran las formas estereotipadas en que han sido tradicionalmente representados y percibidos los africanos por las sociedades occidentales, cada una de ellas unida a una estrofa de texto que todas en su conjunto forman este poema.

Hasan G. López Sanz, filósofo y antropólogo social y cultural, aporta una dimensión política de las exhibiciones universales, conniventes con los argumentos de los ideólogos de la colonización. "El antropólogo Henry Lewis Morgan lo explicaba de esta manera: todas las sociedades debían pasar necesariamente por tres etapas de desarrollo cultural, salvajismo, barbarie y civilización. Esta idea, que se desarrolla principalmente en la segunda mitad del siglo XIX, tiene su remanente en las tres primeras décadas del XX, período de consolidación de los imperios coloniales en África, Asia y el Pacífico. La doctrina evolucionista sirvió para justificar la superioridad racial occidental y, consecuentemente, también la tarea colonial.", explica."Separar ambas esferas -la política y la social- sería tan absurdo como afirmar que los mensajes que emite la televisión donde se denigra a la mujer no perpetúan los esquemas patriarcales(...) Como filósofo me resisto a pensar que debamos limitarnos a investigar el fenómenos de las exhibiciones desde una perspectiva eminentemente documental. A partir de algunos vestigios, o de su ausencia, podemos hacer lecturas sintomáticas y acertadas que nos permitan entender las mentalidades y, desde ahí, las sociedades. En el caso de las exhibiciones humanas, no existen muchos relatos de memoria de los exhibidos, donde éstos tomen la palabra, y sería poco riguroso construir una historia de las exhibiciones utilizando únicamente el relato público oficial."

Además, "justificar, aunque solo sea parcialmente, los espectáculos por la participación voluntaria (con la correspondiente prestación salarial) no me parece tampoco acertado. Sería como justificar que los programas de televisión sexistas no son cuestionables porque las mujeres que participan lo hacen voluntariamente y viven de ello".


Un ejemplo de cómo la política es un factor clave en estas exposiciones universales y coloniales es el cambio que se dió en la imagen del poblado canaco en ellas. "Si en las exposiciones francesas anteriores la imagen que se había dado de los canacos era la de fósil viviente o la de primitivos salvajes sedientos de sangre, en la de 1889 se los presentó como aliados de la República. La causa de este cambio fue la ayuda que prestaron en 1878 algunos clanes canacos a las tropas francesas que luchaban contra los nativos que se oponían a la presencia colonial."De hecho, "en la Tercera República, el discurso humanista convivió con las exhibiciones étnicas y los zoos humanos. La mostración y clasificación de los grupos humanos con fines científicos o como entretenimiento de masas chocaba frontalmente con el ideal republicano francés, que reconocía los derechos humanos de todos los miembros de la República. Este hecho no tenía como consecuencia el reconocimiento de los derechos políticos de los colonizados. Los indígenas, sometidos al régimen del indigenato instituido en 1887 en el "Code de l'indigénat", carecían de derechos cívicos" Autorizaba deportaciones de habitantes y prácticas de sanción exorbitantes, sin defensa o posibilidad de apelación). Este código se abolió después de la segunda Guerra Mundial en 1946.

En Chicago en 1893 se celebró la World Columbian Exposition para conmemorar el cuarto centenario del segundo viaje de Cristobal colón a América. "Aún respondiendo las dos exhibiciones a la lógica propia del darwinismo social y cultural, la imagen que se ofreció del poblado Dahomey y del Kwakiutl fue completamente distinta. El africano es el salvaje cuyas costumbres se asemejan más a las de los animales que a las de los hombres, mientras que en el esquimal es el nativo que vive en armonía con la naturaleza".Según el historiador Robert Rydell, dicha exposición ofreció una prueba visible de la necesidad de negar la igualdad política, social y económica de los afroamericanos. La función principal de estos espectáculos fue utilizar a los africanos para reforzar los argumentos en favor de la segregación racial en EEUU que la Corte Suprema había sancionado en 1896 en el conocido caso Plessy contra Ferguson.
Pero hay un aspecto sobre el que Rydell ha llamado la atención y que frecuentemente se ha olvidado en los artículos que han tratado el fenómeno de las exhibiciones. En esa época muchos de los grupos exhibidos se habían profesionalizado y participaban activamente en el espectáculo de la diferencia. (...) En ocasiones, sus letras introducían consignas en contra del colono, algo que puede interpretarse según Rydell como una forma de resistencia mediante el lenguaje y preservación de la agencia y la dignidad:

"Hemos venido de un país lejano a otro donde todos los hombres son blancos. Si vosotros vinieseis a nuestro país sería para nosotros un gran placer cortar vuestra garganta blanca".

