lunes, 8 de septiembre de 2025

La transición energética, la ideología del consumo y el Sol.

 

"Para no aumentar la entropía, y esta es la primera lección de humildad, hay que cultivar la parsimonia. Hacer las cosas lentamente, pero hacerlas bien. Es a través de una sucesión de procesos cuasiestáticos cuando aumenta menos, o nada, la entropía. La entropía es amiga de la velocidad. La vida es amiga de la contemplación. Y esa debe ser la filosofía con la que repensemos todos los procesos industriales. Ser lentos, acoplarse a los ritmos de la naturaleza, a los del planeta." 

Antonio Turiel, físico.

"En 20 años hemos extraído lo mismo o más que lo que hemos extraído en toda la historia de la humanidad. Esto no se sujeta por ninguna parte."

Alicia Valero, ingeniera química.

"La transición justifica la resignación climática. En la década de 1990, acompañó a la procrastinación general, y continúa haciéndolo."

Jean-Baptiste Fressoz, historiador.

"Tiene todo el sentido hablar del "consumo" de combustibles fósiles."

David Graeber, antropólogo. 

 


"Los seres vivos somos el paradigma de la lucha contra la entropía, porque para nosotros la entropía es literalmente la muerte, dejar de funcionar y de existir" explica Turiel. 

"En los ecosistemas terrestres todos los materiales se reciclan con tasas cercanas al 99%, mientras se aprovecha la energía constante del Sol (mientras siga brillando en nuestro cielo) para mover todos los ciclos naturales que mantienen la integridad y la funcionalidad de los ecosistemas."

O así fue hasta que apareció la especie humana. Los primeros humanos vivían más o menos en equilibrio con los ecosistemas en los que habitaban, cazando y recolectando, pero en un momento dado dieron el primer salto tecnológico cualitativo y empezaron a cultivar y a tener ganado: fue la Revolución neolítica. En algunos lugares, los humanos causaron tales desequilibrios que los ecosistemas colapsaron, y con ellos las civilizaciones humanas que de ellos dependían (decía Honoré de Balzac: «Los bosques preceden a las civilizaciones, los desiertos las suceden»). Pero en otros lugares las civilizaciones humanas que se desarrollaron fueron capaces de alcanzar un estado de más o menos equilibro con su entorno, con algún que otro sobresalto por extralimitaciones regionales de la capacidad de carga."




"Como quiera que es evidente que el mercado natural no es capaz de funcionar
como dicen los libros de texto que funciona un mercado libre (porque no lo es), es frecuente aludir al concepto de «fallos de mercado» [Medema, 2004]: situaciones reales en las cuales el mercado no funciona de forma eficiente. De hecho, el mayor problema con los «fallos del mercado» es que son tantos y tan abundantes que uno debe legítimamente cuestionarse si no son más la norma que la excepción, y que en realidad la teoría económica neoliberal está siendo refutada por la experiencia. La única propiedad que el mercado natural sí que verifica es la de ser autorregulado, pero conviene desmitificar este concepto ya que, per se, la autorregulación no es necesariamente algo positivo: por ejemplo, en ecología, cuando se produce una proliferación de un organismo por un exceso de recursos (la marabunta, las plagas de langosta), al final la población se ajusta por un proceso de autorregulación, la mortandad masiva, que no parecería el más deseable si estuviéramos hablando de una población humana.

El otro gran pilar conceptual de la ideología neoliberal es la necesidad del crecimiento. Esto es así porque en teoría la mejor manera de utilizar el capital es tenerlo."

El crecimiento como un constante extraer y acumular un constante flujo de beneficio. El objetivo de fuerza no trata de satisfacer las necesidades humanas ni mejorar la sociedad. La idea de crecimiento suena bien, suena hasta a natural. Pero en la naturaleza, los organismos crecen hasta un punto de madurez para luego mantener un estado de equilibrio saludable. Una homoestasis. Excepto en el caso del cáncer...

 

¿Transición energética?

 

"Aunque las energías alternativas tienen un aspecto muy positivo, ya que reducen las emisiones de CO2, también implican el sacrificio de terrenos que podrían ser esenciales para la agricultura, además que dependen de una serie de materias primas que son muy escasas y están controladas por pocos países" explica Alicia Valero, ingeniera química. "Un vehículo eléctrico prácticamente tiene toda la tabla periódica en sus piezas. (...) Hay que cambiar el modo de consumir, algo muy difícil."

"La energía solar es la fuente energética más grande que tenemos en este planeta. Cada segundo nos llega una cantidad de radiación inmensa que podemos utilizar para muchísimos efectos útiles y para regenerar aquello que se ha degradado. Pero el sol no regenera la geosfera, al menos no al ritmo al que lo hace con la biosfera." 

"En los últimos 20 años hemos consumido tanto cobre como lo extraído desde el 1900. No nos quedaremos sin cobre o sin ninguna materia prima. El problema es nuestra vulnerabilidad. La concentración de cobre va disminuyendo hasta que a la empresa minera que lo explota no le saldrá a cuenta. Extraerlo va a costar exponencialmente más energía y no tenemos la capacidad ni los medios técnicos ni económicos para volver a concentrarlo.  