"En las exposiciones universales del período de la Gran Depresión, se siguió fomentando una imagen de África y los africanos que legitimaba la segregación racial. Sin embargo, el énfasis primario se puso en proporcionar apoyo a la penetración económica en el continente africano. (...) las empresas estadounidenses veían en la modernización del continente posibilidades de trabajo e inversión, una idea a explotar en las exposiciones universales."

"Las exhibiciones humanas no han desaparecido en absoluto, algunas de ellas asemejándose en exceso a las que se celebraron a finales del siglo XIX y principios del XX. En 1994 el zoológico de Port-Saint-Père, cerca de Nantes, instaló un poblado africano, poblado Bamboula, campaña publicitaria de la Sociedad de galletas Saint Michel para promocionar las galletas Bamboula. Compuesto por 25 hombres, mujeres y niños de Costa de Marfil que debían permanecer en el recinto siete meses mostrándose por contrato con el torso desnudo siempre y cuando el tiempo lo permitiese. Además, el contrato no lo había hecho el estado francés sino el Ministerio de Turismo de Costa de Marfil de acuerdo a su legislación. Así que no tenían permiso de trabajo, ni seguridad social, lo cual limitaba su libertad de movimiento, un espacio que además, compartían con animales salvajes.


Una exhibición similar de pigmeos bakas se celebró en 2002 en el zoológico de Yvoir en Bélgica. El objetivo era recabar fondos para construir fondos, clínicas y escuelas en Camerún. "En lugar de atacar el origen del problema, la explotación de los recursos naturales de las regiones donde residen estas etnias, o el trabajo de las asociaciones para favorecer el desarrollo sostenible de la región, se volvía a producir la lógica paternalista del blanco que ayuda al desfavorecido reforzando en Europa esquemas mentales claramente racistas."

"El turismo de masas a países exóticos también ha favorecido la aparición de nuevas formas de exhibición similares a las que se desplegaron en jardines zoológicos de aclimatación y poblados indígenas, organizadas para el consumo de masas sin menoscabar nuestro confort y seguridad. A cualquier turista que visite Tailandia le ofrecerán visitar un poblado karen. Lo que muy posiblemente no les dirán es que los karen no son ciudadanos tailandeses o emigrados económicos, sino refugiados políticos salidos de Birmania e instalados originalmente en campos gestionados por organizaciones no gubernamentales de la zona Mae Hong Son."


"Pero incluso aquel que no desee moverse de casa puede asistir atónito a expresiones de salvajismo en programas de telerealidad como "Perdidos en la tribu" que reúne algunas características de las exhibiciones zooantropológicas. Según el filósofo francés Olivier Razac (L´Écran et le zoo. Spectable et domestication, des expositions a lá téléréalité") en estos programas "quienes exhiben sus cuerpos, sus comportamientos, sus modos de vida serían como las bestias en jaulas observadas con curiosidad por millones de teleespectadores invisibles". "El quid de la cuestión es el relato que hace el programa de las sociedades extraeuropeas. La civilización se contrapone al primitivismo (...) quienes viajan son familias mientras que ellos son tribus. Como si no existiesen otras formas de organización familiar más que la familia nuclear clásica definida por un hombre, una mujer, descendencia y una economía común." Además "según declaró CEAR, se trasladó a doce familias a 700 kilómetros de sus casas para la grabación del programa, con ropa que no era la habitual, (...), abandonando sus cultivos en la época más importante del año y sacando a los niños del colegio". "La ética y la economía no van de la mano cuando se trata de luchar por la audiencia".

Para Césaire, era inexplicable que aquellos que no se asombraban de lo que sucedía en las colonias quedaron estupefactos ante la experiencia de los campos de extermino nazi. ¿Cómo explicar esto? Césaire lo tiene claro cuando afirma: «Sí, valdría la pena estudiar, clínicamente con detalle, las formas de actuar de Hitler y del hitlerismo, y revelarle al muy distinguido, muy humanista, muy cristiano burgués del siglo XX, que lleva consigo un Hitler y que lo ignora, que Hitler lo habita, que Hitler es su demonio, que, si lo vitupera, es por falta de lógica, y que en el fondo lo que no le perdona a Hitler no es el crimen en sí, el crimen contra el hombre, no es la humillación del hombre en sí, sino el crimen contra el hombre blanco, es la humillación del hombre blanco, y haber aplicado en Europa procedimientos colonialistas que hasta ahora solo concernían a los árabes de Argelia, a los coolies de la India y a los negros de África»

Quino.


Fuentes:
Hasan G. López Sanz. "Zoos humanos, ethnic freaks y exhibiciones etnológicas: una aproximación desde la antropología, la estética y la creación artística contemporánea".
Olivier Razac. "L´Écran et le zoo. Spectable et domestication, des expositions a lá téléréalité".
Robert Rydell. "Africains en Amérique: les villages africains dans les expositions internationales américains (1893-1901)
http://www.radioafricamagazine.com/acariciando-a-contrapelo/

miércoles, 7 de agosto de 2019

La trampa de la diversidad: las nuevas identidades y el narcisismo clínico.

"Esta es una era de desorden cada vez más grande. 
El desorden es de naturaleza global, pero la manera de experimentarlo es, para la mayoría de la gente, marcadamente personal: 
creciente violencia e imaginación de la violencia, 
cada vez más temor a la catástrofe, 
a las enfermedades, 
a los asesinos en serie, 
a la desocupación, 
a la bancarrota 
y a la pérdida de la propiedad. 
Se trata de una era de creciente movilidad descendente, un mar cada vez más grande de pobreza que rodea pequeñas islas de lujo yuppy. 
Se escriben libros y artículos sobre el capitalismo desorganizado, y las desarticulaciones entre los procesos globales y las fragmentadas y fracturadas modernidades." escribió el antropólogo Jonathan Friedman en 1994 (Identidad cultural y proceso global).
"Se expondrá aquí que ese desorden es marcadamente sistémico, o sea, tiene un orden propio que puede entenderse y es predecible."

"Los fenómenos en los que hoy estamos tan envueltos se produjeron incontables veces en el pasado, suscitados por procesos similares. Tanto la integración de grandes sectores de la población mundial a sistemas imperiales y sus culturas hegemónicas como la desintegración ulterior de esos sistemas y la fragmentación cultural, experimentada como un renacimiento local, en los imperios declinantes, son fenómenos antiguos y a menudo violentos."

"A lo largo de las últimas dos décadas hubo una descentralización generalizada y bastante masiva de la acumulación de capital en escala mundial (...) aparecieron varios nuevos centros de expansión económica, a la vez que los centros más antiguos declinaban. (...) Este cambio adoptó la forma de una nación fragmentada en las etnicidades que la componían o en otras completamente nuevas, y hasta el propio estado nación se etnificó. Las políticas oficiales respecto de las minorías pasaron de la asimilación al multiculturalismo."
Según Friedman, "el establecimiento de un orden global o regional puede generar mucho desorden local". Pero "el desorden global muy bien puede significar orden nacional, orden étnico y orden religioso." Así, aparecieron nuevas identidades étnicas, nacionalistas, religiosas, fundamentalista, indígenas, que forman parte de un proceso de fragmentación de la hegemonía occidental y su modelo de identidad de la modernidad.

"Por ejemplo, la población de indios norteamericanos pasó de setecientos mil en 1970 a un millón cuatrocientos mil en 1980. No se trata de un dato de la biología, sino de la identidad. Hay, además, cinco nuevas tribus. De modo que el anhelo de raíces se satisface rápidamente con su proliferación como secuela de la decadencia del modernismo. En la década pasada hubo un renacimiento verdaderamente notable de las identidades culturales."

Son realidades construidas socialmente, puntualiza Friedman, pero "ese hecho no las hace falsas o ideológicas si advertimos hasta qué punto toda identidad es construida. La identidad sólo es falsa para quienes no tienen ninguna o se sienten tan alienados de cualquier identidad particular, que nunca podrían soñar con participar en esa mistificación cuasi religiosa."

Y para entender esto, hay que conocer lo que supuso la modernidad misma.  

En la modernidad, la identidad, el yo, se separa del discurso cosmológico, de la red social más amplia, y del status fijo, de manera que, en teoría, "cualquiera podía mostrarse como una baronesa, un rey o un carnicero. El café se convierte en el ámbito donde pueden interactuar personas cuyos antecedentes y posición social no están marcados con claridad. Se trata de un lugar donde pueden ponerse en práctica identidades alternativas y la adscripción es reemplazada por el logro. Crea el escenario donde ya no hay una relación unívoca entre yo e identidad social. El teatro se libera de su anterior función circense y se transforma en una verdadera escena para la representación de piezas. El teatro es el lugar a donde pueden ir nuevas multitudes, al igual que en el café, socialmente no muy definidas, y vivir experiencias distintas de las propias. Experimentan así la otredad. Aparece la novela como forma popular de cultura. La lectura se limitaba en un principio a la arena pública. Las novelas se leían en voz alta y se consideraba incorrecto leer en forma privada. Finalmente, la novela se convirtió en la salida de la fantasía privada. Con ella era posible introducirse por completo en otra vida.

La modernidad es fundamentalmente el surgimiento de la «otredad» como situación permanente, en la cual el "yo" nunca se defíne y siempre hay otras posibilidades de identidad y existencia. Este es un mundo donde lo privado se convierte en lo real, y lo público, en lo artificial o construido. (...) La oposición entre lo privado y lo público asume su forma específica en ese período (...)"