"Hay que ir hacia las energías renovables, por supuesto. Pero lo que hay que replantearse es si realmente podemos seguir con este modelo de crecimiento ilimitado." 

El historiador de la ciencia Jean-Baptiste Fressoz advierte que "El imperativo climático no exige una nueva transición energética, sino que nos exige realizar voluntariamente una enorme autoamputación energética: eliminar la cuota de energía mundial —más de tres cuartas partes— procedente de combustibles fósiles en cuatro décadas."



"Debemos afrontar el hecho de que nunca ha habido una transición energética que abandone la madera. Ni en el siglo XIX ni en el XX, ni en los países pobres ni en los ricos. La triplicación de la dendroenergía en los países ricos durante el siglo XX, el auge del carbón vegetal en África desde 1960, la triplicación del carbón a nivel mundial desde 1980, el crecimiento continuo del mercado petrolero año tras año a pesar o gracias a las repetidas crisis petroleras —y el hecho crucial de que todos estos fenómenos están interconectados—, todo esto debería habernos llevado, hace tiempo, a abandonar la «transición energética» como herramienta analítica, o a utilizarla con gran cautela como una noción puramente normativa, o incluso francamente utópica.


"La transición es la ideología del capital en el siglo XXI. Gracias a ella, la enfermedad se convierte en la cura, las industrias contaminantes se convierten en industrias verdes en ciernes y la innovación se convierte en nuestro sustento. Gracias a la transición, el capital se encuentra en el lado correcto de la lucha contra el cambio climático. Gracias a la transición, hablamos de trayectorias hacia 2100, coches eléctricos y aviones propulsados por hidrógeno, en lugar de niveles de consumo y distribución de materiales. Las soluciones altamente complejas del futuro nos impiden hacer cosas simples ahora. El poder seductor de la transición es inmenso: todos necesitamos cambios futuros para justificar la procrastinación actual."


Antonio Turiel va más lejos y alega que ni siquiera se está produciendo ninguna transición energética, sino simplemente, una acumulación de todas ellas:


"(...) el año en que una mayor parte de la electricidad generada a nivel mundial fue renovable (30 %), también fue el año en que las emisiones de CO, marcaron máximos históricos (por encima de las 40 gigatoneladas) y se han consumido más combustibles fósiles que nunca. La clave está en que no se está produciendo ninguna transición energética, sino sencillamente una mera acumulación de todos los medios de producción de energía disponible. Nada se sustituye ni se desecha de manera neta: solo se quita lo que llega al final de su vida útil, pero enseguida es reemplazado por sistemas equivalentes. El consumo de todas las fuentes de energía sigue creciendo, y solo veremos una disminución de los combustibles fósiles por su agotamiento geológico, no por una deliberada y planificada sustitución. Por eso el año 2022 vimos una fuerte Crisis Energética, con precios disparados de los combustibles, de la electricidad y del gas, sin que las renovables pudieran hacer nada por evitarlo. La recurrencia de crisis como la de 2022 será inevitable mientras no emprendamos el camino de la verdadera transición energética, que va mucho más allá de un burdo intento de sustituir fuentes de energía no renovables por renovables."

 


¿Qué implica todo esto sobre el uso actual del término "consumo"? 

 

Se preguntó el antropólogo David Graeber. "Tiene todo el sentido hablar del "consumo" de combustibles fósiles."

Además...

También "cualquier producción que no esté destinada al mercado se considera una forma de consumo, lo que tiene el efecto político increíblemente reaccionario de tratar casi toda forma de experiencia no alienada en la que participamos como un regalo de los magnates de la industria."


"Creo que podemos afirmar algo con certeza. En la medida en que la vida social se centra, y siempre se ha centrado, principalmente en la creación mutua de seres humanos, la ideología del consumo ha sido sumamente eficaz para ayudarnos a olvidarlo. Sobre todo, lo hace al sugerir que: 

(a) el deseo humano no se trata esencialmente de relaciones entre personas, sino de relaciones entre individuos y fantasmas; 

(b) nuestra relación principal con otros individuos es una lucha incesante por establecer nuestra soberanía o autonomía, incorporando y destruyendo aspectos del mundo que los rodea; 

(c) por la razón mencionada en c), cualquier relación genuina con otras personas es problemática (el problema del «Otro»); y 

(d) la sociedad puede, por lo tanto, verse como un gigantesco motor de producción y destrucción en el que la única actividad humana significativa es fabricar cosas o participar en actos de destrucción ceremonial para dar paso a más, una visión que, de hecho, deja de lado la mayoría de las cosas que las personas reales hacen y, en la medida en que se traduce en un comportamiento económico real, es obviamente insostenible."

Fuentes:

Antonio Turiel. EL FUTURO DE EUROPA. Cómo decrecer para una reindustrialización urgente.

Alicia Valero, Antonio Valero, Guiomar Calvo: THANATIA. Límite materiales de la transición energética.

 https://alternativaseconomicas.coop/articulo/entrevista/hay-que-frenar-el-aumento-desbocado-del-consumo

Jean-Baptiste Fressoz. SIN TRANSICIÓN. Una nueva historia de la energía. 

David Graeber · THE VERY IDEA OF CONSUMPTION: desire, phantasms, and the aesthetics of destruction in Western society.

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