"El yo social no es ni natural ni adscripto. Es un yo alcanzado, desarrollado, construido, que cambia y se desarrolla. La otredad acarrea progreso o evolución: seguir adelante, aprender más, llegar a ser mejor, más eficiente, más sabio o lo que fuere." "La autosuficiencia y la orientación introspectiva niegan el orden existente a fin de ir más allá." "Aquí tenemos la clave: "La cosmología del modernismo es el evolucionismo."
 
"Todo ese desarrollo fue en gran parte una consecuencia de la expansión de Occidente, la exploración y dominio de grandes regiones del mundo y su integración al centro europeo emergente, la desintegración de las anteriores formas de vida tradicionales en el centro, una creciente individualización y urbanización..."

"Al moverse entre continentes y modos de vida, a menudo en el exilio, en un mundo de diásporas, puede surgir una identidad que se esfuerce por abarcar toda esta variación y aparente mezcla. Esta es una identidad fundada en formas cambiantes de acceso al mundo, un inseguro modernismo sin raíces."

"El modernismo depende de una expansión real para mantenerse como estrategia. Necesita un futuro. Necesita movilidad, tanto individual como social."
El resultado es el sujeto vacío, capaz de todo pero que no se satisface con nada, el «corredor de fondo" que depende de un contexto externo. Porque tiene que haber una fe en el futuro. Tiene que haber un lugar a donde ir.

"Cuando las condiciones económicas y políticas del modernismo se debilitan, éste entra en crisis. Junto con la movilidad desaparece el futuro. El desarrollo se presenta más bien como desastre y se inicia una búsqueda de identidades alternativas." 

Aquí entra la tendencia a la seguridad y hasta la salvación que la identidad tradicionalista aporta, una identidad fija y adscripta, un medio para comprometerse en una colectividad más amplia y un conjunto de pautas, valores y reglas para la vida. En esos períodos de crisis, el tradicionalismo se expresa en el deseo de raíces, la etnificación del mundo, el surgimiento del «cuartomundo», el regreso a la religión y los valores estables. El problema es que, a la vez, "en tiempos como esos, todas las polaridades se polarizan."

Sentimos que "lo primitivo ha comenzado a cercarnos, desde adentro y desde afuera. Puede expresarse en la cultura del horror y el miedo, que adoptó diversas formas en el arte popular, pero también en el temor real al Otro."

"En cierto sentido, esto puede apreciarse como una estimulante liberación de la
diferencia cultural, una verdadera sinfonía de la variación humana. Esa fue la reacción de algunos antropólogos. Pero aquí están en juego cuestiones más profundas, la principal de las cuales es el hecho de que la identidad cultural no es sólo un juego para quienes se encuentran implicados en ella, sino una estrategia sumamente seria de supervivencia psíquica y social. En su forma étnica, la identidad cultural no es una mera cuestión de estilo de vida indefinidamente intercambiable, como lo expresaría un modernista. Por el contrario, la identidad étnica es una cuestión de sacrificio del yo en favor de un proyecto social más grande." 

"No se trata, entonces, de una mera cuestión de cultura, sino del compromiso del yo en proyectos de individualidad social"

Un ejemplo claro de la crisis de la modernidad es hasta qué punto la actividad científica es un proyecto social y no una facultad natural o un procedimiento autoevidente para la producción de verdad. "En su lugar se coloca la sabiduría, la conversación edificante y un pluralismo de mundos culturales, una completa relativización de los discursos que proponen mundos posibles. Si hay aquí
un desorden, reside en la falta de todo principio de orden que enlace proposiciones y discursos, esto es, en la ausencia de criterios de discriminación.

 
"Cuando esos criterios se eliminan, el espacio antes organizado jerárquicamente se aplana y todas sus voces adquieren un valor equivalente. Esa proliferación de voces potenciales es, pues, paralela a la proliferación de identidades a que nos referimos anteriormente: otras medicinas, otras sabidurías holísticas, otras formas de comprender la naturaleza: todas invaden el campo antes autolimpiante del pensamiento racional y la identidad desarrollista modernista"

El mundo ya no se ajusta a la estructura de deseos del sujeto. En última instancia, la situación se transforma en una intolerable sobrecarga depresiva que amenaza la supervivencia psíquica. En este estado cobra gran importancia el narcisismo clínico, una situación en que la persona depende cada vez más de la mirada del otro para asegurar su propia existencia."

"El sujeto pierde su proyecto de vida personal y se vuelve cada vez más dependiente de los otros significativos para sobrevivir existencialmente."

"Aunque elimina el proyecto del yo y sumerge al individuo en los dictados del grupo, proporciona al mismo tiempo un nuevo significado en la vida y una seguridad ontológica."